Cómo prevenir y manejar la alergia a los hongos de humedad en casa
Resumen de cuidados frente a la alergia a los hongos
La alergia a los hongos de humedad puede empeorar en casas mal ventiladas o con exceso de humedad. Para reducir los síntomas, es fundamental mantener el ambiente seco y limpio.
- Ventile a diario las estancias y utilice deshumidificadores si es necesario.
- Evite la acumulación de moho en baños, cocinas y sótanos limpiando con regularidad.
- Prefiera textiles lavables y fundas hipoalergénicas en colchones y almohadas.
- Use mascarilla y guantes al limpiar zonas con moho.
- Consulte al médico si, pese a las medidas, los síntomas empeoran.

Medidas preventivas en el hogar
Los hongos de humedad pueden crecer en cualquier vivienda y empeorar su salud si padece alergia. Controlar la humedad es la forma más eficaz de prevenir su aparición. Estas son las medidas clave que debería aplicar en casa:
Ventilación adecuada de estancias
- Ventile a diario: Abra las ventanas por la mañana y al atardecer, cuando hay menos esporas en el aire.
- Favorezca la circulación de aire: Evite que los muebles estén pegados a las paredes.
- Use ventiladores de extracción: En baños y cocinas ayudan a eliminar la humedad generada.
- Revise sus electrodomésticos: Asegúrese de que secadoras y aparatos que generan humedad ventilen hacia el exterior.
Control de la humedad con deshumidificadores y calefacción
- Mantenga la humedad interior entre el 30 % y el 50 %.
- Use deshumidificadores en zonas propensas, como sótanos.
- Repare fugas y seque manchas o filtraciones en menos de 48 horas.
- Aproveche la calefacción en invierno: un ambiente seco no favorece el moho.
Limpieza frecuente en zonas de riesgo
- En baños: Mantenga secas superficies, cortinas y alfombrillas. Retire ropa húmeda de zonas cerradas.
- En cocinas y sótanos: Limpie con frecuencia y evite que se acumule humedad.
- Sistemas de aire acondicionado: Cambie filtros y limpie el aparato con regularidad.
Uso de pinturas y materiales antifúngicos
- Considere pinturas antifúngicas en zonas húmedas.
- Elija materiales resistentes: Evite papel pintado, paneles de yeso o maderas en lugares propensos a la humedad.
Sustitución de textiles que acumulen humedad
- Evite alfombras y moquetas, sobre todo en dormitorios.
- Prefiera fibras sintéticas en cortinas y tapicerías.
- Lave la ropa de cama en agua caliente (más de 50 °C) al menos una vez por semana.
- Deseche materiales dañados por humedad o moho recurrente.

“La mejor forma de controlar la alergia a los hongos es reducir al máximo la humedad en su casa: sin humedad, el moho no puede crecer.”
Dr. Sergio Sánchez,
especialista en Alergología de la Clínica Universidad de Navarra
Cuidados personales para reducir la exposición
Precauciones al limpiar moho
- Protéjase siempre: Use mascarilla (FFP2 o FFP3 preferiblemente), guantes y gafas de protección.
- Limpieza de zonas pequeñas: Si el moho ocupa menos de 1 m², puede retirarlo con agua y detergente. No se recomienda usar lejía de forma rutinaria.
- Ventile la estancia mientras limpia para que las esporas no se concentren en el aire.
- Confíe en profesionales si el moho es extenso o reaparece con frecuencia.
Higiene de ropa de cama, colchones y almohadas
- Lave sábanas y mantas con agua caliente (más de 50 °C) al menos una vez por semana.
- Aspire colchones y almohadas durante unos minutos al mes y, si es posible, póngalos al sol dos o tres veces al año.
- Reduzca el polvo: Evite acumular objetos tapizados o alfombras en el dormitorio, ya que favorecen los ácaros.
Evite tender ropa dentro de casa en ambientes húmedos
- No guarde ropa húmeda en armarios o espacios cerrados.
- Séquela al aire libre o asegúrese de que la secadora tenga salida de ventilación al exterior.
Uso de fundas antiácaros e hipoalergénicas
- Proteja colchón y almohadas con fundas especiales antiácaros para reducir el contacto con los alérgenos.
- Prefiera textiles sintéticos en cortinas o tapicerías, ya que retienen menos humedad que los de algodón.
Estrategias fuera de casa
Los viajes pueden suponer una exposición a ambientes con alta humedad y proliferación de moho, especialmente en casas de veraneo que han permanecido cerradas, hoteles o alojamientos cerca de masas de agua como estanques, lagos o ríos.
Al elegir un alojamiento, es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Evitar la humedad visible: Inspeccione la habitación en busca de signos de humedad. Las manchas de humedad en paredes o techos, condensación en los marcos de las ventanas o el olor a moho son señales de alerta.
- Buena ventilación: Asegúrese de que el lugar tenga una ventilación adecuada. Las habitaciones con poca circulación de aire, especialmente baños sin extractor, pueden acumular humedad y favorecer el crecimiento de hongos.
- Clima y ubicación: Los climas cálidos y húmedos favorecen la presencia de hongos durante todo el año. Los alojamientos en zonas boscosas o cercanos a ríos y lagos pueden tener una mayor variedad y concentración de mohos exteriores que pueden introducirse fácilmente en el interior.
- Mantenimiento del aire acondicionado: Verifique que los sistemas de aire acondicionado y sus filtros se limpien con frecuencia, ya que pueden convertirse en un foco de dispersión de esporas si no tienen un mantenimiento adecuado.
Los edificios, tanto viviendas como lugares de trabajo o escuelas, pueden ser focos de exposición a moho, especialmente si son antiguos o tienen problemas estructurales que faciliten la entrada y acumulación de humedad.
- Sótanos y bodegas: Los sótanos o bodegas húmedas son lugares propicios para la proliferación de moho. Al visitar o permanecer en estos espacios, se debe prestar atención a la ventilación y al característico olor a humedad, que puede indicar crecimiento fúngico. El uso de deshumidificadores puede ser una medida útil para controlar la humedad en estas áreas.
- Edificios con daños por agua: Los edificios que han sufrido inundaciones o tienen un historial de fugas en techos, tuberías o ventanas son de alto riesgo. El moho puede crecer en materiales de construcción como paneles de yeso, madera, papel pintado o el pegamento de este.
- Escuelas y edificios públicos: Se ha documentado la relación entre la mala calidad del aire en escuelas, debida a la humedad y el moho, y problemas de salud respiratoria en profesores y alumnos. Baños, gimnasios y laboratorios son zonas especialmente vulnerables en estos edificios. Es importante notificar a los responsables si se detectan problemas de humedad o moho.
Ciertas profesiones implican una exposición elevada a esporas de hongos, lo que supone un riesgo significativo de desarrollar asma ocupacional, neumonitis por hipersensibilidad o agravar una alergia preexistente.
- Agricultura y ganadería: Actividades como la siega, la cosecha o el trabajo en graneros, establos y molinos exponen a los trabajadores a altas concentraciones de esporas de hongos como Alternaria. El manejo de heno, grano o piensos enmohecidos es una causa frecuente de la "neumonitis del granjero". Los apicultores, por su parte, tienen un riesgo elevado de sensibilización al veneno de abeja.
- Bodegas y almacenamiento de alimentos: Visitar bodegas con alta humedad y moho puede desencadenar síntomas asmáticos. Los trabajadores de almacenes de alimentos, panaderías o aquellos que manipulan granos y harinas también se exponen a hongos y ácaros de almacenamiento.
- Bibliotecas y manipulación de papel: Los hongos pueden crecer en papeles pintados y frisos sobre paredes húmedas. El papel y el pegamento son "alimento" para el moho si hay humedad. Por tanto, bibliotecas, archivos o trabajos que impliquen manipular documentos antiguos en ambientes húmedos pueden ser un factor de riesgo.
- Otras profesiones de riesgo: Los trabajadores de la limpieza, los carpinteros (por serrines y maderas enmohecidas), el personal de invernaderos y los trabajadores expuestos a sistemas de aire acondicionado contaminados también corren un mayor riesgo.
Apoyo en el día a día
Mantener su hogar libre de hongos requiere constancia y hábitos sencillos que pueden marcar la diferencia en su salud.
Purificadores y filtros HEPA
El uso de purificadores de aire y aspiradoras con filtro HEPA ayuda a reducir esporas, polvo y otros alérgenos. Son especialmente útiles en dormitorios y salas de uso frecuente.
Control de la humedad
Mantenga la humedad relativa entre el 30 % y el 50 %. El exceso favorece el crecimiento de hongos y ácaros. Para lograrlo, ventile baños y cocinas, repare fugas de agua y, si es necesario, utilice deshumidificadores. Recuerde también limpiar y cambiar con regularidad los filtros del aire acondicionado.
Detectar señales tempranas
Esté atento a olores a humedad, manchas oscuras en paredes o techos y condensación en ventanas. Actuar en las primeras 48 horas tras detectar humedad es clave para evitar que el moho se extienda.
Rutinas de limpieza
Limpie con frecuencia muebles y suelos con paños húmedos. En el dormitorio, lave la ropa de cama cada semana con agua caliente y aspire colchones y almohadas. Baños, cocinas y sótanos requieren atención especial para mantener las superficies secas y libres de moho.