DICCIONARIO MÉDICO

Cilindruria

Qué es la cilindruria

La cilindruria es la presencia de cilindros urinarios en el sedimento de la orina, un hallazgo microscópico que refleja alteraciones en el túbulo renal o en la composición de la orina. Los cilindros son estructuras cilíndricas formadas en los túbulos renales a partir de proteínas y, en ocasiones, contienen células u otros elementos. Su estudio es fundamental en el análisis de orina para evaluar el estado funcional del riñón.

La cilindruria no es en sí una enfermedad, sino un signo clínico que puede ser fisiológico o patológico, dependiendo del tipo y número de cilindros encontrados. Puede detectarse tanto en personas sanas como en pacientes con enfermedades renales agudas o crónicas. La interpretación adecuada de la cilindruria es clave para el diagnóstico precoz de glomerulopatías, tubulopatías, infecciones urinarias o trastornos sistémicos con afectación renal.

Formación de los cilindros urinarios

Los cilindros se forman en los túbulos renales distales y colectores cuando ciertas condiciones favorecen la precipitación de la proteína de Tamm-Horsfall, también conocida como uromodulina. Esta proteína, producida por células epiteliales del túbulo, actúa como base o molde. Si la orina está concentrada, ácida o con bajo flujo tubular, la uromodulina se solidifica y forma un cilindro. Dependiendo de los elementos que se adhieran, se originan diferentes tipos de cilindros.

Tipos de cilindros y su significado clínico

Existen varios tipos de cilindros urinarios, y cada uno tiene implicaciones clínicas distintas:

  • Cilindros hialinos: Formados solo por uromodulina, son incoloros y homogéneos. Pueden ser normales en pequeñas cantidades, sobre todo tras ejercicio o fiebre.
  • Cilindros granulosos: Contienen proteínas y restos celulares degenerados. Se asocian a lesión tubular aguda o nefropatías crónicas.
  • Cilindros hemáticos: Incluyen eritrocitos, indican hematuria de origen glomerular, como en glomerulonefritis.
  • Cilindros leucocitarios: Con leucocitos, apuntan a pielonefritis o nefritis intersticial aguda.
  • Cilindros epiteliales: Contienen células epiteliales descamadas. Aparecen en necrosis tubular aguda o toxicidad renal.
  • Cilindros céreos: Indicativos de nefropatía crónica avanzada, tienen bordes romos y aspecto refringente.
  • Cilindros grasos: Asociados al síndrome nefrótico, contienen gotículas lipídicas.

Importancia diagnóstica de la cilindruria

El estudio de la cilindruria permite al médico conocer el estado funcional de los túbulos renales y orientar el diagnóstico hacia patologías glomerulares, intersticiales o sistémicas. La presencia de cilindros celulares es especialmente relevante porque sugiere inflamación, necrosis o lesión directa del parénquima renal.

Además, la cuantificación y el seguimiento de la cilindruria puede ayudar a valorar la respuesta al tratamiento o la evolución de la enfermedad. La ausencia de cilindros en una muestra no descarta enfermedad renal, pero su presencia, sobre todo si es persistente, requiere evaluación detallada.

Detección de la cilindruria en el análisis de orina

La detección de cilindros se realiza en el sedimento urinario, obtenido tras centrifugar una muestra reciente de orina. El sedimento se observa al microscopio óptico, donde se identifican los cilindros según su morfología, color y contenido.

Es importante que la orina se analice en un plazo corto tras la micción para evitar la degradación de los cilindros. El uso de técnicas como la microscopía de campo claro o de contraste de fases mejora la visualización y diferenciación entre tipos de cilindros.

Contextos clínicos en los que puede encontrarse cilindruria

La cilindruria puede observarse en múltiples situaciones clínicas:

  • Ejercicio físico intenso: genera cilindros hialinos o granulosos transitorios.
  • Infecciones urinarias altas: se asocian a cilindros leucocitarios.
  • Glomerulonefritis aguda: cursa con cilindros hemáticos, proteinuria y hematuria.
  • Necrosis tubular aguda: presenta cilindros epiteliales y granulosos.
  • Nefritis intersticial: con cilindros leucocitarios y eosinofilia.
  • Enfermedad renal crónica: puede mostrar cilindros céreos y granulosos.

Cuándo acudir al médico

Es recomendable acudir a consulta médica cuando se presenten las siguientes situaciones, especialmente si coinciden con la presencia de cilindruria:

  • Proteinuria persistente o aparición de espuma en la orina.
  • Hematuria (sangre visible en la orina) o microhematuria en análisis.
  • Edema en extremidades o cara, especialmente matutino.
  • Presión arterial elevada sin causa aparente.
  • Fatiga, pérdida de apetito o malestar general mantenido.

Precauciones para proteger la salud renal

Aunque la cilindruria no siempre refleja una enfermedad grave, es recomendable seguir hábitos que favorezcan la salud renal y prevengan lesiones estructurales:

  • Control de la presión arterial y glucemia en personas con hipertensión o diabetes.
  • Evitar el consumo excesivo de fármacos nefrotóxicos como AINEs o contrastes iodados sin supervisión médica.
  • Buena hidratación diaria, especialmente en climas cálidos o en pacientes con litiasis renal.
  • Dieta baja en sal y proteínas en personas con deterioro renal.
  • Evitar el sobrepeso y el sedentarismo.

Preguntas frecuentes sobre la cilindruria

¿Qué significa tener cilindros en la orina?

Significa que se han formado estructuras en los túbulos renales y han sido expulsadas con la orina. Pueden ser fisiológicos o indicar daño renal, según su tipo y cantidad.

¿Es normal tener cilindruria tras hacer deporte?

Sí, en algunas personas el ejercicio intenso puede generar cilindros hialinos o granulosos transitorios sin implicación patológica. Sin embargo, si persisten, deben ser valorados.

¿Los cilindros desaparecen con tratamiento?

Sí, si la causa subyacente se corrige, los cilindros pueden desaparecer. En enfermedades crónicas, su presencia puede mantenerse de forma estable.

¿La cilindruria siempre se asocia a enfermedad renal?

No. Algunos tipos como los hialinos en pequeñas cantidades pueden ser normales. Pero otros, como los hemáticos o granulosos, suelen indicar patología renal.

¿Se puede detectar la cilindruria con una tira reactiva?

No. La tira reactiva detecta leucocitos, nitritos, proteínas o sangre, pero no cilindros. Para identificarlos se necesita microscopía del sedimento urinario.

© Clínica Universidad de Navarra 2025