DICCIONARIO MÉDICO

Inmunoglobulina

¿Qué es la inmunoglobulina?

La inmunoglobulina, también conocida como anticuerpo, es una proteína producida por el sistema inmunitario en respuesta a la presencia de antígenos, que son sustancias extrañas o dañinas para el organismo. Estas proteínas desempeñan un papel fundamental en la defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades, ya que reconocen y se unen específicamente a los antígenos para neutralizarlos o eliminarlos.

Las inmunoglobulinas son producidas por los linfocitos B, un tipo de célula del sistema inmunitario. Existen varios tipos de inmunoglobulinas, conocidas como IgG, IgM, IgA, IgD e IgE, que difieren en su estructura y función. Cada tipo de inmunoglobulina tiene una distribución y una función específica en la respuesta inmunitaria.

La IgG es el tipo de inmunoglobulina más abundante en el organismo y se encuentra en la sangre y otros fluidos corporales. Es responsable de la inmunidad adquirida, es decir, la respuesta inmunitaria que se desarrolla después de la exposición a un antígeno específico. La IgG es capaz de atravesar la placenta, lo que proporciona inmunidad pasiva a los recién nacidos a través de la transferencia de anticuerpos maternos.

La IgM es la primera inmunoglobulina producida en respuesta a una infección o exposición a un antígeno nuevo. Es eficiente para la activación del sistema del complemento, un mecanismo importante en la defensa del organismo contra microorganismos invasores. La IgM se encuentra principalmente en la sangre y es especialmente efectiva en la neutralización de antígenos extracelulares.

La IgA se encuentra en las secreciones mucosas, como la saliva, las lágrimas, la leche materna y el moco respiratorio y gastrointestinal. Su principal función es proteger las superficies mucosas del cuerpo, evitando la entrada de microorganismos patógenos y neutralizando toxinas. La IgA secretora, presente en las secreciones mucosas, es esencial para la inmunidad en el tracto gastrointestinal y respiratorio.

La IgD se encuentra en la superficie de los linfocitos B y su función aún no está completamente comprendida. Se cree que desempeña un papel en la activación de los linfocitos B y la regulación de la respuesta inmunitaria.

La IgE está implicada en la respuesta inmunitaria contra parásitos y en la reacción alérgica. Cuando una persona está expuesta a un alérgeno, como el polen o el pelo de los animales, se produce una respuesta inmunitaria exagerada que involucra la producción de IgE. Esto puede desencadenar síntomas como la inflamación, la secreción excesiva de moco, el estrechamiento de las vías respiratorias y la picazón.

La inmunoglobulina se utiliza clínicamente en diferentes contextos. Por ejemplo, en casos de inmunodeficiencias primarias o secundarias, donde el sistema inmunitario del paciente es deficiente, se puede administrar inmunoglobulina intravenosa o subcutánea para proporcionar anticuerpos adicionales y reforzar la respuesta inmunitaria. También se utiliza en el tratamiento de ciertas enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Guillain-Barré y la miastenia gravis.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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