Enfermedad renal crónica
"La ERC es una epidemia silenciosa: muchas personas no notan síntomas hasta fases avanzadas. Por eso insistimos en detectarla a tiempo; a medida que progresa, el pronóstico renal, cardiovascular y global empeora, pero podemos frenarla si actuamos pronto".
DRA. NURIA GARCÍA FERNÁNDEZ
DIRECTORA. SERVICIO DE NEFROLOGÍA
¿Qué es la enfermedad renal crónica?
La enfermedad renal crónica (ERC) consiste en el deterioro progresivo e irreversible de la función de los riñones, que dejan de filtrar adecuadamente desechos y exceso de líquido, se considera que es crónica cuando persiste más de 3 meses y se acompaña de un filtrado glomerular estimado menor de 60 ml/min/1,73 m2. En España afecta a aproximadamente el 15 % de los adultos, y sus dos causas principales son la diabetes y la hipertensión arterial.
Identificar la enfermedad renal crónica a tiempo permite actuar para frenar su progresión. Con análisis sencillos se puede saber si hay riesgo: una analítica de sangre para calcular el filtrado glomerular estimado (FGe) y una muestra de orina para detectar albuminuria.
La colaboración activa con su nefrólogo y un equipo multidisciplinar, junto con un plan de cuidados en casa, es fundamental para mantener la mejor calidad de vida.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad renal crónica?
Síntomas tempranos
La enfermedad renal crónica (ERC) puede avanzar sin señales claras durante años. Por la capacidad de compensación de los riñones, muchas personas no notan nada hasta fases avanzadas.
- Nicturia (levantarse varias veces por la noche a orinar).
- Cansancio y malestar general.
- Pérdida de apetito y peso sin proponérselo.
- Cambios en la orina (cantidad, color, espuma).
Síntomas avanzados
- Hinchazón (edemas) en tobillos, manos o párpados.
- Náuseas/vómitos, sabor metálico o mal aliento.
- Picor y sequedad de piel.
- Calambres, hormigueos o piernas inquietas.
- Dificultad para concentrarse, somnolencia o confusión.
- Falta de aire, sobre todo al acostarse.
Complicaciones clínicas
La ERC puede afectar a varios órganos y sistemas. Un control estrecho ayuda a prevenir y tratar estas complicaciones:
- Cardiovasculares: hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, aterosclerosis y mayor riesgo de infarto o ictus.
- Óseo-minerales: hiperparatiroidismo secundario, osteodistrofia renal y calcificaciones vasculares/tejidos; aumenta el riesgo de fracturas.
- Hematológicas: anemia normocítica por déficit de eritropoyetina; produce cansancio, palidez y menor tolerancia al esfuerzo.
- Metabólicas y endocrinas: resistencia a la insulina, dislipidemia, posible hipotiroidismo y alteraciones reproductivas (ciclos irregulares, disminución de fertilidad).
- Hidroelectrolíticas y ácido-base: hiperpotasemia (arritmias), acidosis metabólica y retención de líquidos (edemas, falta de aire).
- Neurológicas: neuropatía periférica (hormigueos, dolor, debilidad) y encefalopatía urémica (somnolencia, confusión, convulsiones en casos graves).
¿Tiene alguno de estos síntomas?
Si sospecha que padece alguno de los síntomas mencionados,
debe acudir para su diagnóstico a un especialista médico.
¿Por qué se produce la enfermedad renal crónica?
La ERC representa un desequilibrio entre la capacidad funcional del riñón y la carga de trabajo que soporta.
La pérdida de nefronas funcionales desencadena hiperfiltración en las nefronas restantes (trabajan de más), lo que aumenta la presión intraglomerular y acelera la esclerosis renal.
Además, se producen fenómenos de inflamación local y sistémica, así como un envejecimiento biológico acelerado asociado a la disminución de proteínas reguladoras como Klotho.
¿Cuál son los factores de riesgo?
Los principales factores de riesgo que contribuyen al desarrollo y progresión de la ERC son:
- Edad avanzada
- Hipertensión arterial
- Diabetes mellitus
- Enfermedad cardiovascular
- Obesidad
- Tabaquismo
- Dislipemia
- Consumo excesivo de sal
- Uso de fármacos nefrotóxicos
¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica?

Para confirmar la ERC no basta con una analítica aislada: debe mantenerse el hallazgo al menos 3 meses y repetirse las pruebas para descartar problemas puntuales (deshidratación, infecciones, ejercicio intenso).
¿Qué pruebas le haremos?
- Análisis de sangre para calcular el filtrado glomerular estimado (FGe), que indica cuánto “filtran” sus riñones. En algunas situaciones se añade otra proteína (cistatina C) para afinar el resultado.
- Análisis de orina (mejor la primera de la mañana) para medir albúmina/creatinina (CAC). La presencia persistente de albúmina señala daño renal.
- Toma de tensión arterial y revisión de medicación (algunos fármacos pueden afectar al riñón).
- Ecografía renal para ver tamaño y forma del riñón y descartar obstrucciones.
- En casos seleccionados, puede realizarse una biopsia renal para conocer la causa exacta y elegir el mejor tratamiento.
Con estos datos, el equipo clasifica la ERC por grados de función y cantidad de proteína en orina. Este estadiaje sirve para estimar el riesgo, planificar el tratamiento y fijar la frecuencia de controles.
¿Cómo se trata la enfermedad renal crónica?
El tratamiento de la ERC se estructura en tres pilares fundamentales
Hábitos de vida que protegen el riñón
- Dejar de fumar. Es de las medidas más eficaces.
- Ejercicio moderado: intente 150 min/semana (caminar rápido, bici suave…), evitando el sedentarismo.
- Peso saludable y buen descanso.
- Alimentación renal:
- Poca sal: aprox. <5 g de sal/día (evite procesados y “snacks” salados).
- Proteínas ajustadas: en ERC avanzada suele indicarse alrededor de 0,8 g/kg/día (según su caso).
- Más vegetales y comida real, menos ultraprocesados.
- Agua: cantidad individualizada (pregunte a su equipo; no siempre “cuanto más mejor”).
- Evitar fármacos nefrotóxicos sin indicación (p. ej., AINE tipo ibuprofeno/naproxeno) y consultar antes de tomar hierbas o suplementos.
- Vacunación al día (gripe, neumococo, etc.) según indicación médica.
Medicación nefroprotectora (según su perfil)
- IECA/ARA-II (bloqueo del sistema renina-angiotensina): bajan la tensión y protegen el riñón, especialmente si hay albúmina en orina.
- iSGLT2 (en muchos pacientes con diabetes y también en algunos sin diabetes): ayudan a ralentizar la progresión y protegen el corazón.
- Estatinas: reducen el colesterol y el riesgo cardiovascular, muy importante en ERC.
Según el caso, su equipo ajustará otros tratamientos (diuréticos, control de glucosa y tensión, corrección de acidosis, etc.).
Controles y seguimiento
- Tensión arterial, glucosa, analíticas (función renal y albúmina en orina) y peso/edemas en casa.
- Revisiones periódicas para ajustar fármacos, vigilar el potasio, anemia y salud ósea.
El objetivo de la prevención segundaria es frenar la progresión de la enfermedad renal crónica y reducir el riesgo cardiovascular. Requiere controles periódicos y un plan personalizado con su equipo.
Bajar la proteína en orina (albuminuria)
- Poca sal en la dieta para potenciar el efecto de la medicación.
- IECA/ARA-II: fármacos de primera elección para proteger el riñón.
- iSGLT2: ayudan a ralentizar la ERC (con o sin diabetes, según indicación).
- ARM no esteroideo (p. ej., finerenona) en algunos pacientes con diabetes y albuminuria persistente.
Control estricto de la presión arterial
- Objetivos individualizados (a menudo cerca de 130/80 mmHg si se tolera).
- Suelen usarse combinaciones: IECA/ARA-II + diurético ± otros.
Corregir complicaciones frecuentes
- Anemia: vigilar hemoglobina; tratar con hierro y, si se precisa, eritropoyetina bajo control médico.
- Trastorno óseo-mineral: limitar fósforo dietético, quelantes con las comidas, vitamina D si está indicada.
- Potasio alto: ajustar dieta/medicación; usar reductores de potasio si es necesario.
- Acidosis: el médico puede pautar bicarbonato cuando corresponde.
Si hay diabetes
- Glucosa bien controlada (objetivo de HbA1c individualizado).
- Además de iSGLT2, pueden indicarse agonistas GLP-1.
- Ajustar dosis de antidiabéticos según la función renal.
Indicado en estadios avanzados de ERC, habitualmente con FGe < 11–15 ml/min/1,73 m² y síntomas urémicos persistentes (cansancio extremo, náuseas, pérdida de apetito, picor intenso, sobrecarga de líquidos, alteraciones neurológicas) a pesar del tratamiento médico. La decisión se planifica con tiempo, mediante elección compartida y preparación del acceso (fístula, catéter peritoneal) o del trasplante.
Diálisis
Hemodiálisis en centro (HD):
- En un hospital/centro especializado, 3 sesiones por semana (≈4 h).
- La sangre circula por un dializador que la “depura” y vuelve al cuerpo.
- Requiere acceso vascular (fístula o injerto).
Diálisis en domicilio
- Diálisis peritoneal (DP): usa el peritoneo como membrana natural; intercambio de líquidos por un catéter en el abdomen. Puede ser continua ambulatoria (CAPD) o con cicladora nocturna (DP-A). Permite mayor autonomía.
- Hemodiálisis domiciliaria: similar a la HD en centro, pero realizada en casa tras formación y con soporte del equipo.
Trasplante renal
- Tratamiento de elección cuando es posible: mejor supervivencia y calidad de vida.
- Puede ser de donante vivo o fallecido.
- Requiere inmunosupresión de por vida y seguimiento estrecho.
Tratamiento conservador
Para personas que no son candidatas o no desean TSR, se contempla el tratamiento conservador, enfocado en el manejo de síntomas, soporte nutricional, psicológico y social, y cuidados paliativos orientados a la mejor calidad de vida.
¿Qué ensayos clínicos tenemos sobre insuficiencia renal crónica?
¿Dónde la tratamos?
EN NAVARRA Y MADRID
El Servicio de Nefrología
de la Clínica Universidad de Navarra
El Servicio de Nefrología de la Clínica Universidad de Navarra cuenta con una experiencia de más de cinco décadas, tanto en el diagnóstico y tratamiento de todas las patologías del riñón como en el trasplante de este órgano.
Nuestros especialistas han completado su formación en centros de referencia nacional e internacional.
Contamos con las mejores instalaciones en la Unidad de Diálisis para ofrecer una atención de máxima calidad a nuestros pacientes.
Enfermedades que tratamos
- Edemas y medio interno
- Estudios de la función renal
- Glomerulonefritis
- Hipertensión arterial
- Insuficiencia renal aguda
- Insuficiencia renal crónica
- Uso de diuréticos

¿Por qué en la Clínica?
- Referencia a nivel nacional en el trasplante renal, pioneros en el trasplante renal de donante vivo.
- Enfermería especializada para el cuidado y seguimiento de nuestros pacientes.
- Programa de prevención del daño cardiovascular y renal.
Nuestro equipo de profesionales
Chequeo Cardiovascular
ICAP
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El único chequeo que incorpora la más alta tecnología diagnóstica por imagen para cuantificar con precisión su riesgo de ictus e infarto de miocardio.
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