Epilepsia infantil

"La mayoría de las epilepsias del niño se controlan con fármacos antiepilépticos que apenas provocan efectos secundarios sobre el aprendizaje, aunque es muy importante realizar un seguimiento".

DR. ALBERTO VIECO GARCÍA
ESPECIALISTA. UNIDAD DE NEUROPEDIATRÍA

La epilepsia infantil es un trastorno neurológico crónico caracterizado por una predisposición a padecer crisis epilépticas, causadas por una actividad eléctrica anormal y excesiva de las neuronas, principalmente en la corteza cerebral. Existen múltiples formas de epilepsia en la infancia, con frecuencia de carácter benigno y autolimitadas, pero otras pueden ser más graves o refractarias. En torno a un 70% de ellas, aproximadamente, se controlan eficazmente con fármacos antiepilépticos, y en muchos de ellos es posible alcanzar remisión sostenida de las crisis.

Los profesionales de la Clínica Universidad de Navarra que tratan la epilepsia infantil forman parte de la Unidad de Neuropediatría y se coordinan con el resto de miembros de la Unidad de Epilepsia (neurólogos, neurofisiólogos, neurocirujanos, neurorradiólogos y neuropsicólogos) para realizar la valoración y tratamiento integral del niño. Evalúan también su influencia en el rendimiento cognitivo y académico del menor.

Cuando la epilepsia no responde a los fármacos antiepilépticos y afecta significativamente a la calidad de vida de los niños se puede considerar un tratamiento quirúrgico.

Además, en algunos casos de epilepsia refractaria, especialmente entre los 3 y 5 años , puede utilizarse la dieta cetogénica, que consiste en una alimentación rica en grasas, muy baja en carbohidratos y moderada en proteínas, diseñada para inducir un estado de cetosis, el cual puede reducir la frecuencia de las crisis. La proporción grasa/ carbohidrato-proteína suele ser 4:1 ó 3:1.

Síntomas de la epilepsia infantil

Crisis parciales o focales

  • Simples (sin pérdida de conciencia).
  • Complejas (con pérdida de conciencia).

Las manifestaciones se relacionan con la función cerebral de la región donde se origina la crisis.

Crisis generalizadas

  • Ausencias. Breve pérdida de conciencia, el niño se queda desconectado y cesa su actividad.
  • Atónicas. Pérdida súbita del tono muscular, con caídas repentinas.
  • Generalizadas tónicas. Contracciones musculares sostenidas.
  • Tónico-clónicas bilaterales. Rigidez muscular seguida de sacudidas generalizadas.  
  • Mioclónicas: sacudidas breves y bruscas de músculos o grupos musculares.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Si sospecha que padece alguno de los síntomas mencionados,
debe acudir para su diagnóstico a un especialista médico.

¿Cuáles son las causas de la epilepsia infantil?

Las epilepsias pueden deberse a múltiples factores, y en muchos casos no se identifica una causa específica.  Los factores de riesgo conocidos son: 

  • Antecedentes familiares de epilepsia o convulsiones febriles. 
  • Anomalías cutáneas en el niño, como manchas hipopigmentadas (color claro), que pueden asociarse a enfermedades como la esclerosis tuberosa o enfermedad de Bourneville.
  • Complicaciones durante el embarazo o el parto. 
  • Infecciones con afectación del sistema nervioso como la meningitis. 
  • Traumatismos craneales, etc. 

Sin embargo, en la mayoría de las epilepsias no se encuentra una causa evidente. La evaluación del neuropediatra es fundamental para establecer un diagnóstico preciso.

¿Cuál es el pronóstico de la epilepsia infantil?

El pronóstico varía según el tipo de epilepsia

  • Un 70% de los niños con epilepsias generalizadas idiopáticas (como las ausencias, o las crisis tónico-clónicas del despertar) pueden entrar en remisión sostenida y suspender la medicación tras 2 a 5 años sin crisis. 
  • En las epilepsias focales, aproximadamente el 50% de los pacientes con buen control farmacológico pueden retirar la medicación después de varios años. 
  • Algunas epilepsias como la mioclónica juvenil, responden bien al tratamiento, pero tienen una alta tendencia a recurrir si se suspende la medicación. 

¿Cómo se diagnostica la epilepsia infantil?

El diagnóstico se basa en:

Historia clínica detallada, incluyendo edad de inicio, factores desencadenantes, duración, frecuencia y tipo de crisis.

Exploración física y neurológica completa, con especial atención a la piel, el desarrollo psicomotor y los hallazgos neurológicos.

Electroencefalograma: permite registrar la actividad eléctrica cerebral con el fin de obtener información sobre el inicio y el desarrollo de la crisis. Es útil realizarlo durante el sueño, ya que facilita la detección de anomalías. Para conseguir que el niño quede dormido durante la prueba, se procura levantarle temprano este día o adecuar su estudio a la hora de la siesta, etc.

Video-EEG prolongado: se usa cuando es necesario registrar una crisis para correlacionarla con la actividad cerebral ante la dificultad para poderlo hacer en estudios más breves de electroencefalografía, o crisis con tendencia a su manifestación durante el sueño.

Otras pruebas complementarias: analíticas, resonancia magnética cerebral con secuencias específicas, estudios genéticos, analítica y evaluación neuropsicológica.

¿Cómo se trata la epilepsia infantil?

La epilepsia es una de las enfermedades del sistema nervioso central en el niño con un tratamiento más efectivo, pero comprende un conjunto de entidades clínicas con diferente pronóstico y abordaje.

Debemos clasificar el tipo de crisis y el síndrome epiléptico de cada niño con el fin de poder maximizar la eficacia de tratamiento y minimizar los efectos adversos. Si se presentan efectos secundarios, debe informarse al médico para valorar ajustes. 

Aproximadamente el 70-75% de niños logran un buen control con medicación antiepiléptica. El 64% de niños que ha tenido epilepsia, estará en remisión en la edad adulta, y solo un pequeño porcentaje de 16% continuará necesitando tratamiento farmacológico.

Entre un 1 y un 5% de niños con epilepsia son candidatos a cirugía, dependiendo de la gravedad y el tipo de la epilepsia. Representarían entre el 10-20 % de niños con epilepsia farmacorresistente (epilepsias que no responden adecuadamente a dos fármacos bien elegidos y administrados). 

La evaluación prequirúrgica depende de la refractariedad de las crisis, la afectación del desarrollo o la calidad de vida, y la localización clara y única del foco epiléptico estando este no vinculado a áreas cerebrales elocuentes responsables de funciones neurocognitivas esenciales. Con cirugía, hasta un 75% de candidatos puede quedar libre de crisis.

La dieta cetogénica también se usa como alternativa en casos de epilepsias refractarias. Su implementación debe ser supervisada por un equipo especializado, debido a su complejidad, potencial baja adherencia y posibles efectos secundarios. Se emplea especialmente entre los 3 y 5 años de edad. Se basa en invertir el cociente entre las grasas y los carbohidratos que se dan al niño.

En los últimos años, la investigación clínica en epilepsia infantil ha logrado delimitar diferentes síndromes y establecer el pronóstico y los fármacos más eficaces para su tratamiento.

En los últimos años se están desarrollando nuevas terapias como la terapia génica para algunos síndromes epilépticos (Dravet, Síndrome CDKL5, SCN2A, PCDH19 y otras encefalopatías genéticas), la neuromodulación o terapias antisentido.

También se están desarrollando nuevos medicamentos más específicos y con menos efectos secundarios. Todas estas opciones aún no están ampliamente disponibles como tratamientos estándar, sino que se encuentran en fases experimentales o en ensayos clínicos tempranos. 

¿El tratamiento influirá en el aprendizaje del niño?

Con frecuencia, surgen en los padres dudas sobre si el tratamiento antiepiléptico va a interferir con el aprendizaje de su hijo. 

En general, los medicamentos antiepilépticos bien seleccionados y ajustados a las dosis requeridas no interfieren significativamente con el rendimiento cognitivo y por tanto con el aprendizaje. Algunas epilepsias no controladas pueden afectar al aprendizaje, por lo que un tratamiento efectivo puede ser incluso beneficioso. 

No obstante, es conveniente realizar evaluaciones neuropsicológicas en niños con ciertos tipos de epilepsia para ajustar el tratamiento y apoyar al niño en su desarrollo académico. 

¿Dónde la tratamos?

EN NAVARRA Y MADRID

La Unidad de Neuropediatría
de la Clínica Universidad de Navarra

La Unidad forma parte del Departamento de Pediatría y trabaja en estrecha relación con especialistas de otros departamentos para ofrecer una atención integrada al niño y al adolescente con factores de riesgo o con enfermedades que afectan al sistema nervioso central y al sistema neuromuscular.

Está formada por un equipo de especialistas neuropediatras y psicopedagogos.

Enfermedades que tratamos

  • Desarrollo temprano y sus desviaciones.
  • Trastornos del control motor.
  • Trastornos globales del desarrollo. Autismo.
  • Epilepsia en el niño. Síndrome de Dravet.
  • Trastornos del sueño.
  • Trastornos del déficit de atención e hiperactividad. TDAH.
Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

¿Por qué en la Clínica?

  • Trabajo en equipo para ofrecer una valoración en 24 horas.
  • Mayor experiencia a nivel nacional en el Síndrome de Dravet.