DICCIONARIO MÉDICO

Hemorragia intraparenquimatosa

La hemorragia intraparenquimatosa es un tipo de accidente cerebrovascular hemorrágico caracterizado por el sangrado directo dentro del parénquima cerebral. Esta condición se considera una emergencia médica y puede ocasionar daños irreversibles al tejido cerebral, dependiendo de la localización y magnitud del sangrado. Representa aproximadamente el 10-20% de los accidentes cerebrovasculares y su manejo requiere intervención inmediata.

Qué es la hemorragia intraparenquimatosa

La hemorragia intraparenquimatosa es un sangrado que ocurre dentro del tejido cerebral (parénquima), afectando directamente a las células neuronales y la función cerebral. Puede estar causada por hipertensión arterial crónica, malformaciones vasculares, traumatismos o trastornos de la coagulación. Este tipo de hemorragia puede desencadenar síntomas graves como pérdida de conciencia, déficits neurológicos focales y aumento de la presión intracraneal.

Causas de la hemorragia intraparenquimatosa

Existen múltiples causas que pueden originar una hemorragia intraparenquimatosa:

  • Hipertensión arterial: Es la causa más común en adultos, ya que debilita las paredes de los vasos sanguíneos cerebrales.
  • Malformaciones vasculares: Como aneurismas o malformaciones arteriovenosas.
  • Traumatismos craneoencefálicos: Especialmente en personas jóvenes.
  • Trastornos de la coagulación: Ya sean congénitos o inducidos por medicamentos anticoagulantes.
  • Amiloidosis cerebral: Más frecuente en pacientes de edad avanzada.

Síntomas de la hemorragia intraparenquimatosa

Los síntomas dependen de la ubicación y extensión del sangrado, e incluyen:

  • Dolor de cabeza intenso: De inicio súbito.
  • Déficits neurológicos: Como debilidad o pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo.
  • Alteraciones en el habla: Dificultad para hablar o comprender.
  • Confusión o pérdida de conciencia: En casos severos.
  • Convulsiones: Especialmente si el sangrado afecta áreas motoras.

Diagnóstico de la hemorragia intraparenquimatosa

El diagnóstico debe ser rápido para evitar complicaciones. Se utilizan las siguientes herramientas:

  • Tomografía computarizada (TC): Es la técnica más común para identificar el sangrado y su localización.
  • Resonancia magnética (RM): Proporciona imágenes detalladas que ayudan a determinar la causa subyacente.
  • Angiografía cerebral: Se utiliza para evaluar malformaciones vasculares o aneurismas.
  • Análisis de laboratorio: Incluyen pruebas de coagulación y análisis metabólicos.

Tratamiento de la hemorragia intraparenquimatosa

El tratamiento de la hemorragia intraparenquimatosa se enfoca en detener el sangrado, aliviar la presión intracraneal y tratar las complicaciones asociadas:

  • Control médico: Manejo de la hipertensión arterial y la coagulación.
  • Intervención quirúrgica: En casos de hematomas grandes que comprometan la vida del paciente.
  • Cuidados intensivos: Para monitorizar signos vitales y prevenir complicaciones.

Pronóstico y recuperación

El pronóstico varía dependiendo de la magnitud del sangrado, la causa y la rapidez con que se inicie el tratamiento. La recuperación puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional y apoyo psicológico.

Cuándo acudir al médico

Debe buscarse atención médica inmediata si se presentan:

  • Dolor de cabeza intenso: Especialmente si es repentino y no tiene una causa aparente.
  • Pérdida de conciencia: O cualquier alteración en el estado mental.
  • Debilidad o parálisis: En un lado del cuerpo.

Preguntas frecuentes sobre la hemorragia intraparenquimatosa

¿Qué diferencia la hemorragia intraparenquimatosa de otros tipos de hemorragias cerebrales?

La hemorragia intraparenquimatosa ocurre dentro del tejido cerebral, mientras que otras, como la subaracnoidea, afectan el espacio entre el cerebro y las meninges.

¿Se puede prevenir este tipo de hemorragia?

La prevención incluye el control de la hipertensión arterial, evitar el consumo de drogas y tratar trastornos de coagulación.

¿Cuál es la tasa de mortalidad asociada a la hemorragia intraparenquimatosa?

La tasa varía entre un 40-50%, dependiendo de la localización y el tamaño del sangrado, así como de la rapidez en el acceso al tratamiento médico.

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