DICCIONARIO MÉDICO

-cinesia

Qué es -cinesia

El elemento compositivo -cinesia proviene del griego “kinesis”, que significa movimiento. En medicina, este sufijo se utiliza para describir trastornos o alteraciones relacionadas con el movimiento corporal, y suele aparecer unido a prefijos o raíces que especifican el tipo de alteración, su localización o su causa. Así, términos como acinesia, discinesia, hipercinesia, bradicinesia o paracinesia hacen referencia a diferentes patrones anormales de movimiento que pueden observarse en enfermedades neurológicas, musculares o psiquiátricas.

El análisis del movimiento humano tiene especial relevancia en la neurología, la rehabilitación y la fisioterapia, ya que las alteraciones cinéticas pueden ser indicativas de patologías graves como la enfermedad de Parkinson, coreas, distonías, epilepsia motora o secuelas de ictus.

Principales términos médicos que utilizan el sufijo -cinesia

A continuación se describen los principales términos médicos que incluyen el sufijo -cinesia, clasificados por tipo de alteración motora:

  • Acinesia: Ausencia o pérdida completa del movimiento voluntario. Se observa típicamente en enfermedades extrapiramidales como el Parkinson.
  • Hipocinesia: Disminución de la amplitud o frecuencia del movimiento. Puede ser global o focal.
  • Bradicinesia: Lentitud anormal del movimiento. Es uno de los signos cardinales del Parkinson.
  • Discinesia: Movimiento involuntario, anómalo y no coordinado. Puede deberse a fármacos, lesiones cerebrales o enfermedades hereditarias.
  • Hipercinesia: Aumento anormal del movimiento, como en las coreas o ciertas formas de epilepsia motora.
  • Paracinesia: Movimiento incorrecto o desordenado que sustituye a uno voluntario esperado.
  • Oculocinesia: Movimiento de los ojos, especialmente al explorar reflejos oculares en neurología.
  • Catacinesia: Movimientos posteriores a una contracción muscular sostenida.

Estos términos permiten una clasificación precisa de los trastornos del movimiento y facilitan el diagnóstico diferencial entre distintas entidades clínicas neurológicas.

Áreas médicas donde se aplica el concepto de -cinesia

El sufijo -cinesia y sus derivados se emplean en múltiples disciplinas médicas, siendo especialmente relevantes en:

  • Neurología: En el estudio de enfermedades como Parkinson, epilepsia, enfermedad de Huntington o parálisis cerebral.
  • Cardiología: En términos como acinesia ventricular, que describe zonas del miocardio que no se contraen adecuadamente tras un infarto.
  • Rehabilitación y fisioterapia: Para describir déficits motores tras lesiones medulares, ictus o traumatismos.
  • Psicología y psiquiatría: Algunos trastornos del movimiento, como la catatonía, implican alteraciones en la -cinesia con origen psicógeno.

Evaluación clínica de las alteraciones cinéticas

El examen de los movimientos corporales es parte esencial de la exploración neurológica. Las alteraciones en la -cinesia pueden manifestarse como dificultad para iniciar movimientos, lentitud, rigidez, movimientos involuntarios o desorganizados. Algunos de los aspectos clave en la evaluación son:

  • Observación del paciente en reposo y durante el movimiento voluntario.
  • Test de velocidad, amplitud y coordinación motora.
  • Evaluación de reflejos y tono muscular.
  • Registro en vídeo o electromiografía en casos complejos.

El objetivo es identificar patrones específicos de alteración del movimiento que ayuden a localizar la lesión neurológica o determinar si el origen es funcional, estructural o farmacológico.

Importancia de la actitud en el abordaje clínico de los trastornos de -cinesia

La actitud del médico ante un paciente con alteraciones cinéticas debe ser empática, observadora y proactiva. Escuchar la descripción de los síntomas y observar con atención el comportamiento motor son claves para el diagnóstico. Igualmente, la actitud del paciente también influye en el manejo y pronóstico.

Una actitud positiva del paciente favorece la adherencia al tratamiento, especialmente en enfermedades crónicas como la enfermedad de Parkinson. Por el contrario, una actitud negativa o resignada puede acentuar síntomas como la hipocinesia o la fatiga, dificultando la rehabilitación.

Los profesionales deben fomentar una actitud proactiva en sus pacientes, reforzando ejemplos de actitudes beneficiosas en la recuperación funcional, y promoviendo una actitud mental resiliente frente a la pérdida de autonomía motora. 

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar con un especialista en neurología o medicina interna cuando se presenten:

  • Lentitud progresiva en los movimientos o dificultad para iniciarlos.
  • Temblor de reposo o de acción persistente.
  • Movimientos involuntarios, repetitivos o incontrolables.
  • Caídas frecuentes, desequilibrio o alteraciones de la marcha.
  • Falta de expresión facial, rigidez muscular o dificultad para escribir.

Precauciones y cuidados para mantener la función motora

Para mantener la función motora y prevenir alteraciones de la -cinesia, se recomiendan:

  • Ejercicio físico regular adaptado a cada edad y condición clínica.
  • Control de factores de riesgo vascular como hipertensión, diabetes y colesterol.
  • Revisiones neurológicas periódicas en pacientes con síntomas progresivos.
  • Evitar fármacos que afecten la dopamina sin supervisión médica.
  • Programas de fisioterapia o terapia ocupacional en personas con deterioro motor.

Preguntas frecuentes sobre -cinesia

¿Qué diferencia hay entre acinesia y bradicinesia?

La acinesia es la ausencia total del movimiento voluntario, mientras que la bradicinesia es una lentitud anormal para ejecutar movimientos.

¿La discinesia siempre es causada por medicamentos?

No. Aunque las discinesias inducidas por fármacos (como los neurolépticos) son comunes, también pueden deberse a trastornos neurológicos como la enfermedad de Huntington.

¿El término -cinesia se aplica solo al movimiento muscular?

No. También se aplica al movimiento de otras estructuras, como el corazón (acinesia ventricular) o los ojos (oculocinesia), en contextos específicos.

¿Los cambios en la actitud pueden influir en la evolución de la enfermedad?

Sí. Una actitud mental positiva, activa y colaboradora con el tratamiento mejora el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes con trastornos de la motilidad.

¿Es normal que haya trastornos de la -cinesia en el envejecimiento?

Algunas formas leves de lentitud motora pueden aparecer con la edad, pero deben evaluarse para descartar causas patológicas como Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas.

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