DICCIONARIO MÉDICO
Colecistoquinina
La colecistoquinina (CCK) es una hormona peptídica producida principalmente en el intestino delgado —específicamente en el duodeno y yeyuno— en respuesta a la presencia de alimentos, especialmente grasas y proteínas, y también actúa como neurotransmisor en el sistema nervioso central. Su función principal consiste en estimular la contracción de la vesícula biliar y promover la secreción de enzimas digestivas pancreáticas, además de regular la saciedad y retrasar el vaciado gástrico. Se sintetiza en las llamadas células I de la mucosa intestinal. Cuando el quimo (mezcla de alimentos parcialmente digeridos) rico en grasas o aminoácidos llega al duodeno, estas células liberan colecistoquinina en la sangre y, en menor medida, en el cerebro. La colecistoquinina desempeña múltiples papeles clave para una digestión eficaz y regulación del apetito: En el sistema nervioso central, la colecistoquinina se libera en varias regiones, incluyendo el hipotálamo, amígdala e hipocampo. Allí contribuye a: Existen diferentes variantes según su número de aminoácidos (CCK‑8, CCK‑33, CCK‑58, etc.). Actúan sobre dos tipos de receptores: Los principales estímulos para su secreción son: La colecistoquinina asegura una digestión eficiente al coordinar varios procesos: Actúa como clave neurohormonal del señalizador de saciedad: tras una comida, su concentración sube y envía señales al cerebro para frenar el apetito, regulado además por la conexión con nervio vago. Este efecto se mantiene durante aproximadamente 90 minutos. Estudios sugieren que ciertas variantes genéticas de colecistoquinina pueden influir en riesgo de obesidad y sensibilidad a señales de saciedad. En personas con obesidad severa, su efecto saciante puede estar atenuado, lo que disminuye su eficacia en controlar la ingesta. Investigaciones recientes han vinculado concentraciones elevadas de colecistoquinina con una menor incidencia de deterioro cognitivo y enfermedad de Alzheimer. También se investiga su papel neuroprotector en enfermedades como el Parkinson. Se utiliza experimentalmente en pruebas como: La administración exógena puede producir: Se debe valorar en los siguientes casos: Antes de administrar colecistoquinina, se debe tener en cuenta: La colecistoquinina actúa sobre vesícula y páncreas, mientras que la secretina estimula la producción de bicarbonato pancreático. Sí, al aumentar después de la ingesta, indica saciedad y puede regular la ingesta energética. A pesar de su relación con saciedad, no se emplea clínicamente por falta de eficacia sostenida y posibles efectos adversos. El impacto en ansiedad o dolor puede existir, pero se monitorea bajo supervisión médica. Sí, se debe valorar junto a inhibidores de la motilidad gástrica, enzimas pancreáticas y opiáceos. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es colecistoquinina
Dónde se produce y cómo se libera
Funciones principales
Papel como neurotransmisor
Formas moleculares y receptores
Procesos que estimulan su liberación
Efectos en la digestión
Influencia en saciedad y apetito
Relación con obesidad y metabolismo
Papel en enfermedad de Alzheimer y Parkinson
Uso clínico de la colecistoquinina
Efectos secundarios y contraindicaciones
Cuándo acudir al médico
Precauciones en su uso
Preguntas frecuentes sobre colecistoquinina
¿Qué diferencia hay entre colecistoquinina y secretina?
¿Puede afectar el apetito?
¿Se usa como tratamiento contra la obesidad?
¿Implica riesgo en pruebas neurológicas?
¿Puede interactuar con otros fármacos digestivos?