Un grupo de voluntarios de la Clínica colabora en el Congo para prevenir el cáncer de cérvix

Un equipo de voluntarios integrado por profesionales sanitarios de la Clínica Universidad de Navarra y estudiantes de Enfermería y Medicina de la Universidad de Navarra trabaja en el Hospital de Monkole para prevenir esta enfermedad que causa la muerte de 6.000 mujeres cada año por un diagnóstico tardío

Imagen del equipo de voluntarios de la Clínica Universidad de Navarra en el Congo. 

27 de junio de 2025

Cuatro profesionales sanitarios de Ginecología, dos profesionales farmacéuticos, una profesora de la Facultad de Enfermería y siete estudiantes de Enfermería y Medicina integran el equipo de voluntarios del proyecto Elikia que ha viajado hasta el Congo. El objetivo: prevenir, diagnosticar y, cuando es posible, tratar el cáncer de cuello de útero en mujeres congoleñas, mediante el cribado temprano de lesiones precancerosas, causadas principalmente por el virus del papiloma humano (VPH).  En esta campaña se han propuesto atender a más de 500 mujeres en 15 días.

Elikia, que significa esperanza en lingala, es un proyecto impulsado hace ocho años por el doctor Luis Chiva, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra y apoyado por la Fundación Amigos de Monkole. En la República Democrática del Congo, el cáncer de cérvix es el cáncer ginecológico más frecuente y letal en el país y más de 6.000 mujeres mueren cada año por no haber sido diagnosticadas a tiempo. 

El Dr. Gabriel Reina, especialista del Servicio de Microbiología de la Clínica y responsable de la expedición, explica que las cifras son dramáticas porque no se realiza ningún tipo de prevención: “No hay vacunas ni un programa de cribado establecido por falta de recursos. Elika pretende hacer una detección precoz de las mujeres afectadas y que, de esta forma, se puedan salvar muchas vidas”.

La huella navarra en Monkole

Entre los siete estudiantes de la Universidad que viajaron el pasado 21 de junio al Congo se encuentra María Luzán, natural de Pamplona, que ha cursado segundo de Enfermería. María no olvidó meter en su maleta un San Fermín que lleva a todas partes, en recuerdo a un amigo fallecido. La pamplonesa asegura que es un sueño participar en este programa: “Desde pequeña he sabido lo importante que es ayudar a las personas que tenemos a nuestro alrededor, mis padres me han inculcado muy bien ese mensaje. Creo que debemos ayudar lo máximo que podamos, tanto a las personas de nuestro alrededor como a gente que necesita y vive lejos”. 

Leyre Echegoyen es farmacéutica. Natural de Burguete, en la actualidad está en su tercer año de residente en el Departamento de Microbiología de la Clínica. En el hospital de Monkole trabaja codo con codo con el doctor Reina. “Mi función principal es hacer todo el análisis microbiológico de las autónomas de las mujeres, para diagnóstico de VPH. Además, quiero que me sirva como rotación para la residencia y ver cómo funciona un laboratorio de microbiología en un país de bajos recursos, ver cómo se hace el diagnóstico de enfermedades tropicales, malaria, etc”, explica. 

Por su parte, Maite Larrea, natural de Pamplona y matrona en la Clínica, espera aportar su conocimiento para la prevención y el diagnóstico del cáncer y, quién sabe, traer algún pequeño al mundo. “Como matrona también me gustaría ayudar en la dilatación y expulsivo de partos y ser testigo de nacimientos”, apunta. 
Hildegart González Luis es profesora de la Facultad de Enfermería. Su tarea en este viaje es documentar y difundir cómo se desarrolla el proyecto. Adelanta además un futuro acuerdo de colaboración. “Vamos a acabar de perfilar el hermanamiento entre la Facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra y la escuela de Enfermería del Institut Supérieur en Sciences Infirmières (ISSI). El objetivo es poder impartir el año que viene un curso COIL entre ambas facultades que fortalezca la profesión de enfermería y mejore los cuidados brindados a la población en el Congo”.