DICCIONARIO MÉDICO
Célula espumosa
En medicina, una célula espumosa —también conocida como “foam cell” en inglés— es un tipo de macrófago o célula muscular lisa que ha acumulado grandes cantidades de lípidos en su interior, lo que le confiere una apariencia “espumosa” cuando se observa al microscopio. Estas células son uno de los elementos centrales en el desarrollo de la arteriosclerosis, una enfermedad crónica de las arterias. El proceso de formación de células espumosas se inicia típicamente en la íntima arterial, la capa más interna de un vaso sanguíneo. Los pasos clave son: Además de los macrófagos, las células musculares lisas (VSMC) pueden transformarse en células espumosas. Bajo estímulos como ox‑LDL y señales inflamatorias, migran a la íntima, adoptan fenotipos “macrófago‑like” y participan en la acumulación lipídica. Aunque no son peligrosas por sí mismas, las células espumosas desempeñan un papel disruptivo en distintos contextos: Estas células forman las llamadas “estrías grasas”, que pueden progresar a placas ateroscleróticas con núcleo necrótico. La liberación de su contenido lipídico atrae más inflamación y favorece la ruptura de la capa fibrosa, promoviendo eventos trombóticos. Más allá del corazón, las células espumosas aparecen en: La formación de estas células implica tres fases fundamentales: El exceso de colesterol produce estrés oxidativo, apoptosis y liberación de citoquinas (IL‑1, IL‑6, TNF‑α) y metaloproteinasas, debilitando la capa fibrosa de la placa y aumentando el riesgo de ruptura, trombosis e isquemia. Tras remover placas de arterias o biopsias, pueden detectarse células espumosas con tinción: La presencia de células espumosas indica enfermedad aterosclerótica subyacente y riesgo cardiovascular elevado: Abordar las células espumosas es clave para prevenir la progresión de la aterosclerosis y sus complicaciones: Es recomendable consultar a un profesional en casos como: Para controlar la formación de células espumosas, es esencial: No necesariamente. Su formación depende de factores como niveles altos de LDL, estrés oxidativo, inflamación crónica y predisposición genética. Indirectamente. No se miden directamente, pero sí se puede inferir riesgo por alteraciones lipídicas (LDL, ox‑LDL), inflamación e imagen vascular. Sí, especialmente en etapas iniciais. Reduciendo LDL y ox‑LDL, intensificando eflujo de colesterol y modulando ateroesclerosis, se puede estabilizar o incluso reducir la placa. Las células espumosas también intervienen en tuberculomas, enfermedades autoinmunes y neumonías lipoideas, en algunos casos constituyendo un daño crónico. © Clínica Universidad de Navarra 2025Qué es una célula espumosa
Origen y formación
Implicación de células musculares lisas
Funciones y repercusiones biológicas
Aterosclerosis
Inflamación crónica y otras enfermedades
Procesos celulares clave
Efectos tóxicos y ruptura plaquetaria
Detección y estudio microscópico
Relevancia clínica y detección
Tratamientos y prevención
Cuándo acudir al médico
Precauciones y seguimiento
Preguntas frecuentes
¿Todas las personas desarrollan células espumosas?
¿Son visibles con pruebas normales de sangre?
¿Se pueden revertir?
¿Cómo se relaciona con enfermedades no del corazón?