DICCIONARIO MÉDICO

Acroparestesia

La acroparestesia es un término médico que se refiere a una alteración sensitiva caracterizada por sensaciones anormales (hormigueo, entumecimiento, ardor, picor) localizadas predominantemente en las extremidades distales, como manos y pies. Estas sensaciones suelen aparecer de forma intermitente, frecuentemente durante la noche o en reposo, y pueden deberse a múltiples causas, desde trastornos metabólicos hasta enfermedades neurológicas o compresiones nerviosas. Aunque muchas veces es transitoria y benigna, su presencia puede ser indicativa de una enfermedad subyacente relevante, por lo que es importante un abordaje clínico adecuado.

Qué es acroparestesia

La acroparestesia es una forma específica de parestesia que se manifiesta en las partes acras del cuerpo, es decir, en las zonas más distales como dedos de las manos y los pies. Se describe como una sensación de hormigueo, adormecimiento, picazón o quemazón, que no se asocia a un estímulo físico real. Es importante distinguirla de síntomas motores o tróficos, ya que se trata exclusivamente de un fenómeno sensitivo.

Las acroparestesias pueden aparecer de forma episódica o persistente y afectar una o varias extremidades. Su aparición puede ser espontánea o desencadenada por ciertas posiciones, temperaturas, actividades físicas o incluso durante el sueño.

Fisiopatología de la acroparestesia

El mecanismo fisiopatológico varía según la causa, pero en general implica irritación, compresión o disfunción de fibras nerviosas sensitivas. Estas fibras pueden activarse de forma anómala, generando sensaciones que el sistema nervioso interpreta como estímulos reales. Algunas de las alteraciones más frecuentes son:

  • Compresión nerviosa (ej. síndrome del túnel carpiano, radiculopatías).
  • Isquemia periférica o alteraciones circulatorias.
  • Polineuropatías metabólicas como en diabetes mellitus.
  • Trastornos neurodegenerativos.
  • Deficiencias vitamínicas, en especial de vitaminas B1, B6, B12.

Causas de acroparestesia

La acroparestesia puede deberse a múltiples condiciones médicas. Entre las más comunes se incluyen:

  • Neuropatía diabética.
  • Síndrome del túnel carpiano.
  • Esclerosis múltiple.
  • Radiculopatías cervicales o lumbares.
  • Enfermedad de Fabry.
  • Hipotiroidismo.
  • Alcoholismo crónico.
  • Exposición a neurotoxinas o fármacos quimioterápicos.
  • Déficit de vitamina B12 o ácido fólico.
  • Hiperventilación y ansiedad (causas funcionales o psicógenas).

Clínica de la acroparestesia

Los pacientes con acroparestesia suelen referir:

  • Hormigueo o sensación de "alfileres y agujas" en manos o pies.
  • Adormecimiento distal que empeora en ciertas posturas o durante la noche.
  • Dolor leve o sensación quemante en áreas distales.
  • Hipersensibilidad al tacto o disestesia.

Diagnóstico

El diagnóstico de acroparestesia se basa en la historia clínica detallada y una exploración neurológica completa. Es fundamental identificar signos acompañantes y explorar antecedentes de enfermedades sistémicas. Algunas pruebas útiles incluyen:

  • Electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa.
  • Analítica completa: glucemia, función tiroidea, niveles de vitamina B12 y folato.
  • Estudios por imagen: resonancia magnética en sospecha de compresión nerviosa o radiculopatía.
  • Pruebas genéticas en casos familiares o sospecha de enfermedad de Fabry.

Diagnóstico diferencial

  • Neuropatías periféricas generalizadas.
  • Síndrome de Guillain-Barré.
  • Miopatías con alteración sensitiva (poco frecuentes).
  • Patologías medulares.
  • Enfermedades autoinmunes (ej. lupus, síndrome de Sjögren).

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa subyacente. Las estrategias generales incluyen:

  • Control de enfermedades crónicas como diabetes o hipotiroidismo.
  • Corrección de déficits vitamínicos (B1, B6, B12, folato).
  • Tratamiento del síndrome del túnel carpiano (férulas, fisioterapia, cirugía).
  • Medicación sintomática: gabapentina, pregabalina, amitriptilina.
  • Fisioterapia neurológica en casos persistentes o severos.

Cuándo acudir al médico

  • Si las parestesias persisten más de unos días sin causa evidente.
  • Si se asocian a debilidad muscular, alteración del equilibrio o marcha.
  • Si se acompañan de otros síntomas sistémicos (pérdida de peso, fiebre, alteración visual).
  • Si existe historia familiar de enfermedades neurológicas.

Precauciones y consejos prácticos

  • Evitar compresiones nerviosas prolongadas (posición fetal, posturas de escritorio).
  • Controlar enfermedades crónicas con seguimiento médico regular.
  • Evitar alcohol y tóxicos neurotóxicos.
  • Revisar medicación si se sospecha un efecto adverso neurológico.

Preguntas frecuentes sobre acroparestesia

¿La acroparestesia puede ser un signo precoz de una neuropatía?

Sí. Muchas neuropatías, especialmente las de origen metabólico como la diabetes, comienzan con síntomas de acroparestesia en miembros inferiores, que pueden progresar si no se controla la causa subyacente.

¿Las acroparestesias nocturnas son normales?

No siempre. Aunque posturas prolongadas pueden provocarlas ocasionalmente, si se repiten con frecuencia o interrumpen el sueño, se recomienda evaluación médica para descartar síndrome del túnel carpiano o polineuropatías.

¿Puede la acroparestesia mejorar sin tratamiento?

Depende de la causa. Si es funcional o postural, puede desaparecer con cambios de hábitos. Si hay una patología de base, el tratamiento etiológico es necesario para lograr mejoría.

¿Existe relación entre la acroparestesia y la ansiedad?

Sí. En algunos pacientes con trastornos de ansiedad o hiperventilación, pueden aparecer parestesias transitorias, incluyendo acroparestesias. No obstante, siempre debe descartarse primero una causa orgánica.

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