DICCIONARIO MÉDICO
Coenzima A
La coenzima A, también conocida como CoA, es una molécula fundamental en el metabolismo celular. Su función principal es transportar grupos acilo —estructuras químicas derivadas de los ácidos grasos y otras sustancias— para que puedan participar en diversas reacciones bioquímicas esenciales para la vida. Sin coenzima A, el cuerpo humano no podría producir energía de forma eficiente, ni sintetizar compuestos vitales como los ácidos grasos, el colesterol o ciertos neurotransmisores. La coenzima A se forma en el organismo a partir de ácido pantoténico (vitamina B5), combinado con adenosina trifosfato (ATP) y cisteína. Es una molécula pequeña pero versátil que participa como cofactor en cientos de reacciones metabólicas, especialmente en la mitocondria, el orgánulo celular donde se genera la mayor parte de la energía. La coenzima A desempeña múltiples funciones críticas para el organismo humano. Entre las más relevantes se encuentran: La coenzima A funciona principalmente como transportadora de grupos acilo, los cuales se enganchan a ella por medio de enlaces de alta energía. El compuesto más conocido es el acetil-CoA, una molécula clave en la interconexión entre la glucosa, los lípidos y las proteínas como fuentes de energía. Una vez que se forma acetil-CoA, este compuesto entra al ciclo de Krebs, donde se oxida para liberar dióxido de carbono y energía en forma de ATP. Sin coenzima A, esta ruta energética se vería interrumpida, afectando funciones celulares básicas. El ácido pantoténico es un nutriente esencial y el principal precursor de la coenzima A. Se encuentra en muchos alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Su déficit puede comprometer la síntesis de coenzima A y, por tanto, generar síntomas de fatiga, debilidad muscular, alteraciones gastrointestinales y neurológicas. La coenzima A interviene en múltiples procesos metabólicos fundamentales, entre ellos: Alteraciones en la producción o función de la coenzima A pueden tener consecuencias clínicas significativas. Aunque los déficits graves son poco frecuentes debido a su abundancia en la dieta, ciertas enfermedades genéticas raras o situaciones de malnutrición pueden alterar su metabolismo. Algunas situaciones médicas en las que la coenzima A tiene relevancia clínica son: Aunque no se suele medir directamente la concentración de coenzima A en sangre, su funcionamiento puede evaluarse indirectamente mediante análisis metabólicos que detectan alteraciones en los productos que requieren su acción. Estos análisis suelen estar indicados en casos de sospecha de enfermedades mitocondriales, errores innatos del metabolismo o déficits vitamínicos severos. El tratamiento depende de la causa subyacente. En casos de déficit nutricional, suele bastar con una suplementación de ácido pantoténico. Si existe una alteración genética enzimática, puede requerirse tratamiento específico y seguimiento por especialistas en enfermedades metabólicas. En ciertos contextos clínicos, se ha estudiado el uso de suplementos con precursores de coenzima A o análogos farmacológicos, aunque su uso no está generalizado ni aprobado para todas las indicaciones. Se recomienda consultar a un profesional de la salud si aparecen síntomas persistentes como fatiga intensa, pérdida de apetito, alteraciones neurológicas, debilidad muscular o deterioro del rendimiento físico, especialmente en personas con dietas restrictivas, enfermedades crónicas o tras intervenciones digestivas que puedan comprometer la absorción de vitaminas. Aunque el ácido pantoténico es seguro en la mayoría de los casos, el uso prolongado de suplementos sin supervisión médica puede ser innecesario o contraproducente. Además, algunas formulaciones que prometen “aumentar los niveles de coenzima A” no tienen respaldo científico ni están reguladas. La coenzima A está especializada en transportar grupos acilo, mientras que otras coenzimas como NAD⁺ o FAD están involucradas principalmente en transferencias de electrones. Cada una cumple un rol específico en el metabolismo. Está presente en carnes, vísceras (hígado), huevos, legumbres, cereales integrales, setas y aguacates. Una dieta variada garantiza el aporte suficiente para mantener niveles normales de coenzima A. No se suele administrar la coenzima A de forma directa. En su lugar, se proporciona ácido pantoténico o sus derivados, ya que el organismo se encarga de transformarlos en coenzima A de forma natural. No está aprobada como medicamento, aunque se estudia su uso en determinadas enfermedades mitocondriales o trastornos metabólicos raros. Su papel principal es fisiológico, no farmacológico. Sí, aunque es poco común. El déficit severo puede derivar en síndromes neuromusculares, trastornos hepáticos y alteraciones del metabolismo energético, especialmente en personas con errores congénitos del metabolismo. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es coenzima A
Funciones principales de la coenzima A
Cómo actúa la coenzima A en el organismo
Relación con la vitamina B5 (ácido pantoténico)
Procesos metabólicos en los que interviene
Importancia clínica de la coenzima A
Diagnóstico de alteraciones en la coenzima A
Tratamiento de los déficits relacionados
Cuándo acudir al médico
Precauciones en el uso de suplementos
Preguntas frecuentes sobre la coenzima A
¿Qué diferencia hay entre coenzima A y otras coenzimas?
¿Qué alimentos contienen ácido pantoténico?
¿Se pueden tomar suplementos de coenzima A directamente?
¿La coenzima A se utiliza como medicamento?
¿Puede su déficit causar enfermedades graves?