DICCIONARIO MÉDICO

Canulación

¿Qué es la canulación?

La canulación es un procedimiento médico mediante el cual se introduce una cánula —tubo delgado y flexible o semirrígido— en un vaso sanguíneo, una cavidad corporal u otra estructura anatómica con el objetivo de facilitar el acceso al interior del organismo para administración de fármacos, extracción de fluidos, monitorización hemodinámica o realización de tratamientos específicos. Se trata de una técnica invasiva que debe realizarse bajo condiciones de asepsia estricta para evitar complicaciones infecciosas.

La canulación es una práctica frecuente en medicina de urgencias, anestesiología, cuidados intensivos, cirugía y otras muchas especialidades médicas. Su indicación varía en función de la vía de acceso requerida (venosa, arterial, respiratoria, digestiva, etc.) y del propósito clínico.

Tipos de canulación

1. Canulación venosa

La canulación venosa consiste en la inserción de una cánula en una vena con el fin de administrar líquidos, medicamentos, sangre o productos hemoderivados, o para obtener muestras sanguíneas.

  • Canulación venosa periférica: Se realiza en venas superficiales, habitualmente del dorso de la mano o del antebrazo. Es la forma más común y se utiliza en la mayoría de pacientes hospitalizados.
  • Canulación venosa central: Implica el acceso a venas de gran calibre como la subclavia, yugular interna o femoral. Permite la administración de fármacos irritantes o monitorización hemodinámica.

2. Canulación arterial

La canulación arterial se emplea principalmente para monitorización continua de la presión arterial y obtención frecuente de muestras de sangre arterial, especialmente en pacientes críticos. Se suele realizar en arterias como la radial, femoral o humeral.

3. Canulación respiratoria

Incluye procedimientos como la intubación endotraqueal o la colocación de cánulas orofaríngeas, nasofaríngeas o de traqueostomía, con el objetivo de garantizar la permeabilidad de la vía aérea y permitir la ventilación asistida.

4. Canulación digestiva

La canulación del tubo digestivo se refiere a la introducción de sondas como la nasogástrica o la nasoyeyunal para alimentación enteral, descompresión gástrica o administración de fármacos.

5. Canulación urológica

Implica la colocación de sondas vesicales (como la sonda de Foley) en la vejiga para drenar orina, monitorizar la diuresis o facilitar procedimientos urológicos.

6. Canulación linfática y otras menos frecuentes

Aunque es mucho menos habitual, la canulación de vasos linfáticos puede emplearse en investigaciones experimentales o en cirugía reconstructiva avanzada. También existen canulaciones específicas como la del conducto lagrimal en oftalmología o del oído medio en otorrinolaringología.

Indicaciones de la canulación

Las indicaciones de la canulación varían según el tipo de procedimiento, pero en general incluyen:

  1. Administración intravenosa de medicamentos, fluidoterapia o transfusiones.
  2. Monitorización hemodinámica continua en unidades de cuidados intensivos.
  3. Acceso prolongado en pacientes con enfermedades crónicas que requieren tratamientos intravenosos frecuentes.
  4. Ventilación mecánica en pacientes con insuficiencia respiratoria.
  5. Nutrición enteral o parenteral en pacientes que no pueden alimentarse por vía oral.

Técnica de canulación

1. Preparación del material

El procedimiento requiere un entorno estéril y la preparación cuidadosa del material necesario: guantes estériles, antiséptico, cánula del calibre adecuado, torniquete, apósito transparente, jeringas, solución salina y sistemas de infusión o sujeción.

2. Selección del sitio de punción

La elección del sitio se basa en la anatomía, la accesibilidad, las condiciones clínicas del paciente y la duración esperada del acceso. Se priorizan los sitios menos propensos a complicaciones.

3. Técnica de inserción

La inserción de la cánula se realiza bajo condiciones de asepsia. Se desinfecta la piel, se punciona la vena o cavidad deseada con aguja introductora, y se avanza la cánula una vez se obtiene retorno de sangre (en el caso de acceso vascular). A continuación, se fija con un apósito adecuado.

4. Verificación y fijación

Se comprueba la permeabilidad de la vía mediante el lavado con solución salina y se fija adecuadamente la cánula para evitar desplazamientos. En canulación arterial o central puede ser necesaria la confirmación por imagen.

Complicaciones de la canulación

Aunque se trata de una técnica habitual y generalmente segura, la canulación puede conllevar riesgos. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran:

  • Flebitis: inflamación de la vena por irritación o infección.
  • Infección local o sistémica: especialmente en canulaciones prolongadas o mal cuidadas.
  • Extravasación: fuga de fluidos fuera del vaso hacia el tejido subcutáneo.
  • Hematoma o hemorragia: por punción fallida o mala técnica.
  • Neumotórax: posible en canulación subclavia.
  • Embolia aérea: en accesos centrales si no se siguen las precauciones adecuadas.

Canulación en pacientes pediátricos

La canulación en neonatos, lactantes y niños presenta desafíos específicos debido a la menor visibilidad de las venas, la fragilidad de los tejidos y la mayor sensibilidad al dolor y al estrés. Se requieren cánulas de pequeño calibre, personal entrenado y, en ocasiones, ayuda de técnicas como la transiluminación o el uso de ecografía.

Canulación guiada por ecografía

El uso de ecografía en tiempo real ha revolucionado la práctica de la canulación, especialmente en accesos centrales o difíciles. Mejora la tasa de éxito y reduce complicaciones al permitir la visualización directa del vaso objetivo y las estructuras adyacentes.

Consideraciones éticas y de consentimiento

La canulación, como cualquier procedimiento invasivo, requiere el consentimiento informado del paciente o su representante legal, salvo en situaciones de emergencia vital. Es responsabilidad del personal médico explicar los riesgos, beneficios y alternativas, así como respetar la autonomía del paciente.

Mantenimiento de la cánula

Una vez colocada la cánula, es fundamental su mantenimiento adecuado para prevenir infecciones y prolongar su funcionalidad. Esto incluye:

  • Higiene rigurosa de manos antes de manipular la vía.
  • Revisión periódica del punto de inserción para detectar signos de infección o desplazamiento.
  • Cambios de apósito según protocolo o si se ensucia o despega.
  • Lavado de la cánula con solución salina para mantener la permeabilidad.

Alternativas a la canulación

En casos en los que la canulación no es viable o está contraindicada, pueden emplearse alternativas como:

  • Administración oral o sublingual de medicamentos, si el estado del paciente lo permite.
  • Inyecciones intramusculares o subcutáneas, para fármacos de acción rápida o sostenida.
  • Vías intraóseas, especialmente en pediatría o urgencias cuando no se consigue acceso venoso.

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