DICCIONARIO MÉDICO

Marcha parkinsoniana

La marcha parkinsoniana es una alteración del patrón de marcha comúnmente observada en pacientes con enfermedad de Parkinson u otros trastornos neurológicos similares. Se caracteriza por pasos cortos, rigidez muscular, dificultad para iniciar el movimiento, postura encorvada y un patrón de avance que se acelera gradualmente, conocido como festinación. Este tipo de marcha no solo afecta la movilidad del paciente, sino que también incrementa el riesgo de caídas, impactando negativamente en la calidad de vida.

Comprender las características, causas y tratamientos disponibles para la marcha parkinsoniana es esencial para brindar una atención adecuada y mejorar las funciones motoras de los pacientes afectados.

Qué es la marcha parkinsoniana

La marcha parkinsoniana es un trastorno motor que resulta de la disfunción en los circuitos cerebrales responsables de la coordinación y el control del movimiento, específicamente en los ganglios basales. Este patrón de marcha se asocia principalmente con la enfermedad de Parkinson, aunque también puede manifestarse en otros trastornos neurodegenerativos como la parálisis supranuclear progresiva o el parkinsonismo atípico.

Sus principales características incluyen:

  • Pasos cortos y lentos.
  • Rigidez muscular en las extremidades inferiores.
  • Postura encorvada hacia adelante.
  • Dificultad para iniciar el movimiento (acinesia).
  • Tendencia a aumentar la velocidad de los pasos sin control (festinación).

Características de la marcha parkinsoniana

La marcha parkinsoniana se distingue por una combinación de signos motores que reflejan una alteración en la capacidad del sistema nervioso central para regular el movimiento. Estas características incluyen:

  • Pasos cortos y arrastrados: Los pacientes tienden a no levantar los pies completamente del suelo, lo que puede generar un patrón de arrastre.
  • Reducción del braceo: El balanceo de los brazos está disminuido o ausente, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Postura inclinada hacia adelante: Los pacientes adoptan una posición encorvada que aumenta la inestabilidad.
  • Festinación: Un incremento involuntario en la velocidad de los pasos, que a menudo culmina en pérdida del equilibrio.
  • Congelación de la marcha: Episodios de bloqueo donde el paciente no puede iniciar o continuar el movimiento.

Causas de la marcha parkinsoniana

La causa principal de la marcha parkinsoniana es la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra del cerebro, un proceso característico de la enfermedad de Parkinson. Esta pérdida de dopamina altera la comunicación entre los ganglios basales y otras regiones cerebrales, afectando el control motor.

Sin embargo, otras condiciones pueden contribuir al desarrollo de este tipo de marcha:

  • Parkinsonismo secundario: Causado por medicamentos antipsicóticos, lesiones cerebrales o enfermedades metabólicas.
  • Parálisis supranuclear progresiva: Un trastorno neurodegenerativo que afecta la postura y la coordinación.
  • Parkinsonismo vascular: Asociado a pequeños infartos cerebrales en los ganglios basales.

Fases de la marcha parkinsoniana

La evolución de la marcha parkinsoniana puede dividirse en varias fases, dependiendo de la progresión de la enfermedad:

  • Fase inicial: Los síntomas son sutiles, con ligera rigidez muscular y disminución del braceo.
  • Fase moderada: La rigidez y los pasos cortos se hacen más evidentes, con episodios ocasionales de congelación de la marcha.
  • Fase avanzada: La postura encorvada y la festinación se vuelven prominentes, acompañadas de mayor inestabilidad y riesgo de caídas.

Diagnóstico de la marcha parkinsoniana

El diagnóstico de la marcha parkinsoniana es clínico y se basa en la observación de los síntomas motores y el historial médico del paciente. Las pruebas complementarias pueden incluir:

  • Resonancia magnética (RM): Para descartar otras causas estructurales del parkinsonismo.
  • Tomografía por emisión de positrones (PET): Para evaluar la actividad dopaminérgica en el cerebro.
  • Test de respuesta a levodopa: Una mejora significativa con este medicamento apoya el diagnóstico de enfermedad de Parkinson.

Tratamiento de la marcha parkinsoniana

El tratamiento de la marcha parkinsoniana incluye estrategias farmacológicas, terapias físicas y en casos avanzados, intervención quirúrgica:

  • Medicamentos: Como levodopa/carbidopa, agonistas dopaminérgicos y inhibidores de la MAO-B para mejorar la función motora.
  • Fisioterapia: Programas para mejorar la movilidad, el equilibrio y la coordinación.
  • Estimulación cerebral profunda: Procedimiento quirúrgico para regular la actividad anormal en los ganglios basales.
  • Dispositivos de asistencia: Como bastones o caminadores para aumentar la estabilidad.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica si se presentan:

  • Dificultad progresiva para caminar o inestabilidad.
  • Episodios frecuentes de congelación de la marcha.
  • Incremento en las caídas o pérdida de equilibrio.

Preguntas frecuentes sobre la marcha parkinsoniana

¿Qué es la marcha parkinsoniana?

Es un trastorno del movimiento caracterizado por pasos cortos, rigidez y dificultad para iniciar el desplazamiento, asociado principalmente a la enfermedad de Parkinson.

¿Qué causa la marcha parkinsoniana?

La principal causa es la degeneración de neuronas dopaminérgicas en los ganglios basales, característica de la enfermedad de Parkinson.

¿Cómo se trata la marcha parkinsoniana?

El tratamiento incluye medicamentos como levodopa, fisioterapia para mejorar la movilidad y, en casos avanzados, estimulación cerebral profunda.

¿La marcha parkinsoniana puede prevenirse?

No se puede prevenir completamente, pero mantener un estilo de vida saludable y un control médico temprano puede retrasar su progresión.

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