DICCIONARIO MÉDICO

Neuromiotonía

La neuromiotonía, también conocida como síndrome de Isaac o miotonía adquirida, es un trastorno neuromuscular raro caracterizado por la actividad eléctrica continua en los nervios periféricos. Esta actividad anómala provoca contracciones musculares involuntarias, rigidez y espasmos que pueden ser dolorosos. Aunque su etiología puede variar, suele estar relacionada con mecanismos autoinmunes o con enfermedades subyacentes como neuropatías.

Qué es la neuromiotonía

La neuromiotonía es un trastorno que afecta la señalización neuromuscular, causando una hiperactividad de los nervios periféricos que, a su vez, provoca contracciones musculares persistentes. Estas contracciones pueden manifestarse como rigidez, espasmos, mioclonías o incluso debilidad muscular. Es un cuadro clínico que puede tener orígenes autoinmunes, paraneoplásicos o idiopáticos.

Síntomas de la neuromiotonía

Los síntomas principales de la neuromiotonía incluyen:

  • Contracciones musculares involuntarias y persistentes.
  • Rigidez muscular, especialmente en extremidades.
  • Espasmos musculares espontáneos y dolorosos.
  • Mioclonías, o movimientos bruscos e involuntarios.
  • Hipertrofia muscular en casos crónicos debido a la actividad constante.

Causas de la neuromiotonía

La neuromiotonía puede tener diversas causas, entre las que se incluyen:

  • Autoinmunidad: Presencia de anticuerpos contra los canales de potasio dependientes de voltaje (VGKC).
  • Paraneoplásica: Asociada con ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón.
  • Idiopática: En casos donde no se identifica una causa clara.
  • Genética: Aunque raro, algunas variantes tienen un componente hereditario.

Diagnóstico de la neuromiotonía

El diagnóstico de la neuromiotonía se realiza a través de una combinación de:

  • Electromiografía (EMG): Para detectar la actividad eléctrica continua en los nervios periféricos.
  • Pruebas serológicas: Identificación de anticuerpos contra los canales de potasio.
  • Neuroimagen: Resonancia magnética para descartar lesiones estructurales.
  • Evaluación clínica: Historia clínica detallada y examen físico.

Tratamiento de la neuromiotonía

El tratamiento de la neuromiotonía se centra en controlar los síntomas y abordar las causas subyacentes:

  • Inmunoterapia: Corticoides, inmunoglobulina intravenosa o plasmaféresis en casos autoinmunes.
  • Medicamentos antiepilépticos: Carbamazepina o fenitoína para reducir la excitabilidad nerviosa.
  • Relajantes musculares: Para aliviar los espasmos musculares.
  • Tratamiento oncológico: En casos paraneoplásicos, tratar el cáncer subyacente puede resolver los síntomas.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica si se presentan:

  • Espasmos musculares persistentes e inexplicables.
  • Rigidez muscular severa que afecta la movilidad.
  • Dolor asociado con contracciones musculares involuntarias.

Preguntas frecuentes sobre la neuromiotonía

¿La neuromiotonía tiene cura?

La neuromiotonía puede controlarse con tratamientos adecuados, pero en muchos casos es una condición crónica que requiere manejo continuo.

¿Qué relación tiene la neuromiotonía con el cáncer?

En algunos casos, la neuromiotonía puede ser un síndrome paraneoplásico, es decir, estar asociada con la presencia de ciertos tipos de cáncer.

¿Se puede prevenir la neuromiotonía?

No existe una forma específica de prevenir la neuromiotonía, pero el tratamiento temprano de condiciones autoinmunes o cáncer puede reducir el riesgo.

¿Qué pruebas confirman el diagnóstico de neuromiotonía?

La electromiografía y las pruebas serológicas son fundamentales para confirmar el diagnóstico de neuromiotonía.

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