DICCIONARIO MÉDICO

Neurofibroma

El neurofibroma es un tumor benigno del sistema nervioso periférico que se origina en las células de Schwann y otros componentes del tejido conectivo nervioso. Aunque suele ser asintomático, puede causar complicaciones significativas si comprime estructuras nerviosas o adyacentes. Este tipo de tumor está asociado con la neurofibromatosis, especialmente la tipo 1 (NF1).

Qué es un neurofibroma

Un neurofibroma es un crecimiento benigno que afecta a los nervios periféricos. Está compuesto por una mezcla heterogénea de células, incluyendo fibroblastos, mastocitos y células de Schwann. Los neurofibromas pueden aparecer de forma aislada o múltiple, siendo frecuentes en personas con neurofibromatosis tipo 1 (NF1), una enfermedad genética.

Clasificación de los neurofibromas

Los neurofibromas se clasifican en:

  • Neurofibroma cutáneo: Se localiza en la piel y suele ser indoloro.
  • Neurofibroma plexiforme: Afecta múltiples fascículos nerviosos y está más asociado a complicaciones en la NF1.
  • Neurofibroma difuso: Se presenta como una masa infiltrativa, generalmente en niños.

Causas del neurofibroma

El desarrollo de los neurofibromas está relacionado principalmente con mutaciones genéticas en el gen NF1, que codifica la proteína neurofibromina. Esta proteína regula la proliferación celular, y su disfunción puede conducir a la formación de tumores. En casos esporádicos, los neurofibromas aparecen sin una causa genética clara.

Síntomas de los neurofibromas

Los síntomas dependen de la localización y el tipo de neurofibroma. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Dolor o sensibilidad: Cuando comprime nervios o estructuras adyacentes.
  • Alteraciones sensoriales: Hormigueo o entumecimiento en la zona afectada.
  • Deformidades visibles: En casos de neurofibromas cutáneos o plexiformes grandes.

Diagnóstico del neurofibroma

El diagnóstico de los neurofibromas incluye:

  • Exploración física: Identificación de masas subcutáneas o cutáneas.
  • Resonancia magnética (RM): Para evaluar la extensión y localización del tumor.
  • Biopsia: Confirmación histológica del diagnóstico.
  • Pruebas genéticas: Para detectar mutaciones en el gen NF1 en casos de sospecha de neurofibromatosis.

Tratamiento del neurofibroma

El tratamiento de los neurofibromas depende de su localización, síntomas y riesgo de malignización:

  • Vigilancia activa: Para tumores asintomáticos y de bajo riesgo.
  • Cirugía: Resección quirúrgica para tumores sintomáticos o estéticamente problemáticos.
  • Terapias dirigidas: Uso de inhibidores de MEK en casos avanzados asociados a NF1.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar a un médico si se presentan:

  • Aparición de masas en la piel: Especialmente si son dolorosas o crecen rápidamente.
  • Síntomas neurológicos: Como entumecimiento, debilidad o pérdida sensorial.
  • Antecedentes familiares: De neurofibromatosis tipo 1 o tumores similares.

Precauciones para pacientes con neurofibromas

Los pacientes deben seguir ciertas precauciones para evitar complicaciones:

  • Control regular: Exámenes médicos periódicos para detectar cambios en los tumores.
  • Evitar traumatismos: Que puedan dañar los neurofibromas.
  • Seguimiento genético: En familias con antecedentes de NF1.

Preguntas frecuentes sobre el neurofibroma

¿Un neurofibroma puede convertirse en cáncer?

Aunque la mayoría de los neurofibromas son benignos, algunos tipos, como los plexiformes, tienen un mayor riesgo de transformarse en tumores malignos de la vaina nerviosa periférica (MPNST).

¿Cómo se diferencian los neurofibromas de los schwannomas?

Ambos son tumores del sistema nervioso periférico, pero los neurofibromas contienen una mezcla de células, mientras que los schwannomas están compuestos exclusivamente por células de Schwann.

¿Es posible prevenir los neurofibromas?

No se pueden prevenir, ya que están relacionados principalmente con mutaciones genéticas. Sin embargo, el control médico temprano puede ayudar a manejar complicaciones.

¿Qué complicaciones pueden surgir de un neurofibroma?

Las complicaciones incluyen dolor, compresión nerviosa, disfunción motora o sensorial y, en raros casos, malignización.

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