DICCIONARIO MÉDICO
Hipersecreción
La hipersecreción se refiere a un aumento anormal en la producción de sustancias por parte de glándulas o tejidos del cuerpo. Estas sustancias pueden incluir moco, hormonas, jugos gástricos, enzimas o fluidos corporales, dependiendo del sistema afectado. La hipersecreción puede tener múltiples causas, desde reacciones fisiológicas normales hasta condiciones patológicas subyacentes, y puede afectar significativamente la salud dependiendo de su localización y gravedad. En términos médicos, la hipersecreción es un proceso en el que una glándula o tejido produce una cantidad de secreción mayor de lo necesario para la función fisiológica normal. Este fenómeno puede ocurrir en diversos sistemas del cuerpo, como el respiratorio, el digestivo o el endocrino. Por ejemplo, la hipersecreción gástrica puede llevar a problemas como úlceras, mientras que la hipersecreción mucosa en el sistema respiratorio puede contribuir a enfermedades como el asma o la bronquitis crónica. La hipersecreción puede clasificarse según el tipo de sustancia producida o el sistema involucrado. Algunos ejemplos comunes incluyen: Las causas de la hipersecreción son diversas y pueden incluir factores fisiológicos, patológicos y externos. Algunas de las causas principales son: La hipersecreción puede afectar diferentes sistemas del cuerpo. A continuación, se describen algunos ejemplos relevantes: La hipersecreción gástrica ocurre cuando el estómago produce más ácido de lo normal, lo que puede dañar la mucosa gástrica y provocar úlceras. Esta condición puede estar relacionada con infecciones por Helicobacter pylori o trastornos como el síndrome de Zollinger-Ellison. En el sistema respiratorio, la producción excesiva de moco puede ser una respuesta a infecciones o alergias. Esta forma de hipersecreción es común en enfermedades como el asma, la bronquitis crónica y la fibrosis quística. Las glándulas endocrinas, como la tiroides o las glándulas suprarrenales, pueden producir hormonas en exceso debido a tumores o alteraciones metabólicas. Por ejemplo, el hipertiroidismo implica la hipersecreción de hormonas tiroideas, lo que afecta el metabolismo y otros sistemas del cuerpo. El diagnóstico de la hipersecreción implica identificar el sistema afectado y determinar la causa subyacente. Las pruebas más comunes incluyen: El tratamiento de la hipersecreción depende de su causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Las opciones incluyen: Es fundamental buscar atención médica si se presentan los siguientes síntomas: Mientras que la hipersecreción implica una producción excesiva de sustancias por parte de glándulas o tejidos, la hiposecreción se refiere a una producción insuficiente, lo que también puede tener consecuencias médicas significativas. En algunos casos, la hipersecreción gástrica puede prevenirse evitando factores desencadenantes como el consumo excesivo de alcohol, tabaco o ciertos medicamentos irritantes para el estómago. No siempre. En algunos casos, puede ser leve y manejable con medicación. Sin embargo, cuando no se trata, puede llevar a complicaciones significativas dependiendo de la hormona afectada. El diagnóstico puede incluir análisis de sangre, estudios de imagen como tomografías, y pruebas funcionales específicas para determinar la causa de la hipersecreción. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la hipersecreción?
Tipos de hipersecreción
Causas de la hipersecreción
Hipersecreción y sistemas específicos
Hipersecreción gástrica
Hipersecreción mucosa en el sistema respiratorio
Hipersecreción hormonal
Diagnóstico de la hipersecreción
Tratamiento de la hipersecreción
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia existe entre hipersecreción e hiposecreción?
¿La hipersecreción gástrica puede prevenirse?
¿La hipersecreción hormonal es siempre grave?
¿Qué pruebas son necesarias para diagnosticar la hipersecreción?