DICCIONARIO MÉDICO

Trastorno somatomorfo

¿Qué es el trastorno somatomorfo?

El trastorno somatomorfo, ahora conocido como trastorno de síntomas somáticos según la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), es un término médico que se utiliza para describir un grupo de trastornos psicológicos caracterizados por síntomas físicos que no tienen una causa médica identificable. Los pacientes con trastorno somatomorfo a menudo se presentan con múltiples quejas físicas que pueden variar en gravedad e incluir síntomas como dolor, problemas gastrointestinales, problemas respiratorios, problemas neurológicos y fatiga.

Es importante subrayar que los síntomas no son fingidos ni deliberadamente provocados por el paciente. Las personas con trastorno somatomorfo experimentan un sufrimiento genuino y creen firmemente que sus síntomas tienen una causa orgánica. Sin embargo, las pruebas médicas y los exámenes físicos a menudo no logran encontrar una explicación médica para los síntomas. Esto puede llevar a los pacientes a buscar constantemente atención médica y a someterse a repetidos exámenes y pruebas, lo que puede generar frustración tanto en el paciente como en el médico.

El diagnóstico de trastorno somatomorfo se basa en la presencia de síntomas físicos persistentes y sin explicación médica, que causan angustia o disfunción significativas y que no se explican mejor por otro trastorno mental. Es importante mencionar que para realizar el diagnóstico, no es necesario que los síntomas estén asociados a un estrés psicológico o a conflictos emocionales. En cambio, la clave para el diagnóstico es el grado de pensamiento, sentimiento y comportamiento excesivamente negativos que el paciente tiene hacia sus síntomas.

El trastorno somatomorfo puede ser difícil de tratar debido a la creencia firme y persistente del paciente de que sus síntomas tienen una causa física. La intervención más eficaz para este trastorno implica una combinación de terapias psicológicas, principalmente la terapia cognitivo-conductual, y a veces el uso de medicación. La terapia cognitivo-conductual se centra en ayudar a los pacientes a cambiar los patrones de pensamiento negativos y a aprender habilidades de afrontamiento para manejar sus síntomas.

Además, en algunos casos, se pueden usar medicamentos, principalmente antidepresivos y ansiolíticos, para aliviar algunos de los síntomas del trastorno, como la ansiedad y la depresión, que a menudo se encuentran en estos pacientes. Es importante tener en cuenta que el uso de medicación debe ser manejado con precaución, ya que estos pacientes a menudo son susceptibles a los efectos secundarios de los medicamentos y pueden desarrollar dependencia de los mismos.

La educación del paciente es también un componente crucial del tratamiento, ya que ayuda a los pacientes a entender la naturaleza de su enfermedad y la falta de una causa médica subyacente para sus síntomas. Una buena relación médico-paciente basada en la confianza y el respeto mutuo también es esencial para el manejo exitoso de estos casos.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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