DICCIONARIO MÉDICO

Hipercoagulabilidad

La hipercoagulabilidad es una condición médica caracterizada por un aumento en la tendencia de la sangre a formar coágulos. Este estado, también conocido como trombofilia, puede predisponer a eventos trombóticos, como trombosis venosa profunda (TVP), embolia pulmonar (EP) o accidentes cerebrovasculares. La hipercoagulabilidad puede ser hereditaria, adquirida o secundaria a otros factores, y representa un desafío importante en la medicina debido a sus posibles complicaciones.

El sistema de coagulación está diseñado para equilibrar la formación de coágulos en respuesta a lesiones y prevenir hemorragias. Sin embargo, en la hipercoagulabilidad, este equilibrio se rompe, aumentando el riesgo de trombosis. Reconocer esta condición y tratarla oportunamente es fundamental para prevenir eventos graves.

Qué es la hipercoagulabilidad

La hipercoagulabilidad se refiere a un estado de desequilibrio en el sistema hemostático, en el cual los mecanismos procoagulantes superan a los anticoagulantes y fibrinolíticos. Esto genera una predisposición a la formación de trombos, que pueden bloquear el flujo sanguíneo y ocasionar daños en órganos vitales.

Este estado puede clasificarse en:

  • Hipercoagulabilidad hereditaria: Asociada a mutaciones genéticas que afectan factores de coagulación.
  • Hipercoagulabilidad adquirida: Derivada de enfermedades, medicamentos o condiciones médicas específicas.

Causas de la hipercoagulabilidad

Hipercoagulabilidad hereditaria

La predisposición genética a la hipercoagulabilidad está relacionada con mutaciones en genes que regulan la coagulación sanguínea. Entre las más comunes se incluyen:

  • Factor V Leiden: Una mutación que aumenta la resistencia a la proteína C activada, dificultando la regulación de la coagulación.
  • Deficiencia de antitrombina: Reduce la capacidad del cuerpo para inhibir la trombina, favoreciendo la formación de coágulos.
  • Deficiencia de proteína C o S: Factores anticoagulantes que, al estar disminuidos, aumentan el riesgo de trombosis.

Hipercoagulabilidad adquirida

Las causas adquiridas de hipercoagulabilidad incluyen:

  • Síndrome antifosfolípido (SAF): Un trastorno autoinmune que causa la formación de anticuerpos contra fosfolípidos, aumentando el riesgo trombótico.
  • Embarazo: Cambios hormonales y hemodinámicos incrementan la tendencia trombótica.
  • Inmovilización prolongada: Reduce el flujo sanguíneo, favoreciendo la formación de coágulos.
  • Uso de anticonceptivos orales: Especialmente en combinación con otros factores de riesgo.

Factores de riesgo adicionales

  • Cáncer: Algunos tumores liberan sustancias procoagulantes.
  • Cirugías mayores: El daño tisular y la inmovilización incrementan el riesgo trombótico.
  • Obesidad: Asociada con inflamación crónica y un estado procoagulante.

Diagnóstico de la hipercoagulabilidad

El diagnóstico de hipercoagulabilidad requiere una evaluación clínica exhaustiva y pruebas específicas. Las herramientas diagnósticas incluyen:

  • Historia clínica: Identifica factores de riesgo, antecedentes familiares y eventos trombóticos previos.
  • Análisis de sangre: Incluye pruebas como dímero D, tiempo de protrombina (TP) y tiempo parcial de tromboplastina (TPT).
  • Estudios genéticos: Detectan mutaciones específicas como el factor V Leiden o la protrombina G20210A.
  • Pruebas de anticuerpos: Para detectar síndrome antifosfolípido.

Tratamiento de la hipercoagulabilidad

El tratamiento de la hipercoagulabilidad depende de su causa subyacente y del riesgo de eventos trombóticos. Las estrategias incluyen:

  • Anticoagulantes: Medicamentos como la warfarina, heparina o los anticoagulantes orales directos (ACODs) son el pilar del tratamiento.
  • Compresión elástica: Medias de compresión para prevenir trombosis en pacientes con inmovilización prolongada.
  • Modificación de factores de riesgo: Incluye la pérdida de peso, el cese del tabaquismo y la movilización temprana después de cirugías.
  • Tratamiento de enfermedades subyacentes: Como el cáncer o el síndrome antifosfolípido.

Cuándo acudir al médico

Es fundamental buscar atención médica si se presentan:

  • Dolor, hinchazón o enrojecimiento en una extremidad, que podrían ser signos de trombosis venosa profunda.
  • Dificultad para respirar repentina, dolor torácico o tos con sangre, posibles síntomas de embolia pulmonar.
  • Antecedentes familiares de trombosis o abortos recurrentes.

Preguntas frecuentes

¿La hipercoagulabilidad es hereditaria?

Algunos casos de hipercoagulabilidad son hereditarios, como el factor V Leiden o la deficiencia de proteína C o S. Estas condiciones aumentan el riesgo de trombosis, especialmente cuando se combinan con factores adquiridos.

¿Cómo se previenen los episodios trombóticos en pacientes con hipercoagulabilidad?

La prevención incluye el uso de anticoagulantes profilácticos en situaciones de riesgo, evitar la inmovilización prolongada y modificar factores de riesgo como la obesidad o el tabaquismo.

¿El uso de anticonceptivos aumenta el riesgo de hipercoagulabilidad?

Sí, los anticonceptivos orales, especialmente aquellos que contienen estrógenos, pueden incrementar el riesgo de trombosis en mujeres con predisposición a la hipercoagulabilidad.

¿Qué complicaciones puede causar la hipercoagulabilidad no tratada?

Sin tratamiento, la hipercoagulabilidad puede provocar trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, accidentes cerebrovasculares y complicaciones relacionadas con el daño a órganos.

¿Qué especialistas manejan la hipercoagulabilidad?

La hipercoagulabilidad es manejada por hematólogos, quienes evalúan las causas y establecen el tratamiento adecuado. También pueden intervenir especialistas como cardiólogos o neurólogos según las complicaciones asociadas.

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