DICCIONARIO MÉDICO

Concentración

Qué es concentración en medicina

En el ámbito médico, el término concentración se refiere a la cantidad de una sustancia contenida en un volumen determinado de líquido o tejido. Es un concepto clave en múltiples disciplinas médicas y bioquímicas, ya que permite medir, controlar y ajustar sustancias fundamentales para el organismo, como hormonas, fármacos, electrolitos, gases o metabolitos.

Desde la concentración de glucosa en sangre hasta la de oxígeno en los tejidos, este parámetro es esencial para valorar el estado de salud de una persona, diagnosticar enfermedades y establecer tratamientos eficaces.

Tipos de concentración en medicina

Existen diversas formas de expresar la concentración en medicina, dependiendo de la sustancia, el contexto clínico y el tipo de análisis. Algunas de las más relevantes son:

Concentración molar

Se expresa en moles por litro (mol/L) y es muy utilizada en química clínica. Permite calcular cuántas moléculas activas hay en una determinada cantidad de líquido biológico, como sangre, plasma o suero.

  • Ejemplo: concentración de sodio en plasma: 140 mmol/L.

Concentración porcentual

Expresa la proporción de una sustancia en relación al total, en porcentaje (%). Se usa en líquidos intravenosos, soluciones farmacológicas o desinfectantes.

  • Ejemplo: solución de glucosa al 5%.

Concentración por volumen o masa

Se mide en unidades como mg/dL, µg/L, ng/mL, entre otras. Es el formato más habitual en análisis clínicos de laboratorio.

  • Ejemplo: concentración de colesterol total: 190 mg/dL.

Concentración de gases en sangre

Muy relevante en medicina respiratoria y cuidados intensivos. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) o en volúmenes porcentuales.

  • Ejemplo: presión parcial de oxígeno (PaO₂) de 90 mmHg.

Importancia de la concentración en el equilibrio fisiológico

El organismo humano mantiene una homeostasis o equilibrio interno gracias a la regulación de la concentración de diversas sustancias. Cualquier alteración significativa puede derivar en patologías agudas o crónicas. Por ejemplo:

  • Hipernatremia o hiponatremia: exceso o déficit de sodio en sangre.
  • Hipoglucemia o hiperglucemia: alteraciones en la concentración de glucosa.
  • Acidosis o alcalosis: por cambios en la concentración de iones H⁺.
  • Insuficiencia renal: por acumulación de sustancias como la urea y la creatinina.

Concentración en farmacología

En farmacología, la concentración de un fármaco en sangre o tejido determina su eficacia y toxicidad. Se monitoriza en tratamientos que requieren una dosis muy precisa, como:

  • Antibióticos de uso hospitalario, como vancomicina o aminoglucósidos.
  • Fármacos inmunosupresores en trasplantes.
  • Antiepilépticos o antipsicóticos.

Este control se realiza mediante monitorización terapéutica de fármacos (MTF), evitando así efectos adversos o ineficacia por niveles inadecuados.

Concentración en análisis clínicos habituales

Muchos exámenes de laboratorio reportan valores de concentración. Algunos ejemplos comunes:

  1. Hemoglobina: indica la concentración de esta proteína en glóbulos rojos. Valor normal: 12-17 g/dL.
  2. Glucosa: mide la concentración de azúcar en sangre. Valor en ayunas: 70-100 mg/dL.
  3. Creatinina: evalúa la función renal. Valor: 0.6-1.3 mg/dL.
  4. Colesterol LDL y HDL: concentración de lípidos asociados a riesgo cardiovascular.

Alteraciones clínicas relacionadas con la concentración

Cuando la concentración de una sustancia se encuentra fuera del rango fisiológico, puede indicar:

  • Una deficiencia nutricional o metabólica.
  • Un fallo orgánico como insuficiencia hepática, renal o pancreática.
  • La presencia de una infección, inflamación o tumor.

Factores que afectan la concentración de sustancias

La concentración de una sustancia puede verse modificada por múltiples factores:

  • Ingesta (alimentación, suplementos, fármacos).
  • Metabolismo hepático o enzimático.
  • Excreción renal, pulmonar o intestinal.
  • Hidratación o deshidratación.
  • Edad, peso corporal y estado general del paciente.

Concentración y enfermedades neurológicas o psiquiátricas

En un sentido más funcional, el término “concentración” también hace referencia a la capacidad mental para centrar la atención. Esta función puede verse afectada en diversas enfermedades:

  • Trastornos por déficit de atención (TDAH).
  • Demencias como la enfermedad de Alzheimer.
  • Depresión mayor, donde la capacidad de concentración disminuye.
  • Estados de ansiedad o insomnio.

Cuándo acudir al médico

Es importante consultar al médico si se presentan signos o síntomas que puedan indicar alteraciones en la concentración de sustancias en el cuerpo, como:

  • Mareos, confusión o alteraciones del estado de conciencia.
  • Fatiga persistente sin causa aparente.
  • Cambios en la orina, el apetito o el ritmo intestinal.
  • Síntomas de deshidratación o intoxicación.

Precauciones y control médico

En pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes, insuficiencia renal, o hipertensión, es necesario:

  • Controlar periódicamente la concentración de glucosa, creatinina, potasio, entre otros.
  • Realizar ajustes de medicación según los resultados analíticos.
  • Seguir recomendaciones nutricionales específicas.

Preguntas frecuentes sobre concentración en medicina

¿La concentración alta de una sustancia siempre es peligrosa?

No siempre, pero puede serlo. Depende del contexto clínico. Por ejemplo, una concentración elevada de glucosa mantenida en el tiempo puede producir complicaciones vasculares.

¿Qué diferencia hay entre concentración y cantidad total?

La concentración es la cantidad por unidad de volumen, mientras que la cantidad total es el contenido absoluto en todo el organismo. Una sustancia puede estar diluida y tener baja concentración, pero estar presente en gran cantidad total.

¿Qué sucede si hay una concentración baja de electrolitos?

Puede producir síntomas graves como debilidad muscular, alteraciones cardíacas o convulsiones. Es fundamental identificar la causa y corregirla.

¿Cómo se mide la concentración de oxígeno en sangre?

Se puede medir mediante gasometría arterial o con un dispositivo no invasivo llamado pulsioxímetro, que proporciona la saturación de oxígeno (%).

¿Las personas mayores deben vigilar su concentración de nutrientes?

Sí. En la tercera edad es frecuente encontrar déficit de vitamina B12, hierro o proteínas debido a cambios en la absorción y el metabolismo. Un control adecuado mejora la calidad de vida.

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