DICCIONARIO MÉDICO

Compulsión

Qué es la compulsión

La compulsión es un comportamiento repetitivo o un acto mental que una persona siente la necesidad irresistible de realizar, en respuesta a una obsesión o conforme a ciertas reglas autoimpuestas de forma rígida. Este fenómeno es común en diversos trastornos psiquiátricos, en particular en el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Aunque puede parecer una conducta voluntaria, la compulsión suele experimentarse como incontrolable y necesaria para reducir la ansiedad o prevenir un daño temido.

En medicina, se clasifica dentro de los síntomas psicopatológicos y puede adoptar múltiples formas: desde rituales físicos como lavarse las manos, comprobar cerraduras o contar, hasta actos mentales como rezar o repetir palabras en silencio.

Características de la compulsión

  • Repetitiva: se realiza muchas veces al día, incluso decenas o cientos.
  • Egodistónica: la persona reconoce que la compulsión es irracional, pero no puede evitar realizarla.
  • Alivia temporalmente la ansiedad que genera la obsesión, aunque refuerza el ciclo patológico.
  • Puede interferir significativamente en la vida diaria, laboral, social o familiar del paciente.

Diferencias entre obsesión y compulsión

Es importante distinguir ambos conceptos:

  • Obsesión: pensamiento, impulso o imagen mental intrusiva, no deseada y persistente.
  • Compulsión: comportamiento o acto mental repetido para neutralizar o reducir la obsesión.

Tipos de compulsiones

Compulsiones motoras

Acciones visibles o conductas físicas, como:

  • Lavarse las manos repetidamente.
  • Comprobar cerraduras, interruptores o electrodomésticos.
  • Alinear objetos hasta que estén "perfectos".
  • Tocar ciertas superficies o seguir patrones exactos al caminar.

Compulsiones mentales

Actos invisibles, realizados en la mente del paciente, como:

  • Repetir frases o palabras en silencio.
  • Rezar para anular pensamientos "malos".
  • Contar hasta ciertos números "seguros".
  • Visualizar imágenes "positivas" que anulan las negativas.

Trastornos en los que puede aparecer

Las compulsiones se observan principalmente en el trastorno obsesivo-compulsivo, pero también pueden presentarse en otros cuadros:

  • Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (TOCP): si bien no suele haber compulsiones típicas, existe rigidez y perfeccionismo extremo.
  • Trastorno del espectro autista: ciertas conductas repetitivas pueden parecer compulsivas, aunque tienen una función distinta.
  • Trastornos de ansiedad generalizada y fobia social: puede haber conductas repetitivas para controlar la ansiedad.

Causas y factores de riesgo

La aparición de compulsiones responde a un conjunto de causas biológicas, psicológicas y sociales. Entre los factores más frecuentes se encuentran:

  • Genética: antecedentes familiares de TOC aumentan el riesgo.
  • Neurobiología: alteraciones en circuitos neuronales entre la corteza orbitofrontal, el cuerpo estriado y el tálamo.
  • Factores psicológicos: estilos de afrontamiento rígidos, intolerancia a la incertidumbre, sobreestimación del pensamiento.
  • Factores ambientales: experiencias traumáticas, estrés crónico, educación excesivamente estricta.

Consecuencias clínicas

  • Aislamiento social y deterioro en las relaciones personales.
  • Problemas académicos o laborales por pérdida de tiempo en rituales.
  • Culpa, vergüenza o baja autoestima.
  • Aumento del riesgo de depresión o trastornos de ansiedad comórbidos.

Diagnóstico

El diagnóstico de compulsión no se realiza de forma aislada, sino como parte de un síndrome más amplio. Los criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno obsesivo-compulsivo exigen la presencia de:

  1. Obsesiones, compulsiones o ambas.
  2. Duración significativa (más de una hora diaria).
  3. Interferencia en la vida diaria.
  4. No atribuible a otra condición médica o consumo de sustancias.

Tratamiento

El tratamiento de las compulsiones debe individualizarse. Los abordajes más eficaces son:

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

Es el tratamiento de primera elección. Utiliza técnicas como la exposición con prevención de respuesta (EPR), que consiste en exponer al paciente al estímulo generador de ansiedad sin permitirle realizar la compulsión, para que aprenda que el temor no se cumple y la ansiedad se reduce con el tiempo.

Tratamiento farmacológico

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): fluoxetina, sertralina, paroxetina, fluvoxamina.
  • Clomipramina: antidepresivo tricíclico con eficacia demostrada en TOC.

Terapias combinadas

La combinación de fármacos y psicoterapia suele ser la opción más efectiva en casos moderados a graves.

Cuándo acudir al médico

  • Si las compulsiones interfieren con las actividades diarias o provocan sufrimiento significativo.
  • Si hay sospecha de trastorno obsesivo-compulsivo u otro problema psicológico.
  • Ante síntomas de depresión, ansiedad, insomnio o aislamiento social.

Preguntas frecuentes sobre compulsiones

¿Todas las compulsiones indican un trastorno psiquiátrico?

No necesariamente. Muchas personas tienen rituales o manías que no alcanzan el umbral clínico. Se consideran patológicas cuando son frecuentes, generan malestar o afectan el funcionamiento cotidiano.

¿Es lo mismo una adicción que una compulsión?

No. Aunque ambas implican conductas repetitivas, en la adicción hay un componente de placer y recompensa, mientras que la compulsión se realiza para aliviar ansiedad o evitar una catástrofe imaginada.

¿Pueden curarse las compulsiones?

Con tratamiento adecuado, muchas personas experimentan una mejora significativa. En algunos casos, las compulsiones pueden desaparecer; en otros, se controlan con estrategias terapéuticas y apoyo médico continuo.

¿Los niños también pueden tener compulsiones?

Sí. El TOC infantil es una realidad clínica. Aunque algunos comportamientos repetitivos pueden formar parte del desarrollo normal, si persisten o generan malestar, conviene consultar a un especialista.

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