Las algas en la alimentación

Las algas tienen un papel importante en la alimentación humana y ofrecen beneficios nutricionales significativos. Aunque a menudo se asocian con la cocina asiática, su consumo está ganando popularidad en todo el mundo debido a su valor nutricional y sostenibilidad ambiental.

Las algas son una fuente rica en vitaminas y minerales esenciales, como el yodo, el hierro, el calcio, el magnesio y varias vitaminas del complejo B. También son una excelente fuente de proteínas y contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita.

Además, las algas son bajas en calorías y grasas, lo que las convierte en una opción ideal para aquellos que buscan una dieta equilibrada y saludable. Su contenido de fibra también puede ayudar a mejorar la digestión y mantener una sensación de saciedad.

¿Qué propiedades tienen las algas?

Durante milenios, las algas han sido empleadas en distintas formas: como comestibles, complementos nutricionales o aditivos, debido a sus características organolépticas y propiedades nutritivas. Su perfil químico, rico en componentes como proteínas, ácidos grasos omega3, minerales, fibra, y otras sustancias con actividad biológica como antioxidantes, las hace idóneas para su aplicación en diversos ámbitos de la industria alimenticia, no solo como comida, sino también en la forma de suplementos, alimentos funcionales o aditivos.

La producción y cultivo de las algas es considerada más sostenible, y puede representar una ventaja sobre la producción de proteínas de origen animal desde la perspectiva ambiental.

Existen innumerables especies de algas, de las cuales, un gran número llega al mercado europeo desde Asia. La legislación europea regula el consumo de estas dentro de la categoría de alimentos novedosos, no obstante, no todas las especies están sujetas a esta regulación, lo que implica que aún hay un largo camino a recorrer en este aspecto.

Tipos de algas para la dieta

Dentro de las algas más comunes utilizadas para la alimentación se encuentran:

Nori

Es una alga fina y de color oscuro utilizada en la preparación de sushi. También se consume en forma de hojas secas como snack o en envoltorios para hacer sushi casero.

Wakame

Esta alga de color verde oscuro es muy popular en la cocina japonesa y se utiliza en sopas y ensaladas.

Kombu

Es un tipo de alga marrón y gruesa que se utiliza a menudo en la preparación de caldos y sopas para realzar el sabor.

Espirulina

Es una microalga que se encuentra en forma de polvo y es conocida por su alto contenido de proteínas y nutrientes.

Chlorella

Otra microalga en polvo que es rica en proteínas y puede utilizarse en batidos o como suplemento.

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Preguntas frecuentes sobre las algas en la dieta

La acumulación de metales pesados en el cultivo de algas representa una seria preocupación. Entre estos metales se encuentran el arsénico, cadmio y plomo, los cuales pueden ser absorbidos por las algas y, por lo tanto, deben ser objeto de una estrecha evaluación. Sin embargo, es crucial destacar que no todas las especies de algas presentan esta problemática, y solo algunas muestran la presencia de pequeñas cantidades de arsénico inorgánico, así como trazas muy reducidas de mercurio, cadmio y plomo.

Es importante señalar que, hasta el momento, la información científica que revele las posibles consecuencias del consumo de algas en la salud es limitada. Por lo tanto, resulta fundamental que las autoridades europeas regulen y actualicen las recomendaciones referentes a dicho consumo, con el objetivo de salvaguardar la salud pública y proporcionar pautas claras y seguras para los consumidores.

La glándula de la tiroides necesita yodo para producir las hormonas y como no es capaz de producirlo, éste debe provenir de la dieta. Una persona adulta necesita unos 150 microgramos al día. 
 

El yodo es un elemento que está presente en altas concentraciones en las algas. Aunque es un elemento esencial para los humanos y su deficiencia es un problema de salud pública, su ingesta excesiva puede tener efectos no deseables en personas con disfunción tiroidea, bocio e hipertiroidismo.

Hay especies de algas que son especialmente ricas en este compuesto y hay que conocerlas para evitar su consumo en grupos de riesgo como embarazadas, niños e individuos con alteraciones tiroideas.

Algunas algas son seguras para el consumo humano y son una fuente nutricional confiable.

Sin embargo, ciertas especies pueden contener metales pesados, como arsénico, cadmio y plomo, por lo que es importante adquirirlas de fuentes confiables.

Sí, las algas son una fuente adecuada de proteínas para vegetarianos y veganos. Son una opción valiosa debido a su contenido proteico completo, que incluye todos los aminoácidos esenciales necesarios para el organismo humano.

Las algas contienen alrededor del 10-30% de proteínas de alto valor biológico, lo que las convierte en una alternativa nutricionalmente rica para quienes siguen una dieta basada en plantas. Además, al ser bajas en grasas saturadas y calorías, las algas pueden contribuir a una alimentación saludable.

Sin embargo, es importante complementar la ingesta de proteínas con otros alimentos vegetales para asegurar una dieta equilibrada y satisfacer todas las necesidades nutricionales.