DICCIONARIO MÉDICO

Célula delta

Qué es la célula delta

La célula delta, también conocida como célula D, es un tipo especializado de célula endocrina que se encuentra en varios órganos del sistema digestivo y endocrino, principalmente en el páncreas, el estómago y el intestino delgado. Su principal función es la secreción de somatostatina, una hormona que inhibe la liberación de otras hormonas digestivas y endocrinas.

La somatostatina actúa como un regulador fisiológico clave, controlando procesos como la digestión, la absorción de nutrientes y la secreción hormonal pancreática. Por su capacidad inhibitoria, se considera una hormona de retroalimentación negativa que contribuye a mantener el equilibrio hormonal.

Ubicación de las células delta en el cuerpo

Las células delta se encuentran en varios órganos, formando parte de sistemas endocrinos complejos:

  • Páncreas endocrino: dentro de los islotes de Langerhans, junto a las células alfa (productoras de glucagón) y beta (productoras de insulina).
  • Mucosa gástrica: principalmente en el antro del estómago, donde inhiben la secreción de ácido clorhídrico.
  • Intestino delgado: presentes en el duodeno y yeyuno, participando en la regulación local de enzimas digestivas y motilidad.

Función de las células delta

Secreción de somatostatina

La somatostatina es una hormona peptídica que inhibe la liberación de múltiples otras hormonas. Esta acción ocurre tanto de forma local (paracrina) como sistémica (endocrina). Sus efectos más relevantes incluyen:

  • Inhibición de la insulina y el glucagón en el páncreas.
  • Disminución de la secreción de ácido gástrico mediante la inhibición de células parietales y células G productoras de gastrina.
  • Reducción de la liberación de hormonas hipofisarias como la hormona del crecimiento (GH) y la TSH.
  • Modulación del vaciamiento gástrico y la motilidad intestinal.

Acción paracrina y endocrina

Las células delta tienen la capacidad de actuar de forma paracrina sobre células vecinas del mismo tejido (como las células alfa y beta del páncreas), o de forma endocrina si la somatostatina alcanza la circulación sistémica.

Somatostatina y sus isoformas

Existen dos formas principales de somatostatina producidas por las células delta:

  • Somatostatina-14: más común en el sistema nervioso central y en las células delta pancreáticas.
  • Somatostatina-28: predominante en el tracto gastrointestinal.

Ambas isoformas se unen a receptores específicos (SSTR1–SSTR5), presentes en distintos órganos. El conocimiento de estos receptores es clave en el diseño de fármacos como los análogos de somatostatina, utilizados en oncología y endocrinología.

Regulación de la actividad de las células delta

La actividad secretora de las células delta está influida por múltiples factores:

  • Glucosa: niveles elevados pueden estimular o inhibir su actividad, dependiendo del entorno hormonal.
  • Neurotransmisores: como la acetilcolina y la noradrenalina, que modulan su respuesta.
  • Péptidos intestinales: como colecistoquinina o secretina, que activan receptores específicos.

Relación con enfermedades endocrinas y digestivas

Diabetes mellitus

En personas con diabetes tipo 2, se ha observado una alteración en la comunicación entre células delta y beta, que contribuye a la disfunción de la secreción de insulina. Esta “desincronización hormonal” puede agravar la hiperglucemia.

Somatostatinoma

El somatostatinoma es un tumor neuroendocrino poco frecuente que secreta somatostatina en exceso. Puede producir síntomas como:

  • Hiperglucemia por inhibición de la insulina.
  • Esteatorrea por supresión de enzimas pancreáticas.
  • Litiasis biliar por inhibición de la vesícula biliar.

Enfermedades gástricas

En el estómago, la disminución de la somatostatina puede favorecer el exceso de producción de ácido gástrico, lo que contribuye a enfermedades como:

  • Gastritis crónica atrófica
  • Úlcera péptica
  • Síndrome de Zollinger-Ellison

Implicaciones terapéuticas

Análogos de somatostatina

Los análogos sintéticos de somatostatina (como octreotida, lanreotida o pasireotida) se utilizan en el tratamiento de diversas patologías:

  • Tumores neuroendocrinos
  • Acromegalia
  • Hemorragia digestiva por varices esofágicas

Estos fármacos actúan sobre los receptores SSTR y modulan la actividad secretora de células tumorales o gastrointestinales.

Cómo se estudian las células delta

Se emplean técnicas como:

  • Inmunohistoquímica: para identificar somatostatina y receptores SSTR.
  • Microscopía electrónica: para observar gránulos secretores característicos.
  • Estudios funcionales: como el test de supresión con octreotida o gammagrafía con análogos marcados (Octreoscan).

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica si aparecen signos compatibles con alteraciones en la función hormonal digestiva o pancreática, como:

  • Dolor abdominal crónico
  • Pérdida de peso involuntaria
  • Esteatorrea o diarreas persistentes
  • Alteraciones en la glucemia sin causa aparente

Preguntas frecuentes sobre la célula delta

¿Qué diferencia hay entre la célula delta y las células alfa y beta del páncreas?

Las células alfa secretan glucagón, las beta insulina, y las delta somatostatina. Esta última modula la actividad de las otras dos mediante un mecanismo de control local.

¿Las células delta solo se encuentran en el páncreas?

No. También están presentes en el estómago y el intestino delgado, donde cumplen funciones similares de inhibición hormonal local.

¿Qué pruebas detectan disfunciones en estas células?

La medición de somatostatina plasmática es posible, aunque poco frecuente. Se suelen emplear estudios indirectos mediante imágenes funcionales o pruebas hormonales específicas en sospecha de tumores endocrinos.

¿Qué ocurre si hay un exceso de somatostatina?

Puede producirse el síndrome del somatostatinoma, que genera síntomas como hiperglucemia, litiasis biliar y mala absorción digestiva.

¿Se puede modular su actividad con dieta?

Aunque no hay estudios concluyentes, una dieta equilibrada y baja en grasas puede disminuir la sobreestimulación del eje digestivo y, en ciertos casos, favorecer un perfil hormonal más estable.

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