DICCIONARIO MÉDICO

Termocoagulación del trigémino

¿Qué es la termocoagulación del trigémino?

La termocoagulación del trigémino es un procedimiento médico mínimamente invasivo empleado en el tratamiento de la neuralgia del trigémino, una afección caracterizada por un dolor intenso y recurrente en la cara que afecta a las áreas inervadas por el nervio trigémino. Esta técnica utiliza el calor generado por la corriente eléctrica de alta frecuencia o la energía de radiofrecuencia para coagular y lesionar de manera selectiva las fibras nerviosas responsables de la transmisión del dolor, logrando así un alivio sintomático del paciente.

La neuralgia del trigémino es un trastorno que puede ser debilitante y afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Su etiología no siempre es clara, pero puede estar relacionada con la compresión vascular del nervio trigémino, la esclerosis múltiple u otras afecciones neurológicas. El tratamiento de primera línea para esta afección suele ser farmacológico, utilizando medicamentos anticonvulsivos, analgésicos y, en algunos casos, antidepresivos. Sin embargo, cuando el tratamiento farmacológico no es suficiente o no se tolera bien, se pueden considerar opciones de tratamiento intervencionista, como la termocoagulación del trigémino.

El procedimiento de termocoagulación del trigémino se realiza en un entorno hospitalario, generalmente bajo sedación y anestesia local. El médico introduce una aguja a través de la mejilla del paciente y, con la ayuda de técnicas de imagen, como la fluoroscopia, guía la aguja hasta el ganglio de Gasser, una estructura nerviosa localizada en la base del cráneo donde convergen las tres ramas del nervio trigémino. Una vez que se ha alcanzado el ganglio, se introduce un electrodo a través de la aguja y se aplica corriente eléctrica de alta frecuencia o energía de radiofrecuencia para generar calor y coagular las fibras nerviosas específicas que transmiten el dolor.

La termocoagulación del trigémino es un procedimiento efectivo para el alivio del dolor en la mayoría de los pacientes, aunque no todos experimentan una resolución completa de los síntomas. Los resultados pueden variar, y algunos pacientes pueden requerir tratamientos adicionales o complementarios. Además, la eficacia del procedimiento puede disminuir con el tiempo, lo que podría requerir intervenciones repetidas.

A pesar de ser mínimamente invasiva, la termocoagulación del trigémino no está exenta de riesgos y complicaciones. Entre las posibles complicaciones se encuentran infecciones, reacciones adversas a la anestesia, hematomas, daño a los tejidos circundantes y efectos secundarios, como la pérdida de sensibilidad en la cara, debilidad muscular o incluso anestesia dolorosa del trigémino, una complicación rara pero potencialmente debilitante. Por ello, es fundamental que el médico y el paciente discutan a fondo los riesgos y beneficios del procedimiento antes de llevarlo a cabo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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