DICCIONARIO MÉDICO

Apófisis

Qué es la apófisis

En medicina y anatomía, el término apófisis hace referencia a una proyección ósea natural que sobresale de la superficie principal de un hueso. Estas estructuras desempeñan un papel esencial como puntos de inserción de músculos, ligamentos y tendones, y son fundamentales para la correcta biomecánica del aparato locomotor.

El término proviene del griego “apó” (fuera de) y “phýsis” (crecimiento), y designa crecimientos óseos que no son patológicos, sino parte normal de la arquitectura del esqueleto humano.

Tipos de apófisis según su forma y función

Las apófisis pueden clasificarse en función de su forma, localización anatómica o función biomecánica. Cada tipo presenta características morfológicas particulares adaptadas a su entorno funcional. A continuación se describen las principales:

Apófisis espinosas

Son prolongaciones óseas delgadas y puntiagudas que emergen de la parte posterior de las vértebras. Se palpan fácilmente bajo la piel del raquis. Actúan como puntos de anclaje para músculos extensores del tronco.

Apófisis transversas

Emergen lateralmente desde las vértebras. En ellas se insertan músculos y ligamentos del tronco, y en las vértebras torácicas también articulan con las costillas.

Apófisis articulares

Son proyecciones que se articulan con otras vértebras adyacentes. Están recubiertas de cartílago y permiten la movilidad y estabilidad del raquis.

Apófisis estiloides

Estructuras delgadas y puntiagudas que se encuentran en el hueso temporal (base del cráneo) o en el radio y cúbito (antebrazo). Sirven como puntos de fijación para ligamentos y músculos finos, como los que controlan la lengua o la muñeca.

Apófisis coracoides y acromion

Pertenecientes a la escápula (omóplato). El acromion forma parte del techo del hombro y el coracoides actúa como anclaje muscular. Su morfología está relacionada con lesiones frecuentes como el síndrome de pinzamiento subacromial.

Apófisis odontoides

Situada en la segunda vértebra cervical (axis), permite la rotación del cráneo sobre el cuello. Una fractura en esta estructura puede comprometer la estabilidad cervical.

Función biomecánica de las apófisis

Las apófisis no solo cumplen una función estructural, sino que también contribuyen activamente a la biomecánica humana. Entre sus principales funciones se encuentran:

  • Inserción muscular: permiten la fijación de músculos responsables del movimiento.
  • Palancas óseas: amplifican la fuerza muscular durante la contracción.
  • Estabilización articular: refuerzan las articulaciones limitando ciertos movimientos.
  • Protección: algunas, como las espinosas, ayudan a proteger la médula espinal o vasos adyacentes.

Apófisis y desarrollo óseo

Durante el crecimiento, muchas apófisis se desarrollan a partir de centros de osificación secundarios. En adolescentes, estas zonas pueden ser vulnerables a lesiones por tracción repetida o traumatismos, lo que da lugar a patologías como:

  • Apofisitis de Osgood-Schlatter: inflamación en la apófisis tibial anterior, común en adolescentes deportistas.
  • Apofisitis del calcáneo (Sever): afecta la inserción del tendón de Aquiles en el talón.

Patologías relacionadas con apófisis

Las apófisis pueden verse afectadas por traumatismos, sobreuso, procesos inflamatorios o degenerativos. Algunas de las patologías más comunes incluyen:

1. Fracturas de apófisis

Son frecuentes en apófisis espinosas, transversas o odontoides. Pueden ser consecuencia de traumatismos directos, caídas o accidentes deportivos. Requieren diagnóstico por imagen (radiografía o TAC).

2. Apofisitis por sobreuso

Se produce en adolescentes durante el estirón puberal. La repetición de cargas mecánicas sobre una apófisis en crecimiento genera inflamación, dolor localizado e incapacidad funcional transitoria.

3. Síndrome de pinzamiento subacromial

El acromion puede comprimir los tendones del manguito rotador en el espacio subacromial, generando dolor y limitación de movilidad en el hombro. Su morfología puede condicionar la aparición del síndrome.

4. Espondilolisis y espondilolistesis

Defectos en la unión entre las apófisis articulares vertebrales pueden producir desplazamientos vertebrales. Afectan con frecuencia a deportistas jóvenes (gimnastas, lanzadores).

Diagnóstico y pruebas complementarias

Las alteraciones en las apófisis suelen detectarse mediante estudios de imagen. Las pruebas más utilizadas son:

  1. Radiografía: útil para identificar fracturas, formas anómalas o calcificaciones.
  2. Tomografía computarizada (TAC): proporciona mayor detalle de la arquitectura ósea.
  3. Resonancia magnética (RM): permite valorar el estado de tejidos blandos asociados (músculos, tendones, bursas).
  4. Ecografía musculoesquelética: especialmente útil en lesiones de inserción tendinosa o bursitis.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir al especialista en traumatología o medicina deportiva si se presentan los siguientes signos o síntomas:

  • Dolor localizado sobre una prominencia ósea durante el movimiento o la palpación.
  • Inflamación, enrojecimiento o aumento de temperatura en la zona de una apófisis.
  • Dificultad para realizar movimientos articulares completos.
  • Antecedente de traumatismo directo sobre la región afectada.

Precauciones en etapas de crecimiento

Durante la adolescencia, las apófisis están en desarrollo y son más vulnerables. Es fundamental tomar ciertas precauciones para evitar lesiones:

  • Evitar el sobreentrenamiento en deportes de impacto o saltos repetitivos.
  • Realizar ejercicios de estiramiento y calentamiento antes de la actividad física.
  • Prestar atención a dolores persistentes en zonas como rodillas, talones o pelvis.

Preguntas frecuentes

¿Todas las apófisis tienen una función activa?

Sí. Aunque no articulen directamente con otros huesos, todas las apófisis sirven como puntos de inserción o palancas, lo que las convierte en componentes funcionales del aparato locomotor.

¿Las apófisis pueden operarse?

En casos de fracturas desplazadas, pinzamientos o deformidades sintomáticas, puede estar indicada la intervención quirúrgica para liberar estructuras comprimidas o estabilizar el hueso afectado.

¿Qué diferencia hay entre una apófisis y un osteofito?

La apófisis es una proyección ósea anatómicamente normal. En cambio, un osteofito es un crecimiento óseo patológico que aparece con frecuencia en procesos degenerativos como la artrosis.

¿Una apófisis puede doler sin fractura?

Sí. El dolor puede deberse a inflamación por sobreuso, apofisitis o tensión muscular excesiva en sus puntos de inserción.

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