Trasplante parcial de córnea: la cirugía mínimamente invasiva que evita trasplantar toda la córnea 

Tras la incorporación del oftalmólogo Naveiras Torres-Quiroga, uno de los desarrolladores del trasplante lamelar de córnea, concretamente de la técnica DMEK, la Clínica Universidad de Navarra realiza estas intervenciones que permiten tratar parcialmente la córnea en vez de realizar un trasplante completo  

14 de octubre de 2021

La Clínica Universidad de Navarra en Madrid realiza trasplantes parciales de córnea que permiten sustituir únicamente la capa afectada de la córnea del ojo en vez de realizar un trasplante completo. Estos trasplantes, conocidos como “lamelares”, están indicados en pacientes con distrofia endotelial de Fuchs, leucoma herpético, queratocono grave o queratopatía bullosa, entre otros.

“Hasta hace unos años, la única opción para hacer frente a estas enfermedades era el trasplante completo (penetrante), que consiste en reemplazar toda la córnea, independientemente de si alguna de las tres capas que forman la córnea seguía siendo funcional, por lo que el trasplante lamelar ha supuesto un gran avance para los pacientes”, indica el oftalmólogo de la Clínica el Dr. Miguel Naveiras Torres-Quiroga.

Los trasplantes parciales son cirugías mínimamente invasivas, lo que se traduce en una menor tasa de rechazo que el trasplante completo, rehabilitación más corta y sencilla, menor riesgo de complicaciones y, en definitiva, una mejora sustancial de la calidad de vida. 

El Dr. Miguel Naveiras Torres-Quiroga fue, en el equipo del Dr. Melles, uno de los desarrolladores de este tipo de trasplantes en Netherlands Institute For Innovative Ocular Surgery (Países Bajos) en el año 2010. En concreto, dentro de los diferentes procedimientos para realizar estos trasplantes, el doctor Naveiras participó en el desarrollo de la técnica DMEK. “Además de DMEK, existen otras técnicas en función de la patología y el estado del paciente”, destaca.

Tras la intervención, el paciente recibe el alta un día después y puede volver a sus actividades cotidianas a partir de la tercera semana, alcanzando el máximo potencial de su visión pasados seis meses o un año (dependiendo del procedimiento utilizado).

Infografía del trasplante lamelar en la Clínica Universidad de Navarra.