DICCIONARIO MÉDICO

Nistagmo congénito

El nistagmo congénito es un trastorno ocular caracterizado por movimientos involuntarios y repetitivos de los ojos que se presentan desde el nacimiento o en los primeros meses de vida. Este trastorno puede afectar la visión, dificultando la capacidad del individuo para fijar la vista en objetos de manera estable.

Qué es el nistagmo congénito

El nistagmo congénito es un tipo de nistagmo que está presente desde el nacimiento o se desarrolla durante los primeros meses de vida. Se caracteriza por movimientos involuntarios y oscilantes de los ojos que pueden ser horizontales, verticales o rotatorios. A diferencia del nistagmo adquirido, que se desarrolla más tarde en la vida debido a diversas condiciones médicas, el nistagmo congénito generalmente no se asocia con problemas neurológicos o del oído interno.

El nistagmo congénito suele ser un trastorno benigno y de curso estable, lo que significa que no empeora con el tiempo. Aunque puede no afectar gravemente la visión, los movimientos oculares anormales pueden interferir con la capacidad de una persona para enfocar objetos y realizar tareas que requieren una visión clara y estable, como leer o conducir.

Causas del nistagmo congénito

El nistagmo congénito se produce cuando hay una disfunción en el sistema de control ocular, que incluye el cerebro, los músculos oculares y el sistema vestibular. Aunque a menudo no se encuentra una causa específica, existen varias teorías sobre su origen, que incluyen:

  • Anomalías en el desarrollo del sistema nervioso central: Se cree que las anomalías en el cerebro, especialmente en el área responsable del control ocular, pueden causar el nistagmo congénito. Estas anomalías pueden estar relacionadas con el desarrollo anómalo de las estructuras del cerebro que controlan los movimientos oculares.
  • Trastornos hereditarios: En algunos casos, el nistagmo congénito puede estar relacionado con factores genéticos. Es posible que los padres transmitan una predisposición a desarrollar este trastorno ocular, especialmente si hay antecedentes familiares de nistagmo o problemas oculares.
  • Problemas visuales: El nistagmo congénito también puede estar asociado con problemas visuales no corregidos, como el estrabismo o la ambliopía (ojo vago), que afectan la capacidad de los ojos para trabajar de manera coordinada.
  • Enfermedades metabólicas o sistémicas: Algunas condiciones metabólicas o sistémicas, como las enfermedades mitocondriales o ciertas disfunciones del sistema nervioso periférico, pueden estar asociadas con el desarrollo del nistagmo congénito.

Tipos de nistagmo congénito

El nistagmo congénito puede clasificarse en diferentes tipos según la dirección y el patrón de los movimientos oculares. Los principales tipos incluyen:

  • Nistagmo horizontal: Es el tipo más común de nistagmo congénito y se caracteriza por movimientos oscilantes de los ojos de lado a lado. Este tipo de nistagmo puede ser más evidente cuando el paciente está mirando hacia un lado, y a menudo se asocia con dificultades para fijar la vista.
  • Nistagmo vertical: En este tipo, los ojos realizan movimientos hacia arriba y hacia abajo. Aunque es menos común que el nistagmo horizontal, puede ser igualmente incapacitante y afectar la visión.
  • Nistagmo rotatorio: Los movimientos oculares en el nistagmo rotatorio siguen un patrón circular o de espiral. Este tipo de nistagmo es relativamente raro, pero puede estar relacionado con ciertos trastornos neurológicos.
  • Nistagmo pendular: Este tipo de nistagmo presenta movimientos oculares suaves y oscilantes, sin una dirección fija, es decir, los ojos se mueven de manera similar hacia ambos lados sin tener una tendencia clara hacia un punto específico. El nistagmo pendular puede estar asociado con problemas de visión o de coordinación ocular.

Diagnóstico del nistagmo congénito

El diagnóstico del nistagmo congénito comienza con un examen físico completo, que incluye una evaluación detallada de los movimientos oculares. El médico buscará patrones específicos de movimiento y determinará si el nistagmo está asociado con otras afecciones oculares o neurológicas. Los pasos en el diagnóstico incluyen:

  • Historia médica completa: El médico preguntará acerca de los antecedentes familiares, el desarrollo visual del paciente, y si se han presentado otros problemas oculares o neurológicos.
  • Examen ocular: Se realizará un examen físico detallado de los ojos, que incluye pruebas de agudeza visual, coordinación ocular y movimientos oculares.
  • Pruebas neurológicas: Si se sospecha que el nistagmo congénito está relacionado con un trastorno neurológico, se pueden realizar pruebas adicionales para evaluar la función del sistema nervioso central, como resonancias magnéticas (RM) o tomografías computarizadas (TC).
  • Pruebas de visión: Si el nistagmo está relacionado con problemas de visión, como el estrabismo o la ambliopía, se realizarán pruebas para evaluar la agudeza visual y la coordinación de los ojos.

Tratamiento del nistagmo congénito

El tratamiento del nistagmo congénito varía dependiendo de la gravedad del trastorno y si existen otros problemas subyacentes que afectan la visión. En algunos casos, el nistagmo puede no requerir tratamiento, pero en otros, el tratamiento puede ser necesario para mejorar la visión y la calidad de vida del paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  • Corrección de problemas visuales: Si el nistagmo está asociado con problemas visuales como el estrabismo o la ambliopía, el tratamiento puede incluir el uso de gafas, parches o cirugía ocular para corregir el problema.
  • Medicamentos: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos como sedantes o anticonvulsivos para ayudar a reducir los movimientos oculares involuntarios.
  • Cirugía ocular: En casos graves de nistagmo congénito que no responden a otros tratamientos, la cirugía ocular puede ser una opción. La cirugía puede ayudar a mejorar la alineación ocular y reducir la intensidad de los movimientos.
  • Terapia visual: Las terapias visuales, como el entrenamiento ocular o el uso de prismas, pueden ayudar a mejorar la coordinación ocular y reducir la fatiga visual en personas con nistagmo congénito.
  • Ajustes en la calidad de vida: Para algunas personas con nistagmo congénito, ajustes en su entorno, como mejorar la iluminación, utilizar dispositivos de aumento o realizar cambios en las actividades diarias, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida.

Cuándo acudir al médico

Es importante acudir a un médico si se observan movimientos oculares involuntarios en un bebé o niño pequeño, o si un niño tiene dificultades para coordinar sus ojos o fijar la vista. El nistagmo congénito puede diagnosticarse temprano en la vida, y la intervención temprana puede mejorar los resultados visuales y ayudar a prevenir problemas adicionales de visión.

Precauciones y manejo

Si bien el nistagmo congénito no siempre requiere tratamiento, es importante realizar un seguimiento regular con un profesional de la salud ocular para monitorear cualquier cambio en la visión o los síntomas. Las personas con nistagmo pueden experimentar dificultades para ver claramente, por lo que deben tomar precauciones al realizar actividades que requieran una visión estable, como conducir o leer.

Preguntas frecuentes sobre el nistagmo congénito

¿Qué es el nistagmo congénito?

El nistagmo congénito es un trastorno ocular presente desde el nacimiento o desarrollado en los primeros meses de vida, que se caracteriza por movimientos involuntarios y repetitivos de los ojos.

¿Cuáles son las causas del nistagmo congénito?

El nistagmo congénito puede ser causado por anomalías en el sistema nervioso central, trastornos genéticos, problemas visuales no corregidos o enfermedades metabólicas o sistémicas.

¿Cómo se trata el nistagmo congénito?

El tratamiento del nistagmo congénito depende de la gravedad del trastorno y de la presencia de otros problemas visuales. Puede incluir el uso de gafas, medicamentos, cirugía ocular o terapias visuales.

¿El nistagmo congénito puede afectar la visión?

Sí, el nistagmo congénito puede afectar la visión, especialmente si está asociado con problemas visuales como el estrabismo o la ambliopía. El tratamiento adecuado puede ayudar a mejorar la visión y la calidad de vida del paciente.

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