DICCIONARIO MÉDICO

Afasia sensitiva

La afasia sensitiva, también conocida como afasia de Wernicke, es un tipo de trastorno del lenguaje que se caracteriza por una alteración significativa de la comprensión del lenguaje hablado y escrito, a pesar de que el paciente conserva una fluidez verbal aparentemente normal. Esta forma de afasia es consecuencia de una lesión en el área de Wernicke, localizada en el lóbulo temporal posterior del hemisferio dominante (generalmente el izquierdo), región clave para la decodificación del lenguaje.

A diferencia de la afasia motora, en la afasia sensitiva el paciente habla con fluidez, pero su discurso carece de sentido o es incoherente, y no suele ser consciente de sus errores. Esta patología tiene un importante impacto funcional y social, ya que dificulta tanto la comunicación expresiva como receptiva.

Qué es la afasia sensitiva

La afasia sensitiva es un trastorno neurológico adquirido del lenguaje que afecta la comprensión auditiva y lectora y la capacidad de producir un lenguaje coherente. Aunque los pacientes suelen hablar con ritmo y entonación normales, el contenido de su discurso suele estar lleno de neologismos, parafasias (sustituciones de palabras) y frases sin coherencia. Además, existe una limitada conciencia del déficit, lo que complica su abordaje terapéutico.

El área cerebral más implicada en este tipo de afasia es el área de Wernicke, que participa en la interpretación del lenguaje. Esta región se conecta funcionalmente con otras áreas del lenguaje a través del fascículo arqueado, que comunica el área de Wernicke con el área de Broca (producción del habla).

Causas de la afasia sensitiva

Las principales causas de la afasia sensitiva son aquellas que afectan las estructuras temporoparietales del hemisferio dominante. Entre las más frecuentes se encuentran:

  • Accidente cerebrovascular isquémico, especialmente en la distribución de la arteria cerebral media posterior, que irriga el área de Wernicke.
  • Hemorragias cerebrales en regiones temporales.
  • Traumatismos craneoencefálicos con afectación cortical posterior.
  • Tumores cerebrales en el lóbulo temporal izquierdo.
  • Enfermedades neurodegenerativas, como la afasia primaria progresiva variante logopénica o la enfermedad de Alzheimer.
  • Infecciones del sistema nervioso central como encefalitis herpética con afectación temporal.

Síntomas de la afasia sensitiva

Los síntomas de la afasia sensitiva se manifiestan tanto en la comprensión como en la expresión del lenguaje:

  • Dificultad grave para comprender el lenguaje hablado, incluso frases simples.
  • Problemas de lectura (alexia) y escritura (agrafía), especialmente de carácter comprensivo.
  • Lenguaje fluido pero sin sentido, con errores de tipo semántico y fonológico.
  • Empleo de neologismos (palabras inventadas) y parafasias (sustitución de palabras por otras erróneas).
  • Anosognosia: el paciente suele no ser consciente de su alteración del lenguaje.
  • Dificultad para repetir frases, incluso las más sencillas.

Diagnóstico de la afasia sensitiva

El diagnóstico de afasia sensitiva requiere una evaluación neurológica y neuropsicológica detallada. Las herramientas diagnósticas incluyen:

  1. Entrevista clínica y observación directa del lenguaje del paciente.
  2. Test de lenguaje como el Boston Diagnostic Aphasia Examination o el Western Aphasia Battery.
  3. Pruebas de imagen cerebral: la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) permiten localizar lesiones cerebrales estructurales.
  4. Estudios neurofisiológicos: en casos seleccionados, como los derivados de epilepsia o procesos tumorales.

Tratamiento de la afasia sensitiva

El tratamiento es principalmente rehabilitador y multidisciplinar. Incluye:

  • Terapia del lenguaje: centrada en la recuperación de la comprensión verbal, la repetición y el acceso al vocabulario adecuado.
  • Estimulación semántica y fonológica: mediante ejercicios adaptados a las capacidades residuales del paciente.
  • Terapias basadas en la comunicación aumentativa y alternativa (CAA): útiles en casos severos o con escasa evolución.
  • Apoyo psicológico y psicoeducación familiar: para abordar la carga emocional y social del trastorno.

En algunos casos seleccionados, puede valorarse la intervención farmacológica coadyuvante, aunque no existen tratamientos farmacológicos específicos aprobados. Algunos ensayos han evaluado el uso de moduladores dopaminérgicos o agentes neuroprotectores.

Pronóstico y evolución

El pronóstico varía ampliamente según la causa, la extensión de la lesión, la edad del paciente y el tiempo hasta iniciar la rehabilitación. En casos de origen vascular, la evolución suele estabilizarse tras los primeros 6 meses, aunque una intervención temprana mejora significativamente la recuperación.

En pacientes con afasia sensitiva secundaria a enfermedades neurodegenerativas, como en la variante logopénica de la afasia primaria progresiva, el pronóstico es más reservado y el enfoque es principalmente compensatorio.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir de forma urgente a un centro médico si se presentan los siguientes síntomas:

  • Alteración súbita del lenguaje o dificultad para comprender lo que se escucha.
  • Incoherencia repentina en el habla, especialmente si va acompañada de otros síntomas neurológicos como debilidad o visión borrosa.
  • Pérdida de comprensión lectora o escritura sin causa aparente.

Precauciones y cuidados

La afasia sensitiva requiere adaptaciones tanto en el entorno del paciente como en la forma de comunicarse con él. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Hablar de forma clara, pausada y utilizando frases sencillas.
  • Apoyar la comunicación con gestos, imágenes o escritura.
  • Evitar interrumpir o corregir continuamente al paciente.
  • Fomentar la participación activa en la vida familiar y social, adaptando las actividades a sus capacidades.

Preguntas frecuentes sobre la afasia sensitiva

¿Qué diferencia hay entre la afasia sensitiva y la afasia motora?

La afasia sensitiva afecta principalmente la comprensión del lenguaje y se caracteriza por un habla fluida pero sin contenido coherente, mientras que la afasia motora afecta la producción del habla, conservando la comprensión relativamente intacta.

¿Un paciente con afasia sensitiva puede recuperar el habla normal?

La recuperación es variable. Algunos pacientes mejoran significativamente con terapia intensiva, especialmente si el daño cerebral es limitado y se interviene pronto. En otros casos, las secuelas pueden ser permanentes.

¿Se puede prevenir la afasia sensitiva?

La mejor forma de prevención es reducir los factores de riesgo vascular, como la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia y el tabaquismo, principales causas de ictus isquémico.

¿Puede coexistir la afasia sensitiva con otros tipos de afasia?

Sí. En ocasiones, especialmente en lesiones amplias o enfermedades progresivas, pueden coexistir rasgos de afasia sensitiva con afasia motora, dando lugar a cuadros mixtos o globales.

¿Qué papel tiene la familia en la rehabilitación?

Un papel fundamental. La implicación familiar en la comunicación, la estimulación lingüística diaria y el seguimiento terapéutico son claves en la evolución funcional del paciente.

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