DICCIONARIO MÉDICO

Antiparasitario

Qué es un antiparasitario

Antiparasitario es el término utilizado en medicina para referirse a cualquier fármaco o agente terapéutico destinado a eliminar o inhibir el crecimiento de parásitos que afectan al ser humano. Los parásitos pueden incluir protozoos, helmintos (gusanos) y ectoparásitos como piojos o ácaros. La terapia antiparasitaria es una herramienta clave en la prevención, tratamiento y control de enfermedades parasitarias, que siguen siendo una causa significativa de morbilidad y mortalidad en muchas regiones del mundo, especialmente en países tropicales y en desarrollo.

Los medicamentos antiparasitarios pueden tener efectos específicos según el tipo de parásito y su ciclo vital. Por esta razón, la elección del fármaco debe estar guiada por el diagnóstico etiológico, la localización del parásito en el organismo, y factores del huésped como la edad, el estado inmunológico y la función hepatorrenal.

El uso racional de antiparasitarios es esencial para evitar la aparición de resistencia farmacológica, minimizar efectos adversos y garantizar una eficacia terapéutica óptima. Además, muchos de estos fármacos se encuentran en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS debido a su impacto en salud pública.

Clasificación de los antiparasitarios

La clasificación de los antiparasitarios depende del tipo de parásito al que se dirigen:

  • Antiprotozoarios: actúan contra protozoos (Ej. metronidazol, nitazoxanida).
  • Antihelmínticos: dirigidos contra helmintos intestinales o tisulares (Ej. albendazol, praziquantel).
  • Ectoparasiticidas: para parásitos externos (Ej. permetrina, ivermectina tópica).

A su vez, algunos fármacos tienen un espectro más amplio y pueden actuar contra varios tipos de parásitos. Por ejemplo, ivermectina tiene acción sobre nematodos intestinales y algunos ectoparásitos.

Principales antiparasitarios y sus usos clínicos

Entre los medicamentos antiparasitarios más utilizados, destacan:

  • Metronidazol: tratamiento de amebiasis, giardiasis, tricomoniasis.
  • Albendazol: amplio espectro contra helmintos (ascariasis, neurocisticercosis, equinococosis).
  • Prazicuantel: eficaz contra esquistosomiasis y teniasis.
  • Ivermectina: onchocercosis, estrongiloidiasis, escabiosis y pediculosis.
  • Permetrina: tratamiento tópico de sarna y pediculosis.
  • Miltefosina: leishmaniasis visceral y cutánea.

Cada uno de estos medicamentos tiene un perfil farmacocinético, posología y efecto adverso característico, que debe conocerse antes de iniciar un tratamiento.

Mecanismos de acción

Los antiparasitarios actúan mediante diversos mecanismos, según el grupo farmacológico:

  • Inhibición de síntesis de ADN o proteínas (Ej. metronidazol, nitazoxanida).
  • Alteración de la membrana celular del parásito (Ej. anfotericina B en leishmaniasis).
  • Interferencia en el metabolismo de la glucosa (Ej. benzimidazoles).
  • Parálisis neuromuscular del parásito (Ej. ivermectina, pamoato de pirantel).

Precauciones en el uso de antiparasitarios

Aunque en general son bien tolerados, algunos antiparasitarios pueden presentar efectos adversos o estar contraindicados en ciertos grupos:

  • Embarazo y lactancia: algunos fármacos como el albendazol están contraindicados en el primer trimestre.
  • Enfermedades hepáticas: deben monitorizarse transaminasas durante tratamientos prolongados.
  • Alergias previas a medicamentos antiparasitarios.
  • Interacciones farmacológicas (ej. metronidazol y alcohol, benzodiacepinas con ivermectina).

Cuándo acudir al médico

  • Si se presentan síntomas digestivos persistentes como diarrea, dolor abdominal o pérdida de peso.
  • Ante sospecha de infección parasitaria tras viajar a zonas endémicas.
  • Cuando un tratamiento antiparasitario no da resultado tras varios días.
  • Si aparecen efectos adversos como erupciones cutáneas, vértigo o alteraciones neurológicas.

Preguntas frecuentes sobre los antiparasitarios

¿Puedo tomar antiparasitarios como prevención?

En general no se recomienda el uso preventivo sin indicación médica, salvo en contextos concretos como viajes a zonas endémicas o tratamientos en masa durante campañas de salud pública.

¿Es necesario hacer análisis antes de tomar un antiparasitario?

Sí, el diagnóstico etiológico permite seleccionar el fármaco más eficaz y evitar el uso innecesario de medicamentos. El examen de heces y pruebas serológicas son fundamentales.

¿Los niños pueden tomar antiparasitarios?

Sí. Muchos antiparasitarios están aprobados para uso pediátrico, como el albendazol o el mebendazol, siempre bajo indicación médica y con la dosis ajustada al peso del niño.

¿Cuáles son los efectos secundarios más frecuentes?

Dependen del fármaco, pero incluyen náuseas, dolor abdominal, cefalea, somnolencia o reacciones alérgicas leves.

¿Qué hacer si los síntomas reaparecen tras el tratamiento?

Debe acudirse al médico para una revaluación diagnóstica, ya que puede tratarse de reinfección, resistencia o necesidad de un ciclo adicional.

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