DICCIONARIO MÉDICO
Cilindro hemático
El cilindro hemático es un hallazgo microscópico en el análisis del sedimento urinario, caracterizado por la presencia de eritrocitos (glóbulos rojos) atrapados dentro de un molde de matriz proteica que se ha formado en los túbulos renales. Este hallazgo es considerado un marcador altamente específico de hematuria de origen glomerular, lo que indica daño en los glomérulos del riñón, y por tanto es un signo clínico de importancia en la valoración de enfermedades renales. La presencia de cilindros hemáticos en la orina nunca es un hallazgo fisiológico. Su detección sugiere una patología renal significativa, como una glomerulonefritis, una vasculitis sistémica o, en algunos casos, una nefropatía secundaria a enfermedades autoinmunes. La identificación precisa de este tipo de cilindros en el laboratorio clínico es fundamental para el diagnóstico diferencial de la hematuria. Los cilindros urinarios en general se forman en los túbulos renales, específicamente en los túbulos distales y colectores, a partir de la precipitación de la proteína de Tamm-Horsfall, una glicoproteína secretada por las células del túbulo renal. Cuando esta proteína se agrega en presencia de determinadas condiciones (como pH bajo o estasis tubular), puede atrapar diversos elementos celulares, entre ellos los glóbulos rojos. En el caso de los cilindros hemáticos, la filtración anormal de eritrocitos a través de la membrana glomerular dañada permite su paso al túbulo, donde quedan atrapados en el molde proteico. El resultado es un cilindro que, al observarse al microscopio, presenta forma cilíndrica y contiene múltiples hematíes en su interior, a menudo deformados por el paso tubular. Bajo el microscopio óptico, los cilindros hemáticos presentan las siguientes características: La correcta interpretación requiere experiencia en el análisis del sedimento urinario, ya que algunos cilindros pigmentados o granulosos pueden confundirse con cilindros hemáticos si no se realiza una adecuada correlación clínica y técnica. La detección de cilindros hemáticos tiene un alto valor diagnóstico y orienta de forma específica a enfermedades renales de origen glomerular. Algunas patologías asociadas son: Es importante señalar que la hematuria sin cilindros puede deberse a otras causas (urológicas, infecciosas, litiasis), mientras que la presencia de cilindros hemáticos es prácticamente patognomónica de hematuria glomerular. El estudio del sedimento urinario debe realizarse con orina reciente y centrifugada, idealmente dentro de los primeros 60 minutos tras la micción. La muestra se examina al microscopio, utilizando aumento de 400x para visualizar elementos celulares y cilindros. La identificación de cilindros hemáticos debe siempre correlacionarse con: En el contexto adecuado, la presencia de cilindros hemáticos justifica la realización de una biopsia renal para establecer un diagnóstico definitivo. El hallazgo de cilindros hemáticos tiene valor más allá del diagnóstico, ya que puede correlacionarse con la actividad y gravedad de la lesión glomerular. La persistencia de cilindros hemáticos en el seguimiento sugiere una enfermedad activa y posiblemente progresiva. Por el contrario, su desaparición con el tratamiento indica mejoría y remisión parcial o completa del proceso inflamatorio renal. Su detección puede utilizarse como marcador no invasivo de respuesta terapéutica, especialmente en pacientes con enfermedades autoinmunes tratadas con inmunosupresores. Es fundamental consultar con un especialista en nefrología o medicina interna cuando se presenten los siguientes signos o síntomas: Aunque no es posible prevenir directamente la aparición de cilindros hemáticos, sí pueden adoptarse medidas para proteger la salud renal y evitar la progresión de enfermedades glomerulares: Sí. Aunque pueden aparecer en fases iniciales o leves de enfermedades glomerulares, los cilindros hemáticos siempre son un hallazgo patológico y requieren evaluación médica. Sí. Especialmente con cilindros pigmentados o granulosos oscuros. La identificación precisa requiere experiencia en microscopía y correlación clínica. No es habitual. Las infecciones del tracto urinario suelen provocar piuria y bacteriuria, pero no cilindros hemáticos. Su presencia orienta más a enfermedad glomerular. Sí. Un tratamiento eficaz de la enfermedad subyacente (inmunosupresores, corticoides, etc.) puede hacer desaparecer los cilindros del sedimento urinario con el tiempo. Además del análisis de orina completo, se solicitan pruebas inmunológicas, estudios de función renal, ecografía renal y, en algunos casos, biopsia renal. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es el cilindro hemático
Formación de los cilindros hemáticos
Características microscópicas
Significado clínico
Diagnóstico y análisis del sedimento urinario
Valor pronóstico y seguimiento
Cuándo acudir al médico
Precauciones y cuidados del sistema urinario
Preguntas frecuentes sobre el cilindro hemático
¿La presencia de cilindros hemáticos siempre indica enfermedad renal grave?
¿Puede confundirse el cilindro hemático con otros tipos de cilindros?
¿Los cilindros hemáticos pueden aparecer en infecciones urinarias?
¿Se pueden eliminar los cilindros hemáticos con el tratamiento?
¿Qué pruebas se deben realizar tras detectar cilindros hemáticos?