La combinación de dos pruebas PET permite prever mejor qué pacientes desarrollarán demencia alzhéimer a corto plazo

Un estudio realizado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra y publicado en la European Journal of Nuclear Medicine and Molecular Imaging demuestra la ventaja de estas técnicas diagnósticas de neuroimagen en personas con deterioro cognitivo leve  

De izquierda a derecha, el Dr. Arbizu, la Dra. Echeveste y el Dr. Mario Riverol, en la sala de PET.

19 de mayo de 2025

Un estudio realizado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra y publicado en la European Journal of Nuclear Medicine and Molecular Imaging ha demostrado los beneficios de combinar el PET de amiloide y el PET de FDG para identificar de manera más precisa qué pacientes con deterioro cognitivo leve tienen mayor riesgo de desarrollar a corto plazo demencia asociada a la enfermedad de Alzheimer.  

 El PET de amiloide es una prueba de neuroimagen que detecta la presencia de esta proteína en el cerebro. Se trata de uno de los principales marcadores de la enfermedad de Alzheimer y puede aparecer hasta 20 años antes de que se manifiesten los primeros síntomas cognitivos. Por otro lado, el PET de FDG sirve para medir el consumo de glucosa del cerebro y para comprobar si hay áreas de este órgano que están funcionando mal por un menor gasto de esta sustancia.  

Según el Dr. Javier Arbizu, director del Servicio de Medicina Nuclear de la Clínica, “estas dos herramientas son valiosas y complementarias, ya que nos ayudan a predecir la progresión del alzhéimer. Además, al ser una técnica diagnóstica no invasiva, es fácil de realizar y permite tomar imágenes del cerebro del paciente para determinar la carga de placas de amiloide y la degeneración de las neuronas”. 

El estudio incluye los casos de 145 pacientes a los que se les realizaron estas pruebas en una etapa temprana de su enfermedad. A todos ellos se les realizó un seguimiento entre 2013 y 2021, después de ser divididos en cuatro grupos en función de los resultados obtenidos. La Dra. Beatriz Echeveste, neuróloga de la Clínica, explica que “los resultados han mostrado que, si el paciente presenta un PET de amiloide positivo, sabrá con casi toda certeza que tendrá alzhéimer en el futuro. Además, si su PET FDG también resulta positivo, lo desarrollará antes. Por el contrario, quienes obtienen resultados negativos en ambas pruebas tienden a mantenerse estables en el desarrollo de su deterioro. Por eso, podemos afirmar que es importante recurrir a ambas técnicas diagnósticas de manera conjunta para que tanto los pacientes como su familia conozcan la previsión cuanto antes”.  

El alzhéimer es una enfermedad de la que se detectan 40.000 nuevos casos al año en España. Pese a no tener cura, existen medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y, en algunos casos, a ralentizar su progresión. Entre estos tratamientos destacan los fármacos antiamiloides, que buscan reducir la acumulación de esta proteína en el cerebro y retrasar el deterioro cognitivo que se produce en las fases tempranas de la enfermedad. “Conocer la presencia de esta proteína en el cerebro y su influencia puede servirnos para establecer líneas terapéuticas que eviten la progresión de esta patología”, afirma la Dra. Echeveste.