DICCIONARIO MÉDICO

Síndrome de la fisura esfenoidal

¿Qué es el síndrome de la fisura esfenoidal?

El síndrome de la fisura esfenoidal se refiere a un conjunto de síntomas y signos clínicos derivados de una patología que afecta, compromete o comprime las estructuras que pasan a través de esta fisura esfenoidal.

En términos anatómicos, la fisura esfenoidal, también conocida como fisura orbitaria superior, es una estructura en forma de hendidura localizada entre el ala mayor y el ala menor del hueso esfenoides. Esta fisura conecta la órbita con la fosa craneal media, permitiendo el paso de varias estructuras neurovasculares que son vitales para el funcionamiento y la sensibilidad del ojo, así como para la motilidad ocular.

Las estructuras que pasan a través de la fisura esfenoidal incluyen: el nervio oftálmico (primera rama del nervio trigémino), las ramas del nervio motor ocular común y del nervio abducens, y las venas y arterias oftálmicas. Dada esta riqueza anatómica, cualquier alteración patológica que afecte la fisura esfenoidal puede tener repercusiones clínicas significativas.

Las causas pueden ser múltiples, y abarcan desde tumores, traumatismos, inflamaciones, aneurismas arteriales, entre otras afecciones. Dependiendo de qué estructura esté afectada dentro de la fisura, los síntomas varían. Por ejemplo, un compromiso del nervio oftálmico puede resultar en pérdida de sensación en el territorio de este nervio, mientras que una lesión del nervio motor ocular común puede dar lugar a diplopía (visión doble) por parálisis de los músculos extraoculares.

En muchos casos, el síndrome de la fisura esfenoidal puede ser la primera manifestación clínica de una enfermedad subyacente más grave. Esto hace que su identificación y comprensión sean cruciales para el médico, especialmente para el neurólogo, el neurocirujano y el oftalmólogo, quienes suelen ser los especialistas primarios en enfrentar y manejar estas afecciones.

Desde el punto de vista del diagnóstico, se hace necesario llevar a cabo estudios por imágenes de alta resolución, como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) para visualizar y entender la extensión de la patología que está afectando la fisura esfenoidal. La imagenología es esencial para determinar el tipo, tamaño y extensión de la lesión, y para planificar una eventual intervención quirúrgica si fuera necesario.

El tratamiento del síndrome de la fisura esfenoidal variará según la causa subyacente. Si se trata de un tumor, la cirugía puede ser el pilar del tratamiento, seguida o acompañada de radioterapia o quimioterapia, según el tipo y grado de malignidad del tumor. Si la causa es un aneurisma, el tratamiento endovascular puede ser una opción. En otros casos, como inflamaciones o infecciones, el tratamiento médico con medicamentos puede ser suficiente. Es esencial que cada paciente sea evaluado de manera individualizada, y que el enfoque terapéutico se base en la etiología específica de la patología y en la clínica del paciente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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