DICCIONARIO MÉDICO

Cetonemia

Qué es la cetonemia

La cetonemia es la presencia anormalmente elevada de cuerpos cetónicos en la sangre. Estos compuestos —acetoacetato, beta-hidroxibutirato y acetona— se producen principalmente en el hígado a través de un proceso llamado cetogénesis, y actúan como fuente de energía alternativa cuando la glucosa no está disponible en cantidades suficientes. Aunque la cetonemia puede formar parte de una respuesta fisiológica adaptativa, también puede ser indicativa de estados patológicos graves como la cetoacidosis diabética.

Qué son los cuerpos cetónicos

Los cuerpos cetónicos son compuestos solubles en agua derivados de los ácidos grasos. Se sintetizan en las mitocondrias hepáticas cuando los niveles de insulina son bajos y los niveles de glucagón elevados, lo que estimula la movilización de grasas desde el tejido adiposo.

Existen tres cuerpos cetónicos principales:

  • Acetoacetato (AcAc): el primer producto de la cetogénesis.
  • Beta-hidroxibutirato (β-HB): el más abundante en sangre y más estable.
  • Acetona: un subproducto volátil que se elimina por la respiración.

Causas fisiológicas y patológicas de la cetonemia

Causas fisiológicas

  • Ayuno prolongado: el cuerpo recurre a las grasas como fuente energética, produciendo cetonas.
  • Dieta cetogénica: muy baja en carbohidratos y alta en grasas, diseñada para inducir cetosis controlada.
  • Ejercicio prolongado: en deportistas entrenados, la cetonemia puede elevarse durante esfuerzos intensos y sostenidos.

Causas patológicas

  • Diabetes mellitus tipo 1: por déficit absoluto de insulina, especialmente si se suspende el tratamiento o en infecciones.
  • Cetoacidosis diabética: forma grave de cetonemia con descompensación metabólica.
  • Alcoholismo crónico: puede producir cetoacidosis alcohólica en casos de malnutrición o vómitos persistentes.
  • Déficits congénitos del metabolismo: como errores en la beta-oxidación de ácidos grasos.

Valoración clínica de la cetonemia

La cetonemia puede presentarse con o sin síntomas, dependiendo de la causa y de los niveles alcanzados. Los signos clínicos más comunes incluyen:

  • Aliento afrutado (acetona).
  • Náuseas y vómitos.
  • Fatiga intensa, debilidad muscular o somnolencia.
  • Dolor abdominal y respiración rápida (Kussmaul).
  • Confusión o pérdida de conciencia en casos graves.

Niveles de cetonemia

Los valores normales de cuerpos cetónicos en sangre son bajos (<0,5 mmol/L). Según su concentración, la cetonemia se clasifica en:

  • Normal: <0,5 mmol/L.
  • Cetosis nutricional: 0,5 – 3,0 mmol/L.
  • Cetoacidosis moderada: 3 – 5 mmol/L.
  • Cetoacidosis grave: >5 mmol/L.

Diagnóstico de la cetonemia

Para detectar cetonemia se utilizan las siguientes pruebas:

  • Medición en sangre: con tiras reactivas o dispositivos electrónicos que determinan los niveles de beta-hidroxibutirato.
  • Pruebas en orina: detectan acetoacetato, pero son menos precisas que la sangre.
  • Gasometría arterial: si se sospecha acidosis metabólica.
  • Perfil metabólico completo: para valorar glucemia, electrolitos, función renal y anión gap.

Diferencias entre cetonemia y cetosis

Cetonemia es un término cuantitativo: se refiere a la presencia de cetonas en sangre, sin juzgar si es fisiológica o patológica. Cetosis es el estado metabólico inducido por cetonemia leve, con fines energéticos. No debe confundirse con la cetoacidosis, que es una urgencia médica.

Tratamiento de la cetonemia

En cetosis fisiológica

No requiere tratamiento, salvo vigilancia y aseguramiento de la hidratación y el equilibrio nutricional.

En cetoacidosis diabética

Es un cuadro grave que requiere ingreso hospitalario urgente. El tratamiento incluye:

  • Insulina intravenosa: para detener la lipólisis y la producción de cetonas.
  • Suero glucosalino: para corregir la deshidratación y los electrolitos.
  • Monitorización intensiva de pH, bicarbonato, glucosa y potasio.

Complicaciones de la cetonemia no tratada

Si no se detecta y corrige a tiempo, la cetonemia puede causar:

  • Acidosis metabólica grave con riesgo de parada respiratoria.
  • Edema cerebral, especialmente en niños.
  • Shock hipovolémico por deshidratación intensa.
  • Coma o muerte si no se actúa con rapidez.

Precauciones en pacientes con riesgo de cetonemia

  1. No suspender insulina en pacientes con diabetes tipo 1 sin supervisión médica.
  2. Evitar dietas cetogénicas estrictas en niños, embarazadas o personas con enfermedades crónicas.
  3. Beber suficiente agua para prevenir deshidratación.
  4. Medir cetonas en sangre si se presentan síntomas compatibles y antecedentes de riesgo.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir al médico o a urgencias ante cualquiera de los siguientes signos:

  • Aliento con olor afrutado.
  • Náuseas, vómitos, dolor abdominal y deshidratación.
  • Respiración agitada o profunda.
  • Confusión, letargo o pérdida de conciencia.
  • Glucemia persistentemente alta (>250 mg/dL) con cetonas positivas.

Preguntas frecuentes sobre cetonemia

¿La cetonemia siempre indica enfermedad?

No. En situaciones fisiológicas como el ayuno o la dieta cetogénica, puede ser un fenómeno normal y transitorio.

¿Qué diferencia hay entre cetonemia y cetonuria?

Cetonemia es la presencia de cuerpos cetónicos en sangre. Cetonuria es su excreción por orina. Ambas pueden coexistir, pero la cetonemia es más precisa para el diagnóstico clínico.

¿Se puede tener cetonemia sin hiperglucemia?

Sí. Esto ocurre en la llamada cetoacidosis euglucémica, que puede presentarse en personas tratadas con inhibidores de SGLT2 o durante embarazo.

¿Puede una persona sana tener cetonemia?

Sí. Especialmente durante ayuno prolongado, ejercicio intenso o dietas bajas en hidratos de carbono.

¿Qué alimentos elevan o reducen la cetonemia?

El consumo de hidratos de carbono reduce la cetonemia al estimular la insulina y frenar la cetogénesis. El consumo de grasas y proteínas, en cambio, puede favorecerla, especialmente en ausencia de carbohidratos.

© Clínica Universidad de Navarra 2025