DICCIONARIO MÉDICO

Nefroangioesclerosis

La nefroangioesclerosis es una enfermedad renal caracterizada por el endurecimiento y engrosamiento de las arterias y arteriolas del riñón, generalmente como consecuencia de una hipertensión arterial prolongada. Esta afección puede dividirse en formas benignas y malignas, y puede llevar a una progresiva disminución de la función renal si no se diagnostica y trata adecuadamente.

Qué es nefroangioesclerosis

La nefroangioesclerosis se refiere a un daño estructural en los vasos sanguíneos del riñón que resulta en un flujo sanguíneo reducido hacia el tejido renal. Esto, a su vez, provoca isquemia renal y fibrosis progresiva. La enfermedad se clasifica en dos tipos principales:

  • Nefroangioesclerosis benigna: Asociada con hipertensión arterial crónica de leve a moderada.
  • Nefroangioesclerosis maligna: Relacionada con hipertensión severa y acelerada, a menudo acompañada de daño orgánico.

Síntomas de nefroangioesclerosis

La nefroangioesclerosis puede ser asintomática en etapas tempranas. A medida que avanza, los síntomas incluyen:

  • Aumento de la presión arterial.
  • Proteínas en la orina (proteinuria).
  • Disminución de la función renal detectada en pruebas de laboratorio.
  • Edema, principalmente en extremidades inferiores.
  • Fatiga y disminución de la capacidad para realizar actividades diarias.

Causas de la nefroangioesclerosis

Las principales causas de la nefroangioesclerosis están relacionadas con factores que afectan la presión arterial y el flujo sanguíneo renal:

  • Hipertensión arterial crónica: La causa más común.
  • Envejecimiento: Cambios vasculares relacionados con la edad.
  • Diabetes mellitus: Puede agravar el daño vascular.
  • Factores genéticos: Predisposición familiar a enfermedades renales.

Nefroangioesclerosis benigna e hipertensiva

La nefroangioesclerosis benigna se desarrolla lentamente y está asociada con hipertensión arterial controlada. En esta forma, los cambios en los vasos renales son progresivos pero no necesariamente rápidos. Por otro lado, la nefroangioesclerosis hipertensiva maligna ocurre en contextos de hipertensión severa no controlada, lo que puede llevar a daño renal irreversible en poco tiempo.

Diagnóstico de la nefroangioesclerosis

El diagnóstico de la nefroangioesclerosis implica una combinación de métodos clínicos y de laboratorio:

  • Análisis de orina: Para detectar proteinuria o hematuria.
  • Pruebas de función renal: Creatinina y filtrado glomerular.
  • Imágenes diagnósticas: Ecografía renal o tomografía para evaluar el tamaño y estructura del riñón.
  • Biopsia renal: En casos específicos, para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento de la nefroangioesclerosis

El tratamiento de la nefroangioesclerosis se centra en controlar la hipertensión y minimizar el daño renal:

  • Control de la presión arterial: Uso de antihipertensivos como IECA, ARA II o bloqueadores de canales de calcio.
  • Modificaciones en el estilo de vida: Dieta baja en sodio, ejercicio regular y control de peso.
  • Manejo de comorbilidades: Diabetes y dislipidemias deben tratarse adecuadamente.
  • Diálisis: En casos avanzados con insuficiencia renal terminal.

Cuándo acudir al médico

Es crucial buscar atención médica si se presentan los siguientes signos:

  • Presión arterial persistentemente elevada, a pesar de tratamiento.
  • Hinchazón en pies y piernas.
  • Cambios en el patrón de orina, como disminución de la producción.
  • Cansancio extremo y debilidad.

Preguntas frecuentes sobre nefroangioesclerosis

¿La nefroangioesclerosis siempre lleva a insuficiencia renal?

No necesariamente. Si se detecta a tiempo y se controla la hipertensión, es posible prevenir la progresión hacia la insuficiencia renal crónica.

¿Qué diferencia hay entre nefroangioesclerosis benigna y maligna?

La forma benigna progresa lentamente y está asociada con hipertensión controlada, mientras que la maligna se desarrolla rápidamente en el contexto de hipertensión severa, causando daño renal más significativo.

¿Se puede revertir la nefroangioesclerosis?

El daño estructural en los vasos renales es irreversible, pero el control adecuado de la presión arterial puede prevenir un mayor deterioro.

¿Qué medicamentos son los más efectivos para tratarla?

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARA II) son comúnmente utilizados por su eficacia en la protección renal.

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