DICCIONARIO MÉDICO

Tratamiento de disfunción eréctil prostaglandina E

¿Qué es el tratamiento de disfunción eréctil prostaglandina E?

El tratamiento de la disfunción eréctil con prostaglandina E1, también conocida como alprostadil, es una opción terapéutica que se utiliza cuando otros métodos más convencionales, como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, no han sido eficaces o no son adecuados para el paciente. La disfunción eréctil es una afección común en los hombres, especialmente a medida que avanzan en edad, que se caracteriza por la dificultad para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme para el acto sexual.

La prostaglandina E1 actúa directamente sobre los tejidos del pene para promover la relajación del músculo liso de los cuerpos cavernosos, lo que facilita el flujo de sangre hacia el pene y permite la consecución de una erección. Este efecto vasodilatador directo de la prostaglandina E1 es la base de su utilidad en el tratamiento de la disfunción eréctil.

El alprostadil se puede administrar de dos maneras principales: inyección intracavernosa o a través de un sistema de administración uretral. La inyección intracavernosa implica la administración de la droga directamente en los cuerpos cavernosos del pene mediante una aguja fina. Aunque este método puede sonar intimidante, se realiza generalmente con mínimas molestias debido al pequeño tamaño de la aguja. 

El sistema de administración uretral, por otro lado, consiste en la introducción de un pequeño aplicador en la abertura de la uretra para depositar un pequeño supositorio de alprostadil. Aunque este método es menos invasivo que las inyecciones, puede ser menos efectivo en algunos pacientes.

Ambos métodos requieren cierto entrenamiento para su administración correcta y segura, y generalmente se realiza una primera aplicación en el consultorio del médico para instruir al paciente en la técnica apropiada. Es importante tener en cuenta que, aunque el alprostadil es eficaz para inducir una erección, no aumenta el deseo sexual ni protege contra las enfermedades de transmisión sexual.

El uso de alprostadil no está exento de posibles efectos secundarios. Los más comunes incluyen dolor en el sitio de la inyección, priapismo (una erección dolorosa que dura más de cuatro horas y que requiere atención médica inmediata), y en algunos casos, hipotensión. Sin embargo, la mayoría de estos efectos secundarios son manejables y el beneficio de mejorar la función eréctil a menudo supera estos riesgos.

Es importante que los pacientes discutan con sus médicos la opción de usar alprostadil para el tratamiento de la disfunción eréctil, ya que no todos los hombres son candidatos adecuados para este tratamiento. En particular, los hombres con ciertas afecciones médicas, como enfermedades del corazón o trastornos de la coagulación, pueden no ser aptos para este tratamiento.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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