Cervical

Qué es cervical

El término cervical se emplea en medicina para describir aspectos relacionados con el cuello. Puede hacer referencia a dos contextos anatómicos distintos: la región cervical de la columna vertebral (parte superior de la espalda que sostiene la cabeza), o bien al cuello uterino (parte inferior del útero que conecta con la vagina).

Región cervical de la columna

En anatomía, la región cervical corresponde al segmento superior de la columna vertebral, formado por siete vértebras numeradas de C1 a C7. Estas vértebras cumplen funciones clave en el soporte del cráneo, la movilidad del cuello y la protección de la médula espinal.

Estructura de la columna cervical

Las vértebras cervicales presentan características anatómicas únicas:

C1 o atlas: sostiene el cráneo y permite el movimiento de asentir.
C2 o axis: tiene una apófisis llamada odontoides que permite girar la cabeza.
C3 a C6: vértebras típicas con cuerpos pequeños y procesos espinosos bifurcados.
C7: conocida como vértebra prominente por su proyección palpable.

Funciones de la columna cervical

Soporte de la cabeza.
Movilidad: flexión, extensión, inclinación y rotación del cuello.
Protección de la médula espinal y los nervios cervicales.
Transporte vascular: paso de arterias vertebrales hacia el cerebro.

Enfermedades comunes de la región cervical

Cervicalgia: dolor en la zona del cuello, frecuente por sobrecarga o malas posturas.
Hernia discal cervical: desplazamiento de un disco intervertebral que puede comprimir nervios.
Espondilosis cervical: degeneración de vértebras y discos, típica en personas mayores.
Radiculopatía cervical: afectación de una raíz nerviosa con dolor irradiado a brazo y mano.
Mielopatía cervical: compresión de la médula espinal que puede afectar la movilidad.

Diagnóstico

Se realiza mediante exploración clínica y pruebas complementarias como radiografía, resonancia magnética, electromiografía o tomografía computarizada, según los síntomas del paciente.

Tratamiento

Medicamentos: analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares.
Fisioterapia: ejercicios de movilidad, fortalecimiento y corrección postural.
Infiltraciones con corticoides en casos de inflamación o compresión nerviosa.
Cirugía: en casos graves como estenosis espinal o hernias persistentes.

Cuello uterino o región cervical del útero

En ginecología, el término cervical se refiere al cérvix uterino, la porción inferior y estrecha del útero que conecta con la vagina. Es un componente esencial en la función reproductiva femenina.

Funciones del cuello uterino

Permitir el paso del flujo menstrual desde el útero hacia la vagina.
Canalizar los espermatozoides hacia el útero durante la ovulación.
Proteger el útero de infecciones mediante la producción de moco cervical.
Mantener el embarazo: durante la gestación el cérvix permanece cerrado y se abre solo en el momento del parto.

Alteraciones frecuentes del cuello uterino

Cervicitis: inflamación del cuello uterino, habitualmente causada por infecciones.
Displasias cervicales: cambios celulares que pueden evolucionar a cáncer si no se tratan.
Cáncer de cuello uterino: originado generalmente por el virus del papiloma humano (VPH).
Insuficiencia cervical: debilitamiento del cérvix que puede provocar abortos espontáneos en el segundo trimestre.

Diagnóstico ginecológico

Incluye:

Citología vaginal (Papanicolaou): detecta alteraciones celulares precancerosas.
Colposcopia: inspección ampliada del cuello uterino con aplicación de ácido acético.
Test de VPH: identifica infecciones por virus oncogénicos.
Biopsia: para confirmar lesiones sospechosas.

Tratamiento de lesiones cervicales uterinas

Tratamiento antibiótico en infecciones como clamidia, gonorrea o tricomoniasis.
Vigilancia activa en displasias leves.
Procedimientos destructivos: crioterapia o láser.
Conización: extirpación de una porción del cuello uterino afectado.
Cirugía: histerectomía en casos de cáncer avanzado.

Cuándo acudir al médico

Debe solicitarse atención médica en caso de:

Dolor persistente en el cuello o rigidez cervical.
Hormigueo o debilidad en brazos o manos.
Pérdida de fuerza o alteraciones en la marcha.
Sangrados vaginales anormales o dolor pélvico.
Resultado anormal en la citología cervical.

Precauciones y prevención

Mantener una postura adecuada para evitar contracturas cervicales.
Realizar pausas activas si se trabaja con pantallas.
Practicar ejercicios de estiramiento cervical de forma regular.
Usar protección adecuada en deportes de contacto o riesgo de impacto cervical.
Realizar controles ginecológicos periódicos a partir de los 25 años.
Vacunarse frente al VPH según calendario oficial.

Preguntas frecuentes sobre cervical

¿Cervical siempre se refiere al cuello?

No. Puede referirse al cuello anatómico (columna cervical) o al cuello uterino dependiendo del contexto clínico.

¿El dolor cervical puede ser síntoma de algo grave?

En la mayoría de los casos es benigno, pero si se asocia a déficits neurológicos como pérdida de fuerza o sensibilidad, debe valorarse por un especialista.

¿Qué síntomas provoca una lesión cervical uterina?

Las lesiones del cuello uterino pueden ser asintomáticas o causar sangrado intermenstrual, flujo anormal o dolor durante las relaciones sexuales.

¿La vacuna del VPH previene el cáncer cervical?

Sí. Está diseñada para proteger frente a los tipos de virus más relacionados con el desarrollo de cáncer de cuello uterino. Es una herramienta eficaz de prevención primaria.