Núcleo pulposo

El núcleo pulposo es una estructura central ubicada dentro del disco intervertebral, la cual desempeña un papel fundamental en la amortiguación de cargas y en la movilidad de la columna vertebral. Compuesto principalmente por agua, colágeno y proteoglicanos, este núcleo permite que los discos actúen como amortiguadores entre las vértebras, distribuyendo las fuerzas de compresión y facilitando los movimientos vertebrales.

El núcleo pulposo tiene una relevancia clínica significativa, ya que su degeneración o desplazamiento puede dar lugar a patologías como la hernia discal lumbar, una de las causas más comunes de dolor lumbar y ciática.

Qué es el núcleo pulposo

El núcleo pulposo es una masa gelatinosa situada en el centro del disco intervertebral, rodeada por una capa más resistente conocida como el anillo fibroso. Su composición rica en agua le permite adaptarse a las presiones ejercidas durante las actividades diarias, como caminar, correr o levantar objetos, manteniendo la estabilidad y flexibilidad de la columna vertebral.

Con el tiempo, el núcleo pulposo puede sufrir cambios degenerativos debido al envejecimiento, lesiones o sobrecargas mecánicas, lo que puede llevar a una disminución en su capacidad para amortiguar las cargas y, en algunos casos, a la protrusión o herniación del disco intervertebral.

Funciones del núcleo pulposo

El núcleo pulposo cumple varias funciones esenciales para la biomecánica de la columna vertebral:

Amortiguación de cargas: Absorbe y distribuye las fuerzas de compresión que se generan durante el movimiento y la postura.
Facilita la movilidad: Permite movimientos como flexión, extensión, inclinación lateral y rotación de la columna vertebral.
Mantenimiento de la altura discal: Contribuye a la separación entre las vértebras, evitando el contacto directo y la fricción entre ellas.
Distribución de presión: Asegura que las fuerzas se distribuyan uniformemente a través del disco y la columna.

Composición del núcleo pulposo

El núcleo pulposo está compuesto principalmente por:

Agua: Constituye entre el 70-90% de su peso en personas jóvenes, lo que le confiere su característica gelatinosa y elástica.
Proteoglicanos: Moléculas que atraen agua y mantienen la hidratación del núcleo.
Colágeno: Proporciona resistencia y estructura al núcleo.
Células especializadas: Ayudan en la síntesis y el mantenimiento de los componentes del núcleo.

Relevancia clínica del núcleo pulposo

La degeneración o alteración del núcleo pulposo puede llevar a diversas condiciones clínicas:

Hernia discal

Ocurre cuando el núcleo pulposo se desplaza hacia fuera del disco debido a una ruptura en el anillo fibroso, comprimiendo estructuras nerviosas cercanas. Los síntomas incluyen dolor lumbar, ciática y debilidad muscular.

Degeneración discal

Con el envejecimiento, el núcleo pulposo pierde agua y elasticidad, lo que puede disminuir su capacidad de amortiguación y provocar dolor crónico o rigidez en la columna.

Síndrome de disco negro

Es un signo radiológico de degeneración severa del disco, en el que el núcleo pierde su contenido acuoso, apareciendo oscuro en imágenes de resonancia magnética.

Espondilosis

La degeneración crónica del núcleo pulposo puede contribuir al desarrollo de espondilosis, un trastorno caracterizado por la aparición de osteofitos y reducción del espacio intervertebral.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica si se presentan los siguientes síntomas relacionados con posibles alteraciones en el núcleo pulposo:

Dolor lumbar persistente: Especialmente si irradia hacia las extremidades inferiores.
Debilidad muscular: Sensación de pérdida de fuerza en piernas o brazos.
Entumecimiento o parestesia: Hormigueo o pérdida de sensibilidad en las extremidades.
Limitación de movimientos: Rigidez o dificultad para realizar actividades diarias debido al dolor o incomodidad.

Precauciones

Para proteger la salud del núcleo pulposo y prevenir su degeneración, se recomiendan las siguientes medidas:

Mantener una buena postura: Evitar posturas prolongadas que ejerzan presión excesiva sobre la columna.
Realizar ejercicio regular: Actividades como natación, yoga o pilates fortalecen los músculos de soporte de la columna.
Evitar cargas pesadas: Levantar objetos correctamente para reducir la tensión en los discos intervertebrales.
Mantener un peso saludable: Reducir la carga mecánica sobre la columna vertebral.

Preguntas frecuentes sobre el núcleo pulposo

¿Qué pasa si el núcleo pulposo se daña?

El daño o desplazamiento del núcleo pulposo puede resultar en condiciones como hernias discales, que causan dolor, inflamación y compresión de los nervios espinales.

¿Es posible regenerar el núcleo pulposo?

Actualmente, los tratamientos de regeneración, como la terapia celular o el uso de biomateriales, están en investigación, pero no existen soluciones clínicas ampliamente aceptadas.

¿Cómo se diagnostican los problemas del núcleo pulposo?

Los problemas del núcleo pulposo se diagnostican mediante estudios de imagen como resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC), que permiten evaluar la integridad del disco intervertebral.

¿Qué ejercicios ayudan a cuidar el núcleo pulposo?

Ejercicios de bajo impacto como la natación, estiramientos y fortalecimiento del core son recomendados para mantener la salud de los discos intervertebrales.

¿Qué tratamientos existen para una hernia de núcleo pulposo?

Los tratamientos pueden incluir fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios, inyecciones epidurales y, en casos graves, cirugía como discectomía o artrodesis.