DICCIONARIO MÉDICO
Galanina
La galanina es un neuropéptido ampliamente distribuido en el sistema nervioso central y periférico, así como en diversos órganos y tejidos del cuerpo humano. Está compuesta por una cadena de 29 a 30 aminoácidos, dependiendo de la especie. Este péptido regula múltiples funciones fisiológicas, incluidas la modulación del dolor, el apetito, el metabolismo y la respuesta al estrés. Además, la galanina ha sido implicada en una variedad de trastornos neurológicos, psiquiátricos y metabólicos, lo que la convierte en un tema de creciente interés en la investigación biomédica. La galanina es un péptido bioactivo derivado de un precursor más grande, el preprogalanina, que se procesa para generar la forma activa del péptido. Fue descubierta en 1983 y desde entonces se ha reconocido su papel en la comunicación celular a través de su unión a receptores específicos en la superficie de las células, conocidos como receptores de galanina (GALR1, GALR2 y GALR3). La galanina regula una amplia gama de procesos biológicos gracias a su interacción con los receptores específicos mencionados. Entre sus funciones más destacadas se encuentran: La galanina desempeña un papel crucial en la modulación del dolor neuropático y nociceptivo. En condiciones de lesión nerviosa, se observa un aumento en la expresión de este péptido, lo que sugiere un mecanismo protector en respuesta al daño. En el hipotálamo, la galanina influye en el control del apetito y las preferencias alimenticias, promoviendo especialmente el consumo de grasas. Esto la vincula con la regulación del balance energético y el metabolismo. La galanina participa en procesos como la plasticidad neuronal, la neurogénesis y la protección de las neuronas frente al estrés oxidativo, lo que la relaciona con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. La galanina se expresa en regiones del cerebro asociadas con la respuesta al estrés, como el núcleo paraventricular. Su acción parece mitigar los efectos del estrés crónico y desempeñar un papel en trastornos de ansiedad y depresión. Los efectos biológicos de la galanina están mediados por tres receptores principales, que pertenecen a la familia de receptores acoplados a proteínas G: La galanina ha sido implicada en varias patologías, tanto neurológicas como sistémicas. A continuación, se destacan las principales: En la enfermedad de Alzheimer, se ha observado una sobreexpresión de la galanina en áreas cerebrales afectadas, como el hipocampo. Aunque su papel exacto no está completamente definido, se cree que podría actuar como un mecanismo protector frente al daño neuronal. La galanina está involucrada en la regulación del estado de ánimo y la respuesta al estrés. Alteraciones en su sistema de señalización se han asociado con trastornos como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). En el dolor neuropático y otras formas de dolor crónico, los niveles elevados de galanina podrían tener un papel compensatorio, modulando la transmisión del dolor y reduciendo la inflamación. Dado su efecto sobre el apetito y el metabolismo, la galanina está relacionada con la obesidad y otras disfunciones metabólicas, lo que la convierte en un objetivo potencial para nuevas terapias. La galanina y sus receptores representan objetivos prometedores para el desarrollo de tratamientos innovadores en diversas áreas de la medicina. Entre las estrategias terapéuticas se incluyen: © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la galanina
Funciones principales de la galanina
Modulación del dolor
Regulación del apetito
Influencia en el sistema nervioso
Respuesta al estrés
Receptores de la galanina
Relación de la galanina con enfermedades
Enfermedades neurodegenerativas
Trastornos del estado de ánimo
Dolor crónico
Trastornos metabólicos
Galánina como diana terapéutica