DICCIONARIO MÉDICO

Claudicación

Qué es claudicación

Claudicación es un término médico que describe un dolor o molestia en las extremidades, generalmente en las piernas, que aparece al caminar y mejora con el reposo. Este síntoma suele estar relacionado con un problema en la circulación arterial, aunque puede deberse también a causas neurológicas o musculoesqueléticas.

La claudicación es uno de los principales signos de la enfermedad arterial periférica (EAP), una condición que se produce cuando las arterias que llevan sangre a las extremidades se estrechan o se bloquean, habitualmente por aterosclerosis. También puede presentarse en casos de compresiones nerviosas o alteraciones musculares.

Tipos de claudicación

Existen diferentes formas de claudicación según su origen:

  • Claudicación vascular: causada por un aporte sanguíneo insuficiente a los músculos durante el ejercicio.
  • Claudicación neurogénica: provocada por compresión de estructuras nerviosas, como en la estenosis del canal lumbar.
  • Claudicación musculoesquelética: menos frecuente, se debe a alteraciones mecánicas o articulares que dificultan el movimiento.

Síntomas más frecuentes

La claudicación suele manifestarse con:

  • Dolor o calambres musculares al caminar, especialmente en pantorrillas, muslos o glúteos.
  • Desaparición del dolor al cesar la actividad y descansar unos minutos.
  • Sensación de debilidad o fatiga en las piernas.
  • En algunos casos, piel fría o cambios en el color de los pies.

Causas principales

Las causas de la claudicación varían según el tipo, pero en la mayoría de los casos se debe a una alteración en el flujo sanguíneo o a compresión nerviosa. Las causas más comunes incluyen:

  1. Arteriosclerosis: acumulación de placas de grasa en las arterias, reduciendo el flujo sanguíneo.
  2. Diabetes mellitus: favorece la aparición de enfermedad arterial periférica y daño nervioso.
  3. Tabaquismo: uno de los principales factores de riesgo para enfermedad vascular periférica.
  4. Hiperlipidemia e hipertensión arterial: factores que contribuyen al daño vascular.
  5. Estenosis espinal: causa frecuente de claudicación neurogénica en personas mayores.

Diagnóstico de la claudicación

El diagnóstico comienza con una historia clínica detallada y una exploración física, incluyendo la evaluación de pulsos periféricos y la marcha del paciente. En función de la sospecha clínica, se pueden solicitar las siguientes pruebas:

  • Índice tobillo-brazo (ITB): compara la presión arterial en el tobillo y el brazo, útil para detectar obstrucciones arteriales.
  • Eco-Doppler: evalúa el flujo sanguíneo en las extremidades.
  • Resonancia magnética o TC: en caso de sospecha de claudicación neurogénica.
  • Arteriografía: para visualizar directamente las arterias en casos complejos.

Tratamiento de la claudicación

El tratamiento depende de la causa subyacente. En la mayoría de los casos se inicia con medidas conservadoras:

Medidas generales

  • Abandono del tabaco.
  • Control de la diabetes y de los factores de riesgo cardiovascular.
  • Ejercicio físico regular supervisado, especialmente marcha controlada.
  • Dieta equilibrada para mantener un peso saludable.

Tratamiento farmacológico

  • Medicamentos vasodilatadores o antiagregantes plaquetarios (como ácido acetilsalicílico o clopidogrel).
  • Estatinas para controlar el colesterol.
  • Tratamiento del dolor si hay afectación neurológica.

Tratamiento quirúrgico o intervencionista

Indicado cuando hay obstrucción arterial severa o el tratamiento conservador no ha sido efectivo:

  • Angioplastia con colocación de stent.
  • Cirugía de bypass arterial.
  • En claudicación neurogénica grave, descompresión quirúrgica de la médula.

Pronóstico

El pronóstico depende del origen de la claudicación y de la adherencia al tratamiento. En casos vasculares, si no se trata adecuadamente, puede evolucionar a isquemia crítica de extremidades, con riesgo de úlceras, infecciones o incluso amputación. En casos neurológicos, la progresión puede llevar a deterioro funcional significativo.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable consultar con un profesional sanitario si se presentan los siguientes signos:

  • Dolor en piernas al caminar que mejora con el reposo.
  • Frialdad o cambio de color en los pies.
  • Heridas en pies que no cicatrizan.
  • Entumecimiento o debilidad persistente en las extremidades.

Precauciones y autocuidados

  • Evitar el tabaco, ya que agrava la enfermedad vascular.
  • Controlar estrictamente la presión arterial, colesterol y glucosa.
  • Usar calzado adecuado que no comprima.
  • Evitar el sedentarismo: caminar a diario mejora la circulación.

Preguntas frecuentes

¿La claudicación es una enfermedad?

No. La claudicación es un síntoma, no una enfermedad en sí misma. Suele ser una manifestación de otra condición subyacente, como la enfermedad arterial periférica o problemas en la columna.

¿Puede curarse la claudicación?

Dependiendo de la causa, la claudicación puede mejorar significativamente con tratamiento médico, ejercicio y cambios en el estilo de vida. En algunos casos, puede requerirse cirugía.

¿Es peligrosa?

La claudicación no es peligrosa por sí sola, pero puede ser signo de enfermedad cardiovascular generalizada, lo que sí implica riesgos mayores como infarto de miocardio o ictus.

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