Diálisis

"Se están desarrollando nuevas técnicas de diálisis que sirvan como tratamiento de soporte de determinadas enfermedades en espera de la eficacia del tratamiento definitivo".

DRA. NURIA GARCÍA FERNÁNDEZ
RESPONSABLE. UNIDAD DE HEMODIÁLISIS

¿Para qué sirve la diálisis?

La función principal de la diálisis será la de "limpiar" la sangre de las toxinas generadas, el exceso de agua y electrolitos, como el sodio y potasio, que se produce por un defecto en su eliminación por el riñón.

En la Clínica Universidad de Navarra contamos con una Unidad de Diálisis compuesta por un equipo de profesionales multidisciplinar especializado en este tratamiento: nefrólogos, enfermeras, nutricionistas, etc.

A su llegada para cada sesión, una enfermera y una auxiliar de enfermería le recibirán y serán los responsables de su atención. Además, el médico nefrológo de la Unidad estará a su disposición para lo que necesite.

En los últimos años se han desarrollado avances importantes en las técnicas de diálisis que permiten que sea una ayuda en el tratamiento de determinadas enfermedades como la insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, mieloma múltiple, etc.

Durante la hemodiálisis, el paciente estará sentado en un sillon reclinable. Durante ese tiempo, además de poder dormir, oír la radio, leer o conversar, puede conectarse a internet vía wifi o ver la televisión. También dispondrá de un desayuno, almuerzo o merienda, según la hora.

Imagen del icono de la consulta de Segunda Opinión. Clínica Universidad de Navarra

¿Necesita que le ayudemos?
Contacte con nosotros

¿Cuándo está indicada la diálisis?

La indicación fundamental de la diálisis es el tratamiento de la insuficiencia renal crónica, que debe ser siempre integral, esto es con opciones de cambio de una técnica a otra y la posibilidad de trasplante renal en caso de que no exista contraindicación.

Las enfermedades que conducen a la insuficiencia renal son múltiples, pero las principales son: glomerulonefritis, pielonefritis, nefritis intersticiales, nefropatías vasculares y nefropatía diabética. Está también indicada la diálisis en la insuficiencia renal aguda y en algunas intoxicaciones.

¿Tiene alguna de estas enfermedades?

Puede que sea necesario comenzar con diálisis

Indicaciones especiales

En los últimos años se han desarrollado avances importantes en las técnicas de diálisis que permiten que sea una ayuda en el tratamiento de otras enfermedades.

El 90% de los ingresos hospitalarios en pacientes con insuficiencia cardiaca son debidos a una sobrecarga hídrica que desestabiliza más el corazón, comprometiendo a veces otros órganos como el pulmón y el riñón, y aumentando el riesgo de  mortalidad.

El tratamiento farmacológico indicado en estos casos puede no resultar suficiente, sobre todo cuando no responden bien al tratamiento diurético .

En estos casos, disponemos de la denominada ultrafiltración, tratamiento  que a través de un acceso venoso, permite extraer la sangre y en un filtro externo retirar volumen de agua de la misma.

Esta técnica ofrece una serie de ventajas respecto al tratamiento farmacológico: volumen y velocidad de extracción de líquidos controladas y ajustables, no tiene efecto efectivo negativo sobre los niveles de electrolitos en sangre, ha mostrado mejorar la propia de la insuficiencia cardiaca y conseguir una estabilidad hemodinámica más o menos prolongada en la mayoría de estos pacientes.

Indicaciones:

  • Insuficiencia cardiaca con resistencia demostrada a diuréticos.
  • Insuficiencia cardiaca aguda con disfunción  renal oligoanúrica (reducción del volumen de orina).
  • Tratamiento puente al trasplante cardiaco.

La insuficiencia hepática y/o prurito colestásico son dos procesos que en determinadas situaciones se hacen graves o refractarios al tratamiento médico habitual.

La insuficiencia hepática puede ser aguda, por virus, drogas o toxinas que causan un daño agudo en el hígado o bien como consecuencia de la agudización de una insuficiencia hepática crónica, en un paciente con enfermedad en el hígado ya conocida.

Cuando el hígado pierde sus funciones, por fallo o resección importante en caso de tumores, se acumulan en el organismo gran cantidad de sustancias tóxicas como ácidos biliares, bilirrubina conjugada, aminoácidos, etc., que puede causar un cuadro de toxicidad generalizado grave comprometiendo la vida.

En estas situaciones y en espera del tratamiento definitivo como es el trasplante hepático o de la regeneración del tejido residual a la resección, disponemos de un sistema de diálisis hepática llamado MARS. Tanto los estudios sobre el MARS como los resultados de nuestra experiencia muestran como este sistema  proporciona estabilidad clínica, con habitual mejoría hemodinámica y neurológica y, como consecuencia, puede prolongar el tiempo de supervivencia en la espera al trasplante hepático o de la regeneración del tejido.

Respecto a las indicaciones de prurito refractario colestásico, suelen ser menores, y lo que se pretende es aminorarlo tras varias sesiones consecutivas durante un tiempo más o menos largo. Se postula que se eliminan sustancias responsables del prurito del paciente.

Indicaciones:

  • Descompensación aguda de una insuficiencia hepática crónica.
  • Disfunción hepática aguda causada por virus, tóxicos, drogas, etc.
  • Disfunción hepática inicial del trasplante de hígado de causa tratable como hepatotoxicidad, etc.
  • Disfunción hepática tras cirugía de resección del hígado.
  • Prurito (picor) que no responde a tratamiento en síndromes colestásicos crónicos como la cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante, etc.

Aunque desde hace tiempo existen datos suficientes para afirmar que el uso del MARS puede estabilizar la función hepática de los pacientes con fallo hepático agudo o agudización de su hepatopatía crónica, aún no está claro su final impacto sobre la mortalidad de estos pacientes.

El mieloma múltiple es una enfermedad tumoral de la médula ósea que consiste en una proliferación atípica de células plasmáticas.

Las células plasmáticas proceden de los linfocitos B y en condiciones normales son las encargadas de la producción de las inmunoglobulinas, proteínas sanguíneas con una importante función de defensa frente a las infecciones.

Estas células atípicas producen y secretan una inmunoglobulina anómala a la sangre que producen un exceso de cadenas ligeras que el riñón no es capaz de eliminar eficazmente y que pueden ocasionar un daño irreversible en la función renal.

La aplicación simultánea de un tratamiento de quimioterapia para reducir las células plasmáticas que producen estas cadenas ligeras y otro tratamiento que permita la eliminación eficaz de estas cadenas muy elevados en sangre y tóxicas para el riñón, aumenta las posibilidades de una mejor recuperación de la función renal.

La afectación renal en el mieloma múltiple es una de las complicaciones más frecuentes (50% de los casos). El fallo renal es la principal causa de morbi-mortalidad en pacientes con mieloma. Las investigaciones clínicas indican que la reducción del periodo de exposición del riñón a cadenas ligeras en niveles tóxicos reduce el riesgo de desarrollar una insuficiencia renal permanente.

Indicación:

  • Pacientes diagnosticados de mieloma múltiple con cadenas ligeras libre en exceso y fallo renal asociado, atribuible a esa causa, a los que se haya programado tratamiento quimioterápico para el mieloma.

El Servicio de Nefrología, en estrecha colaboración con el Servicioo de Hematología, realiza este tipo de hemodiálisis como tratamiento coadyuvante en la quimioterapia en aquellos pacientes con mieloma múltiple que cumplen los criterios de inclusión.

El yodo radioactivo se administra como tratamiento complementario a la cirugía del carcinoma diferenciado de tiroides.

Este yodo se elimina fundamentalmente por la orina por lo que, en aquellos pacientes que presentan insuficiencia renal, la realización de hemodiálisis es estrictamente necesaria para disminuir la radiación al resto de su organismo.

De lo contrario, el tratamiento con yodo radioactivo no podría llevarse a cabo ya que el riesgo de disminución de las células sanguíneas (mielosupresión) e irradiación de otros órganos como glándulas salivares, aparato digestivo, etc., sería muy alto.

El procedimiento de hemodiálisis se lleva a cabo en una habitación de aislamiento especial que los pacientes ocupan durante el tratamiento con yodo radiactivo. Se realiza mediante un monitor de hemodiálisis convencional reservado para estos tratamientos y con una pauta estándar y equivalente a la que le realizan en su centro habitual.

Antes y después de cada sesión se realizan niveles de radiofármaco para determinar la duración y el número de sesiones necesarias. Bajo todas la medidas de protección radiactivas la enfermera le conecta la diálisis y al monitor de toma de constantes y luego realiza la monitorización de la diálisis, desde fuera de la habitación, a través de un sistema de video-cámara.

Cada vez que se vean indicadores anómalos en el monitor de diálisis o de constantes, entrará con las medidas de protección y solucionará el problema.

¿Cómo se realiza la diálisis?

Hemodialisis

Cuando la membrana semipermeable es artificial. Estas pueden ser de naturaleza celulósica o sintética y por su estructura pueden ser de fibra capilar o de membrana plana. Varían por su permeabilidad, superficie, espesor, carga eléctrica y capacidad de adsorción. 

¿Qué se precisa y cómo se realiza la hemodiálisis?

Se requiere una vía de acceso permanente al torrente intravascular (preferiblemente una fístula arterio-venosa interna, posible una cánula, etc.), un riñón artificial (consta de bomba extractora de sangre, un monitor y el dializador donde se encuentra la membrana semipermeable y donde se efectúa el intercambio entre el líquido o baño de diálisis y la sangre).

Habitualmente, la sesión de diálisis en pacientes crónicos se efectúa tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes; o martes, jueves y sábados), con una duración de 4 horas por sesión, en turnos de mañana, tarde o noche. Puede llevarse a cabo en el hospital, en una unidad de diálisis extrahospitalaria o incluso en el propio domicilio del paciente.

¿Qué complicaciones pueden darse en la hemodiálisis?

Las principales complicaciones son un flujo insuficiente de sangre (el ideal es superior a 300 cm./min.), rotura del dializador con pérdida de sangre, hipotensiones, mareos, cefaleas, náuseas o vómitos, picores, calambres, etc.

Actualmente, con las modernas máquinas automáticas y diversas variantes de diálisis con bicarbonato, las complicaciones son mínimas y en gran parte subsanables.

Diálisis peritoneal

Cuando la membrana semipermeable es natural, como en el caso del peritoneo del paciente (capa que recubre los órganos internos del abdomen y que tiene múltiples capilares y gran superficie).

¿Qué se precisa para la diálisis peritoneal?

La diálisis peritoneal requiere la colocación de un catéter blando multiperforado en el abdomen, a través del cual se infunde solución de diálisis (similar a la parte líquida de la sangre pero sin productos de desecho), de unos dos litros con recambio cada 4-6 horas durante el día y de unas 8 horas durante la noche, todos los días del año.

A éste método de diálisis se denomina diálisis peritoneal contínua ambulatoria y la realiza el propio paciente tras un período de aprendizaje hospitalario. Puede efectuarse también con una máquina o cicladora que efectúa los recambios de forma programada por la noche, permitiendo al paciente estar libre durante todo el día y a esto se denomina diálisis peritoneal automatizada.
 
¿Qué complicaciones pueden darse en la diálisis peritoneal?

Las principales son la pérdida de líquido por el túnel de acceso del catéter, la infección del túnel o del catéter, la obstrucción del catéter, las peritonitis, hernias abdominales, pérdidas de proteínas, etc. Todas ellas se solucionan con tratamiento.

Elección del tipo de diálisis

El paciente puede y debe elegir, con la ayuda del nefrólogo que le trata, el método de diálisis (diálisis peritoneal o hemodiálisis y sus múltiples variantes) que mejor le vaya por sus características (edad, trabajo, circunstancias familiares, distancia a la unidad de diálisis, tipo de enfermedad renal y de otras enfermedades concomitantes, posibilidades o no de vía de acceso al torrente intravascular, operaciones abdominales previas, etc.).

El médico debe informarle sobre todas las diferencias entre las diversas modalidades de diálisis y las ventajas e inconvenientes en general y en el caso concreto del paciente.

Además, como el tratamiento de la insuficiencia renal crónica terminal es integrado, es siempre posible el paso de un tipo de diálisis a otro en caso de intolerancia o problemas no solucionables.

¿Dónde la realizamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Servicio de Nefrología
de la Clínica Universidad de Navarra

El Servicio de Nefrología de la Clínica Universidad de Navarra cuenta con una experiencia de más de cinco décadas, tanto en el diagnóstico y tratamiento de todas las patologías del riñón como en el trasplante de este órgano. 

Nuestros especialistas han completado su formación en centros de referencia nacional e internacional.

Contamos con las mejores instalaciones en la Unidad de Diálisis para ofrecer una atención de máxima calidad a nuestros pacientes.

Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

¿Por qué en la Clínica?

  • Referencia a nivel nacional en el trasplante renal, pioneros en el trasplante renal de donante vivo.
  • Enfermería especializada para el cuidado y seguimiento de nuestros pacientes.
  • Programa de prevención del daño cardiovascular y renal.

Nuestro equipo de profesionales

Especialistas en Nefrología con experiencia en el tratamiento con diálisis