DICCIONARIO MÉDICO

Cloaca

Qué es cloaca

Cloaca es un término anatómico y embriológico que se refiere a una estructura primitiva común del sistema digestivo, urinario y genital durante el desarrollo fetal temprano. En los seres humanos, esta cavidad se encuentra presente en las primeras semanas del desarrollo embrionario y, con el tiempo, se divide para formar el recto, la uretra y los órganos genitales. Cuando esta separación no ocurre adecuadamente, puede dar lugar a una malformación congénita conocida como malformación cloacal.

La cloaca en medicina humana no debe confundirse con la cloaca de algunas especies animales (como aves y reptiles), donde esta estructura persiste como una abertura común para el sistema urinario, digestivo y reproductor.

Qué es la malformación cloacal

La malformación cloacal es una anomalía congénita compleja que afecta casi exclusivamente a recién nacidas. Consiste en la fusión anómala de los sistemas urinario, genital y digestivo en una sola abertura perineal. Esto ocurre cuando, durante el desarrollo fetal, la cloaca embrionaria no se divide correctamente en estructuras separadas.

Este defecto congénito forma parte del espectro de las anomalías anorrectales complejas y requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico multidisciplinar especializado.

Cómo se forma la cloaca durante el desarrollo embrionario

En las primeras semanas de gestación (alrededor de la cuarta a sexta semana), el embrión humano presenta una cavidad común conocida como cloaca. Esta cavidad se encuentra al final del intestino posterior y está revestida por el endodermo. Durante el desarrollo normal, un tabique descendente llamado tabique urorrectal divide la cloaca en dos estructuras diferenciadas:

  • Seno urogenital, que dará lugar a la vejiga y a la uretra.
  • Recto, que se comunicará con el exterior a través del ano.

Si esta separación no ocurre correctamente, el embrión desarrollará una malformación cloacal.

Signos y síntomas de una malformación cloacal

La malformación cloacal puede presentar diferentes manifestaciones clínicas según la complejidad del caso:

  • Ausencia de abertura anal visible al nacer.
  • Una única abertura perineal por donde se elimina orina, heces o ambas.
  • Distensión abdominal por obstrucción del intestino o del tracto urinario.
  • Malformaciones asociadas en riñones, vías urinarias o genitales internos.

Diagnóstico de la cloaca persistente

El diagnóstico de una malformación cloacal puede sospecharse prenatalmente mediante ecografía, especialmente si se observa:

  • Hidronefrosis bilateral (dilatación de los riñones).
  • Ascitis fetal (líquido libre en el abdomen del feto).
  • Masa pélvica quística o dilatación intestinal.

Tras el nacimiento, se realiza una evaluación clínica cuidadosa y estudios por imagen como:

  1. Ecografía abdominal: evalúa el sistema urinario y estructuras pélvicas.
  2. Resonancia magnética de pelvis: valora estructuras internas y planificación quirúrgica.
  3. Uretrocistografía miccional: visualiza el tracto urinario inferior.
  4. Endoscopia: puede ser necesaria en casos complejos.

Tratamiento de la malformación cloacal

El tratamiento es quirúrgico y se planifica en diferentes etapas. Dado que la malformación cloacal es compleja, el abordaje requiere de equipos multidisciplinares con experiencia en cirugía pediátrica, urología, ginecología infantil y radiología.

Fase inicial (neonatal)

En muchos casos se realiza una colostomía de urgencia para descomprimir el intestino si hay obstrucción. También se colocan sondajes urinarios para preservar la función renal.

Cirugía reconstructiva definitiva

La cirugía definitiva se realiza habitualmente entre los 6 y 12 meses de vida e implica la separación de las vías urinaria, digestiva y genital, creando:

  • Un ano funcional, conectado al recto.
  • Una uretra independiente.
  • Una vagina funcional (si es necesario, puede requerirse reconstrucción ginecológica en fases posteriores).

Complicaciones posibles

A largo plazo, las pacientes con malformación cloacal pueden presentar:

  • Incontinencia fecal o urinaria.
  • Infecciones urinarias recurrentes.
  • Estrechamiento vaginal o problemas ginecológicos.
  • Alteraciones en la función renal si no se vigilan adecuadamente los riñones.

Seguimiento y calidad de vida

El seguimiento a largo plazo debe incluir evaluación por nefrología pediátrica, urología, ginecología infantil y psicología. En la edad adulta, es fundamental continuar con controles periódicos, ya que algunas complicaciones pueden aparecer tardíamente.

Con el tratamiento adecuado y seguimiento multidisciplinar, muchas pacientes alcanzan una calidad de vida satisfactoria, incluida la fertilidad y la función sexual en la vida adulta.

Cuándo acudir al médico

Es importante consultar con el pediatra o neonatólogo en los siguientes casos:

  • Al nacimiento, si el recién nacido no tiene ano visible.
  • Si se observa una única abertura en el periné que elimina orina y/o heces.
  • Ante signos de distensión abdominal en las primeras horas de vida.
  • Si existen antecedentes familiares de anomalías anorrectales.

Precauciones y cuidados a largo plazo

  • Cumplir estrictamente el seguimiento médico especializado.
  • Mantener un control adecuado de la función renal y el estado urinario.
  • Atender las necesidades psicológicas y emocionales del niño y su familia.
  • Ofrecer educación sanitaria personalizada en función de la edad y etapa de desarrollo.

Preguntas frecuentes

¿La cloaca es exclusiva de niñas?

La malformación cloacal se presenta casi exclusivamente en niñas, debido a la forma en que se desarrollan las estructuras genitales y urinarias durante la embriogénesis.

¿Puede diagnosticarse antes del nacimiento?

En algunos casos, sí. La ecografía prenatal puede mostrar signos sugestivos que alerten sobre la posibilidad de una cloaca persistente, lo que permite planificar el parto y la atención neonatal en un centro especializado.

¿Tiene cura la cloaca?

No se habla de “cura”, sino de corrección quirúrgica y manejo funcional. Aunque se puede lograr una vida plenamente funcional, en la mayoría de los casos se requiere seguimiento de por vida.

¿Afecta a la fertilidad?

Con una reconstrucción ginecológica adecuada y controles médicos periódicos, muchas mujeres con antecedente de cloaca pueden tener hijos en la edad adulta. No obstante, el seguimiento por especialistas en fertilidad puede ser necesario.

¿Qué riesgos hay si no se trata?

La ausencia de tratamiento puede conllevar graves consecuencias: infecciones urinarias crónicas, insuficiencia renal, obstrucción intestinal, problemas de continencia e incluso compromiso de la vida del recién nacido.

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