DICCIONARIO MÉDICO
Ecomimia
La ecomimia es la imitación involuntaria y automática de los gestos o expresiones faciales de otra persona, observada en algunos trastornos neurológicos o psiquiátricos. La ecomimia es un fenómeno psicomotor caracterizado por la imitación automática e involuntaria de los gestos faciales realizados por otra persona. Forma parte de un conjunto más amplio de conductas denominadas ecofenómenos, que incluyen la repetición de palabras (ecolalia) o de movimientos corporales (ecopraxia). En el caso específico de la ecomimia, el paciente reproduce de manera automática expresiones como sonreír, fruncir el ceño o arquear las cejas, sin una intención consciente. Este comportamiento no es exclusivo de un trastorno concreto, pero suele aparecer en alteraciones neurológicas, psiquiátricas y en algunos trastornos del neurodesarrollo. Aunque en niños pequeños ciertas imitaciones faciales pueden considerarse normales dentro del desarrollo, la persistencia o aparición en edades posteriores puede indicar una alteración subyacente que requiere valoración médica. Las causas de la ecomimia son variadas y dependen del contexto clínico. Entre las más frecuentes se incluyen: En el ámbito neurológico, la ecomimia puede ser consecuencia de alteraciones en los circuitos neuronales que regulan la imitación y el control inhibitorio. Las áreas más frecuentemente implicadas son el lóbulo frontal (especialmente la corteza prefrontal), los ganglios basales y las vías corticobulbares. El daño en estas estructuras puede provocar que estímulos visuales desencadenen respuestas motoras automáticas. En el contexto psiquiátrico, la ecomimia es frecuente en el síndrome catatónico, donde el paciente presenta imitación no solo facial, sino también verbal o motora. También puede observarse en esquizofrenia, especialmente en subtipos desorganizados o catatónicos, como un síntoma más dentro de un cuadro clínico complejo. En niños, la imitación facial es un comportamiento normal en las primeras etapas del desarrollo y forma parte del aprendizaje social. Sin embargo, cuando la ecomimia infantil se presenta de manera persistente, exagerada o fuera de contexto, puede ser indicativa de trastornos como el TEA o ciertos síndromes neurológicos. La evaluación temprana es clave para establecer un diagnóstico y orientar la intervención. El diagnóstico de la ecomimia se basa fundamentalmente en la observación clínica. El médico evaluará la frecuencia, contexto y naturaleza de las imitaciones, así como la presencia de otros síntomas neurológicos o psiquiátricos. En ocasiones, se complementa con pruebas como: No existe un tratamiento específico para la ecomimia. El abordaje se centra en tratar la causa subyacente. Esto puede incluir: Es importante buscar atención médica cuando la ecomimia aparece de forma repentina, interfiere con la vida diaria, se asocia a otros síntomas neurológicos o psiquiátricos, o se presenta en un niño fuera de las etapas normales de desarrollo. No siempre. En algunos casos, puede ser un comportamiento normal en niños pequeños. Sin embargo, en adolescentes y adultos, especialmente si es persistente, debe ser evaluada por un profesional. Depende de la causa. Si está relacionada con una lesión reversible o un trastorno tratable, puede mejorar. En enfermedades degenerativas, el control puede ser limitado. Sí. La ecomimia puede presentarse como un tic complejo dentro del espectro de síntomas de esta enfermedad neurológica. En la mayoría de los casos, no. La respuesta es automática y difícil de inhibir, aunque algunas personas pueden aprender estrategias para reducirla. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es ecomimia
Causas de la ecomimia
Ecomimia en neurología
Ecomimia en psiquiatría
Ecomimia infantil
Diagnóstico
Tratamiento
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿La ecomimia siempre indica una enfermedad?
¿La ecomimia es reversible?
¿Es frecuente en el síndrome de Gilles de la Tourette?
¿La ecomimia se puede controlar voluntariamente?
Referencias para pacientes