Tratamiento farmacológico

Área de Obesidad

El tratamiento farmacológico de la obesidad ha avanzado significativamente en los últimos años, con la incorporación de nuevos agentes que ofrecen mayores reducciones de peso y mejor perfil de seguridad.

Los agonistas del receptor GLP-1(AR-GLP1) han demostrado pérdidas de peso promedio del 10-15%. Más recientemente, tirzepatida, un agonista dual de los receptores de GLP-1 y GIP, ha mostrado reducciones de peso cercanas al 20%, acercándose a resultados tradicionalmente asociados a algunas técnicas de cirugía bariátrica.

Estas terapias no sólo actúan modulando la saciedad y el apetito a nivel central, sino que también mejoran parámetros metabólicos como la glucemia y el perfil lipídico y han demostrado mejoría en comorbilidades como la enfermedad hepática metabólica y apnea obstructiva del sueño, así como reducción de riesgo cardiovascular. Además, existe un amplio campo de investigación con nuevos fármacos en desarrollo.

El tratamiento debe mantenerse a largo plazo, especialmente si el paciente responde bien y no presenta efectos adversos significativos. Interrumpir el tratamiento suele llevar a una recuperación del peso.

Contacte con nosotros y le ayudaremos para ofrecerle la mejor solución

Objetivos del tratamiento farmacológico

Un descenso del 5% del peso corporal ya se asocia con beneficios clínicos significativos.

Icono de una báscula con flecha indicando pérdida de peso. Clínica Universidad de Navarra

Lograr una pérdida de peso
≥ 5-10% del peso inicial

Icono de unas manos protegiendo un corazón. Clínica Universidad de Navarra

Mejorar o resolver
comorbilidades asociadas

Icono de un signo de alerta sobre una báscula. Clínica Universidad de Navarra

Prevenir el aumento
de peso posterior

Icono de una historia clínica saludable. Clínica Universidad de Navarra

Mejorar la
calidad de vida

El manejo farmacológico debe personalizarse considerando el perfil de comorbilidades, preferencias y tolerancia individual y debe estar integrado dentro de un abordaje multidisciplinar, combinándolo con intervención nutricional, actividad física y apoyo psicológico, dado que la obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial que requiere un enfoque a largo plazo.