DICCIONARIO MÉDICO

Sarampión

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una enfermedad infecciosa, aguda y altamente contagiosa, causada por el virus del sarampión, un paramixovirus del género Morbillivirus. Se caracteriza por un conjunto de síntomas que incluyen fiebre, tos, conjuntivitis y un característico exantema cutáneo. 

En un primer acercamiento a la enfermedad, es fundamental entender que el virus del sarampión se transmite por contacto directo con las gotas infectadas de la nariz o la boca de una persona enferma, mediante la tos o el estornudo, y puede permanecer activo en superficies y en el aire durante varias horas. Es una enfermedad que se presenta en todo el mundo y puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente en niños. 

La patogénesis del sarampión se inicia con la entrada del virus a través del tracto respiratorio. Posteriormente, el virus se disemina por todo el cuerpo a través del sistema linfático y sanguíneo. Los primeros síntomas generalmente aparecen entre 10 y 14 días después de la infección y pueden incluir fiebre, tos, rinorrea, ojos rojos y doloridos, seguidos por un exantema cutáneo, que generalmente se inicia en la cara y se extiende a todo el cuerpo.

El sarampión puede ser grave, e incluso fatal, en algunos casos. Las complicaciones que pueden surgir incluyen otitis media, neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) y un raro trastorno degenerativo del sistema nervioso central conocido como panencefalitis esclerosante subaguda.

Para el diagnóstico del sarampión, los médicos suelen basarse en la presentación clínica, aunque el diagnóstico puede ser confirmado mediante pruebas serológicas o detección del virus en la orofaringe o en la orina. 

La prevención del sarampión es esencial y se realiza a través de la vacunación. La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) es altamente efectiva y se administra en dos dosis durante la infancia. Sin embargo, hay grupos de población que no están vacunados por diversas razones, como problemas de acceso a la atención médica o creencias personales. Esto ha llevado a brotes de la enfermedad en algunas regiones, a pesar de las campañas de vacunación.

El tratamiento del sarampión se centra en aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones, ya que no existe un tratamiento antiviral específico para esta enfermedad. Algunas medidas incluyen reposo, hidratación adecuada y tratamiento sintomático de la fiebre y la tos. En algunos casos, puede ser necesario el ingreso hospitalario.

Es crucial subrayar la importancia de la consulta médica al sospechar sarampión. La notificación a las autoridades sanitarias es obligatoria en muchos países debido a la alta contagiosidad de la enfermedad y a su potencial gravedad.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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