DICCIONARIO MÉDICO

Cognición

Qué es cognición

La cognición es el conjunto de procesos mentales que permiten a una persona adquirir, procesar, almacenar y utilizar información. En el ámbito de la medicina, especialmente en neurología y psiquiatría, se refiere a las funciones cerebrales que hacen posible el pensamiento, la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción, el razonamiento y la toma de decisiones.

El término cognición se utiliza para describir las capacidades que nos permiten comprender el mundo, resolver problemas y adaptarnos a nuevas situaciones. Estas funciones están coordinadas por diversas áreas del cerebro, particularmente por la corteza cerebral, el lóbulo frontal, el hipocampo y otras estructuras del sistema nervioso central.

Procesos cognitivos principales

Los procesos cognitivos son múltiples y complejos. Algunos de los más relevantes desde el punto de vista clínico y funcional son:

  • Atención: Capacidad de concentrarse y mantener el foco en un estímulo específico durante un tiempo determinado.
  • Memoria: Proceso de almacenar, retener y recuperar información. Se clasifica en memoria a corto plazo, largo plazo, episódica, semántica y de trabajo.
  • Lenguaje: Capacidad de comprender, expresar y manipular símbolos lingüísticos a través del habla, la escritura o el lenguaje gestual.
  • Percepción: Interpretación que hace el cerebro de la información sensorial que recibe del entorno (vista, oído, tacto, etc.).
  • Funciones ejecutivas: Conjunto de habilidades que permiten planificar, organizar, inhibir respuestas impulsivas, resolver problemas y tomar decisiones.
  • Razonamiento: Capacidad para establecer relaciones lógicas entre ideas, identificar patrones y formular conclusiones.

Cognición y cerebro: estructuras implicadas

El cerebro humano cuenta con una red de estructuras especializadas que permiten la realización de funciones cognitivas. Algunas de las más importantes son:

  • Lóbulo frontal: Controla el pensamiento abstracto, la planificación, el juicio, la autorregulación y las funciones ejecutivas.
  • Lóbulo temporal: Interviene en la comprensión del lenguaje y la memoria.
  • Hipocampo: Fundamental para la consolidación de la memoria a largo plazo.
  • Corteza parietal: Participa en la integración sensorial y la orientación espacial.
  • Corteza prefrontal: Relacionada con el control de impulsos, la atención y la toma de decisiones.

Trastornos que afectan la cognición

La cognición puede verse alterada por diversos trastornos médicos y neurológicos. Entre las causas más frecuentes destacan:

  1. Enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer, Parkinson o demencia frontotemporal).
  2. Lesiones cerebrales traumáticas o accidentes cerebrovasculares.
  3. Trastornos psiquiátricos, como la depresión mayor, esquizofrenia o trastornos de ansiedad.
  4. Infecciones del sistema nervioso central (por ejemplo, encefalitis o VIH).
  5. Déficit nutricional (deficiencia de vitamina B12, tiamina u otros micronutrientes).
  6. Consumo de sustancias tóxicas o fármacos que interfieren en la actividad neuronal.

Evaluación de la cognición en medicina

La evaluación clínica de las funciones cognitivas se realiza mediante pruebas neuropsicológicas estandarizadas. Estas pruebas miden distintos dominios cognitivos y permiten detectar alteraciones específicas. Algunas herramientas comúnmente utilizadas incluyen:

  • Minimental State Examination (MMSE)
  • Montreal Cognitive Assessment (MoCA)
  • Test del reloj
  • Baterías neuropsicológicas completas aplicadas por psicólogos clínicos especializados

Importancia de preservar la salud cognitiva

Mantener una buena salud cognitiva es esencial para conservar la autonomía personal, las relaciones sociales y la calidad de vida. Las evidencias científicas señalan que existen estrategias efectivas para estimular y proteger la función cognitiva a lo largo de la vida.

Factores protectores

  • Ejercicio físico regular: Mejora el flujo sanguíneo cerebral y promueve la neurogénesis.
  • Alimentación saludable: Dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y micronutrientes.
  • Estimulación mental: Lectura, juegos de lógica, aprendizaje de nuevos idiomas o habilidades.
  • Vida social activa: Las relaciones interpersonales estimulan redes neuronales complejas.
  • Control de enfermedades crónicas: Diabetes, hipertensión, obesidad y apnea del sueño pueden afectar la función cognitiva.

Cuándo acudir al médico

Es importante consultar a un profesional sanitario si se presentan cambios significativos y persistentes en la memoria, la atención, el lenguaje o la capacidad de razonar. Estos síntomas pueden incluir:

  • Olvidos frecuentes que afectan la vida diaria
  • Dificultad para seguir conversaciones o tomar decisiones
  • Pérdida de objetos con frecuencia y desorientación
  • Cambios de personalidad o conducta sin causa aparente

Estos signos podrían ser indicativos de un deterioro cognitivo leve o de una enfermedad neurodegenerativa en fase inicial. Un diagnóstico precoz puede mejorar significativamente el abordaje terapéutico.

Precauciones y medidas de prevención

Además de los factores protectores mencionados, se recomienda:

  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y sustancias tóxicas
  • Dormir adecuadamente (7–8 horas por noche)
  • Tratar los factores de riesgo cardiovascular (presión arterial, colesterol, glucosa)
  • Consultar regularmente con el médico en caso de antecedentes familiares de demencia o enfermedades neurológicas

Preguntas frecuentes sobre cognición

¿Es lo mismo cognición que inteligencia?

No. La inteligencia se refiere a la capacidad general para resolver problemas o adaptarse al entorno, mientras que la cognición abarca todas las funciones mentales que hacen posible el pensamiento, incluyendo la atención, la memoria o el lenguaje.

¿El envejecimiento afecta la cognición?

Sí. Es normal que con el envejecimiento se produzca un leve declive cognitivo, especialmente en la velocidad de procesamiento o la memoria episódica. Sin embargo, esto no debe confundirse con enfermedades como la demencia.

¿Se puede entrenar la cognición?

Sí. La neuroplasticidad permite al cerebro reorganizarse y adaptarse a nuevas experiencias. Existen ejercicios cognitivos, programas digitales, juegos y estrategias que ayudan a mantener activa la mente.

¿Todas las personas con deterioro cognitivo desarrollarán demencia?

No necesariamente. El deterioro cognitivo leve puede mantenerse estable o incluso mejorar si se tratan las causas reversibles. Solo una parte de los casos progresan hacia enfermedades neurodegenerativas.

¿Qué especialista trata los trastornos cognitivos?

Dependiendo de la causa, puede ser evaluado por neurólogos, psiquiatras, neuropsicólogos, geriatras u otros profesionales con formación en neurociencias clínicas.

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