DICCIONARIO MÉDICO

Colapso

Qué es colapso

El colapso es un término médico que hace referencia a un fallo súbito o progresivo en la función de uno o varios sistemas del cuerpo, provocando una pérdida de estabilidad orgánica que puede ser potencialmente grave. En el lenguaje clínico, “colapso” no define una enfermedad concreta, sino un síntoma o manifestación crítica que puede tener diversas causas y significados, dependiendo del contexto anatómico o funcional al que se aplique.

Puede afectar de forma aislada al sistema cardiovascular (como en el colapso circulatorio), al aparato respiratorio (como en el colapso pulmonar) o a otras estructuras anatómicas, como vasos sanguíneos, vísceras o incluso estructuras musculoesqueléticas. En medicina de urgencias, el colapso también puede referirse a una pérdida súbita del estado de conciencia acompañada o no de caída, lo que requiere una evaluación inmediata.

Principales tipos de colapso en medicina

El término “colapso” adquiere diferentes significados según el sistema afectado. Los más frecuentes en la práctica clínica incluyen:

Colapso circulatorio

Hace referencia a una disminución crítica del gasto cardíaco y de la presión arterial que compromete la perfusión de los órganos vitales. Puede originarse por:

  • Shock hipovolémico (por pérdida masiva de sangre o líquidos).
  • Shock cardiogénico (infarto agudo de miocardio, arritmias graves).
  • Shock distributivo (como en sepsis o anafilaxia).

Colapso pulmonar (neumotórax)

Se refiere a la pérdida de volumen funcional en un pulmón, generalmente por entrada de aire en la cavidad pleural (neumotórax). Esto impide que el pulmón se expanda correctamente y puede derivar en insuficiencia respiratoria.

Colapso neurológico o síncope

En contexto de urgencias, el colapso a menudo se usa para describir una pérdida breve de la conciencia por disminución transitoria del flujo sanguíneo cerebral. Es lo que se conoce comúnmente como desmayo o síncope.

Colapso traqueal o de vías respiratorias

Consiste en el hundimiento o cierre parcial de la tráquea o los bronquios, que impide el paso normal del aire. Puede ser congénito, secundario a procesos crónicos como EPOC, o inducido por compresión externa.

Colapso venoso o vascular

Se refiere al hundimiento o cierre de una vena o vaso sanguíneo que impide el flujo sanguíneo normal. Puede observarse en deshidratación grave, hipovolemia o compresión externa.

Causas frecuentes de colapso

Las causas que pueden desencadenar un colapso son múltiples y varían según el sistema afectado. Algunas de las más frecuentes incluyen:

  • Hemorragias masivas (internas o externas).
  • Infarto agudo de miocardio o arritmias graves.
  • Deshidratación severa o quemaduras extensas.
  • Shock séptico o reacciones alérgicas graves (anafilaxia).
  • Neumotórax espontáneo o traumático.
  • Intoxicaciones medicamentosas o tóxicas.

Síntomas asociados al colapso

Los signos y síntomas varían según el tipo de colapso, pero existen manifestaciones comunes que pueden alertar de su aparición inminente:

  • Mareo o sensación de desmayo.
  • Sudoración profusa y palidez.
  • Respiración agitada o dificultad para respirar.
  • Pérdida de la conciencia o alteración del estado mental.
  • Dolor torácico, palpitaciones o debilidad extrema.

Diagnóstico del colapso

La evaluación médica ante un colapso debe ser inmediata, sistemática y orientada a identificar la causa subyacente. Puede incluir:

  • Exploración física completa con control de signos vitales.
  • Electrocardiograma en casos de sospecha cardíaca.
  • Analítica de sangre urgente, incluyendo hemograma, electrolitos, glucemia, marcadores cardíacos y gasometría.
  • Radiografía de tórax o ecografía abdominal según sospecha clínica.
  • TAC craneal si se sospecha causa neurológica.

Tratamiento del colapso

El tratamiento depende de la causa concreta y de la rapidez de actuación. En líneas generales, el enfoque inicial incluye:

  • Reposición de volumen intravascular con sueros intravenosos o transfusión sanguínea.
  • Oxigenoterapia o asistencia respiratoria mecánica.
  • Fármacos vasopresores o inotrópicos si hay hipotensión persistente.
  • Tratamiento específico de la causa: desfibrilación en arritmias, drenaje en neumotórax, antibióticos en sepsis, adrenalina en anafilaxia.

Colapso en niños y ancianos

Los extremos de la vida presentan particularidades clínicas:

  • En niños, los colapsos pueden deberse a deshidratación, crisis convulsivas febriles o cardiopatías congénitas.
  • En ancianos, son frecuentes por arritmias, medicamentos, hipotensión ortostática o infecciones como la neumonía.

Cuándo acudir al médico

Se debe acudir de forma urgente a un centro médico si se presentan signos de colapso:

  • Pérdida de conocimiento súbita.
  • Dolor torácico intenso, palpitaciones o dificultad respiratoria.
  • Sangrado activo o signos de shock (frialdad, palidez, debilidad extrema).
  • Confusión mental o alteración del nivel de conciencia.

Precauciones y prevención

Algunas medidas pueden prevenir situaciones de colapso en personas vulnerables:

  • Control regular de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o insuficiencia cardíaca.
  • Buena hidratación en climas calurosos o ante enfermedades febriles.
  • Evitar cambios posturales bruscos en personas mayores o con hipotensión ortostática.
  • Revisión de medicación que pueda inducir hipotensión o arritmias.

Preguntas frecuentes sobre el colapso

¿Colapso significa siempre desmayo?

No. Aunque a veces se usa para describir un desmayo, en medicina “colapso” puede referirse a otros fallos orgánicos graves, como pulmón colapsado o shock circulatorio.

¿Un colapso puede ser mortal?

Sí. Algunos tipos de colapso, como el colapso cardiovascular o respiratorio, pueden poner en riesgo la vida si no se tratan de forma inmediata.

¿El colapso siempre tiene una causa médica grave?

No siempre. Algunas veces el colapso puede ser transitorio y benigno (como un síncope vasovagal), pero otras veces indica una patología de alta gravedad.

¿Puede repetirse un colapso?

Sí, especialmente si no se trata la causa subyacente. Por ejemplo, personas con arritmias, insuficiencia suprarrenal o epilepsia pueden presentar colapsos recurrentes.

¿Cómo se diferencia un colapso de una convulsión?

Aunque ambos pueden cursar con pérdida de conciencia, en la convulsión hay movimientos musculares anómalos involuntarios, mientras que el colapso suele ser un fallo más súbito y sin sacudidas.

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