DICCIONARIO MÉDICO
Amnesia
La amnesia es un trastorno de la memoria que se caracteriza por la incapacidad parcial o total para adquirir, almacenar, consolidar o evocar información previamente aprendida. A diferencia de la simple “mala memoria” o de la distracción pasajera, la amnesia obedece a alteraciones estructurales o funcionales en circuitos cerebrales específicos —sobre todo hipocampo, cuerpos mamilares, tálamo dorsomedial y corteza prefrontal— o a procesos psicológicos disociativos que bloquean el acceso consciente al recuerdo. Puede afectar tanto a los recuerdos ya establecidos (amnesia retrógrada) como a la capacidad de formar nuevas memorias (amnesia anterógrada), y cursar de forma aguda, subaguda o crónica, con repercusiones importantes en la autonomía personal, la orientación y la identidad. Los estímulos sensoriales alcanzan primero la corteza de asociación, que colabora con el hipocampo para codificar la información episódica. El hipocampo “empaqueta” trazas de memoria y las transfiere gradualmente a la corteza entorrinal y neocorteza, donde se produce la consolidación a largo plazo. Lesiones bilaterales del hipocampo, como las descritas en el icónico paciente H. M., anulan casi por completo la capacidad de fijar recuerdos nuevos, aun cuando la memoria procedimental y los aprendizajes implícitos permanezcan relativamente preservados. La evocación activa redes distribuidas que incluyen tálamo dorsomedial, cuerpos mamilares y corteza prefrontal dorsolateral. Trastornos de perfusión, traumatismos o déficits vitamínicos (p. ej., tiamina) en estas estructuras precipitan amnesias retrógradas selectivas o globales, como sucede en el síndrome de Korsakoff. Se inicia bruscamente con desorientación anterógrada y preguntas repetitivas, dura menos de 24 h y no deja secuelas duraderas. La resonancia puede mostrar lesiones puntiformes difusas en CA1 del hipocampo a las 24-48 h. Deriva de la deficiencia crónica de tiamina (alcoholismo, malnutrición). Combina amnesia anterógrada grave, confabulación y apatia. Las lesiones afectan cuerpos mamilares y tálamo. Es irreversible en fase establecida; la reposición temprana de tiamina es crítica. Tras traumatismo moderado-grave aparece un intervalo de amnesia postraumática cuya extensión se correlaciona con el pronóstico cognitivo. Lesiones axonales difusas interrumpen la conectividad hipocampal y subcortical. Se produce en contexto de estrés psicológico extremo. El paciente olvida información autobiográfica relevante, pero mantiene la memoria procedimental. El patrón de alteración no respeta la anatomía cerebral, lo que ayuda al diagnóstico diferencial. Se utilizan test breves (Mini-Mental, MOCA) y pruebas específicas de memoria (Rey Auditory Verbal Learning, Rivermead Behavioural Memory). En AGT el recuerdo diferido está abolido; en disociativa, la curva de aprendizaje suele ser normal con fallo selectivo en evocación autobiográfica. A diferencia de la amnesia focal, la demencia implica declive progresivo multidominio (lenguaje, funciones ejecutivas). El juicio y la conducta se alteran tempranamente. Alcohol, benzodiacepinas y anestésicos pueden causar lagunas anterógradas. La memoria revierte tras eliminar la droga, salvo en caso de toxicidad hipocampal (p. ej., ecstasy, ketamina). Presenta fluctuaciones del nivel de conciencia y alteraciones atencionales francas, ausentes en amnesias estructurales puras. Programas de entrenamiento mnemónico (asociación imagen-palabra, repetición espaciada), uso de ayudas externas (agendas electrónicas, alarmas) y terapia ocupacional enfocados en actividades de la vida diaria potencian la plasticidad residual y la compensación funcional. La estimulación transcraneal en corteza prefrontal dorsolateral se investiga como adyuvante. El apoyo familiar, la psicoeducación y la integración en grupos de rehabilitación reducen la ansiedad asociada a la pérdida de memoria y mejoran la adherencia. La amnesia global transitoria remite sin secuelas en 24 h. El sindrome de Korsakoff es habitualmente irreversible. Tras un TCE, la recuperación puede prolongarse 6-12 meses y depende de la extensión axonal. Las formas disociativas suelen resolverse con intervención psicológica, aunque la recurrencia es posible si persiste el estrés desencadenante. No. Habitualmente afecta periodos concretos o la capacidad de generar nuevos recuerdos; la mayoría conserva rasgos de personalidad y conocimientos previos. Sí. En la amnesia disociativa, el cerebro “desconecta” recuerdos traumáticos como mecanismo de protección psicológica. No existen garantías absolutas, pero la estimulación cognitiva, el ejercicio físico y la dieta sana favorecen la salud neuronal y reducen el riesgo de deterioro. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es amnesia
Neurobiología de la memoria y la amnesia
Formación y consolidación
Recuperación y evocación
Clasificación clínica
Según la temporalidad
Según la etiología
Principales síndromes amnésicos
Amnesia global transitoria (AGT)
Síndrome de Korsakoff
Amnesia post-TCE
Amnesia disociativa
Manifestaciones clínicas y evaluación
Signos característicos
Exploración neuropsicológica
Neuroimagen y biomarcadores
Diagnóstico diferencial
Demencia
Trastorno amnésico inducido por sustancias
Episodio confusional agudo (delirium)
Manejo terapéutico
Tratamiento etiológico
Rehabilitación cognitiva
Intervenciones psicosociales
Pronóstico
Prevención y recomendaciones
Precauciones prácticas
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿La amnesia borra toda la vida de la persona?
¿Es cierto que el estrés puede causar amnesia?
¿Se puede entrenar el cerebro para evitar la amnesia?