Cuidar la medicación y las rutinas evita las complicaciones del hipotiroidismo durante el verano 

El Dr. Juan Zubiría, endocrinólogo de la Clínica Universidad de Navarra, advierte de que seguir el tratamiento durante las vacaciones evita la intensificación de los síntomas y advierte de la importancia de tenerlo en cuenta al planificar viajes 

20 de agosto de 2025

Las vacaciones de verano suelen llevar consigo el cambio de horarios, rutinas, localizaciones y esto puede suponer un reto para las patologías crónicas, como el hipotiroidismo. Por eso, el Dr. Juan Zubiría, especialista en Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, recuerda la importancia de mantener el tratamiento pautado, ya que “con una adecuada supervisión médica, quienes conviven con hipotiroidismo pueden disfrutar de las vacaciones estivales sin complicaciones, siempre que mantengan su medicación y estén atentos a las señales que pueda enviar el cuerpo”.  

En esta época del año, síntomas como la fatiga o el letargo pueden hacerse más evidentes debido al incremento de temperaturas y a la dificultad de la tiroides para una correcta termorregulación. Por eso, cobra especial importancia mantener las pautas de la medicación. “La hormona tiroidea en comprimidos debe tomarse en ayunas, al menos media hora antes de ingerir alimentos o cualquier otro medicamento, para garantizar su eficacia. Al planificar los viajes es importante controlar que se tienen las dosis suficientes, no dejársela en casa, y establecer un recordatorio al levantarse”, recomienda el Dr. Zubiría. 

El hipotiroidismo es un trastorno endocrino que se produce cuando la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de hormonas, que son fundamentales para regular funciones clave del organismo, como el metabolismo energético, la digestión o regular la temperatura corporal. Aunque su manifestación puede ser silenciosa, se estima que el 2% de las mujeres españolas lo padecen, frente a un 0,2% de los hombres. El diagnóstico suele darse con mayor frecuencia entre los 40 y los 60 años, aunque también se presenta en edades más tempranas. 

Genética y embarazo 

Una de las etapas clave en las que se presta especial atención al funcionamiento de la tiroides es el embarazo. Las hormonas tiroideas son importantes para el desarrollo neurológico y el crecimiento del feto, especialmente durante la primera mitad de la gestación, cuando el bebé todavía no produce sus propias hormonas. Por este motivo, en España se realiza un cribado universal en el primer trimestre del embarazo. En mujeres con diagnóstico previo, suele ser necesario ajustar la dosis del tratamiento para garantizar un aporte hormonal adecuado. “Con un control correcto, no tiene por qué haber complicaciones”, señala el especialista. 

Aunque existe una cierta predisposición genética, tener familiares con hipotiroidismo no implica necesariamente estar abocados a padecer la enfermedad. Según explica el endocrinólogo, se observa mayor probabilidad en personas con antecedentes familiares, pero eso no significa que sea hereditaria en todos los casos. 

Por último, el Dr. Zubiría subraya que, aunque el hipotiroidismo es más frecuente, el hipertiroidismo suele considerarse más grave por los riesgos asociados, como las alteraciones cardíacas o la pérdida rápida de peso. En cualquier caso, ambas patologías cuentan hoy con tratamientos eficaces y seguros.