Tarsoplastia

¿Qué es la tarsoplastia?

La tarsoplastia, en términos médicos, es un procedimiento quirúrgico que involucra la resección del tarso palpebral, una estructura ubicada en los párpados.

Los párpados, vitales para la protección y el funcionamiento adecuado del ojo, contienen una estructura de soporte fibrosa conocida como tarso. Este tarso palpebral da forma a los párpados y contribuye a su función de proteger el ojo de cuerpos extraños y mantener la humedad necesaria en la superficie ocular.

La tarsoplastia se realiza por diversas razones, entre las que se incluyen el tratamiento de la entropión (donde el párpado se invierte hacia el interior del ojo), la ectropión (donde el párpado se dobla hacia afuera), y otras condiciones que causan la malposición del párpado. También puede ser necesaria en casos de tumores palpebrales, traumas o quemaduras severas que afecten al tarso.

El procedimiento se realiza bajo anestesia local o general, dependiendo de la extensión de la cirugía y del estado de salud del paciente. Durante la tarsoplastia, el cirujano realiza una incisión en el párpado y resecciona la porción afectada del tarso. En algunos casos, puede ser necesaria la reconstrucción del tarso, utilizando tejido del propio paciente o materiales sintéticos.

Tras la cirugía, es habitual que se prescriban medicamentos para controlar el dolor y prevenir las infecciones. La recuperación puede llevar varias semanas y se recomienda el seguimiento postoperatorio para monitorizar la cicatrización y el funcionamiento correcto del párpado.

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la tarsoplastia puede presentar riesgos, entre los que se incluyen la infección, el sangrado, la cicatrización anormal y las complicaciones asociadas a la anestesia. Sin embargo, en manos de un cirujano experimentado, la tarsoplastia puede ser un procedimiento altamente efectivo para tratar diversas afecciones palpebrales, mejorando la comodidad y la función ocular del paciente.

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