DICCIONARIO MÉDICO

Carfología

Qué es la carfología

La carfología es un signo clínico neurológico que consiste en la realización de movimientos automáticos, repetitivos y sin propósito aparente, similares a los que haría una persona al intentar recoger o pellizcar sábanas, ropa o elementos imaginarios. Es un síntoma clásico descrito en estados de deterioro neurológico grave, habitualmente asociado a fases terminales de enfermedades crónicas, infecciosas, metabólicas o tumorales, y se interpreta como una manifestación de disfunción cortical severa.

Este fenómeno ha sido documentado desde la medicina hipocrática y es considerado un signo ominoso en el contexto clínico, aunque su presencia puede tener distintos grados de expresión y no siempre implica inminencia de muerte. La carfología es también conocida como floculación, aunque este último término se utiliza con menor frecuencia en la actualidad.

Características clínicas de la carfología

Los movimientos característicos de la carfología suelen ser inconscientes, no coordinados y persistentes. No responden a estímulos externos ni obedecen a órdenes voluntarias. Se producen tanto con los ojos abiertos como cerrados, y a menudo el paciente se encuentra en un estado confusional profundo, estupor o coma.

Manifestaciones típicas

  • Movimientos de manos y dedos como si se intentara alisar o recoger objetos inexistentes.
  • Gestos repetitivos de arrugar la ropa de cama o agarrar al vacío.
  • Acciones automatizadas sin finalidad lógica observable.
  • Persistencia del movimiento incluso durante el sueño superficial.

Causas de la carfología

La carfología no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma neurológico grave que aparece en contextos de alteración profunda del estado de conciencia. Las causas subyacentes más frecuentes incluyen:

Origen metabólico o tóxico

  • Hipoglucemia severa no tratada.
  • Encefalopatía hepática.
  • Uremia avanzada en insuficiencia renal terminal.
  • Sobredosis de fármacos o intoxicación por sustancias depresoras del sistema nervioso central.

Enfermedades infecciosas

  • Meningitis o encefalitis bacteriana o viral grave.
  • Sepsis con afectación del sistema nervioso central.
  • Tuberculosis meníngea en fases avanzadas.

Procesos oncológicos o degenerativos

  • Tumores cerebrales con invasión de áreas corticales.
  • Demencias avanzadas, especialmente enfermedad de Alzheimer terminal.
  • Gliomatosis cerebral difusa.

Fases terminales de enfermedad

  • Pacientes en agonía por fallo multiorgánico.
  • Situaciones de hipoxia cerebral prolongada.
  • Estados irreversibles de coma o pseudocoma.

Diagnóstico de la carfología

El diagnóstico de la carfología es clínico, basado en la observación directa de los movimientos del paciente en el contexto de un estado neurológico grave. No existen pruebas complementarias específicas para confirmar su presencia, pero sí es fundamental descartar otras posibles causas de movimientos involuntarios.

Diferencias con otros trastornos del movimiento

  • No debe confundirse con temblores, tics, coreas ni mioclonías, ya que estos tienen patrones motores diferentes y mayor coordinación.
  • Tampoco es equivalente a las estereotipias vistas en trastornos psiquiátricos o del neurodesarrollo.

Tratamiento de la carfología

La carfología no tiene un tratamiento específico. Su aparición suele indicar un deterioro neurológico profundo y requiere una evaluación urgente para determinar y tratar la causa subyacente.

El enfoque terapéutico debe centrarse en:

  • Apoyo hemodinámico y respiratorio si procede.
  • Corrección de alteraciones metabólicas (glucosa, sodio, urea, amonio).
  • Tratamiento de infecciones con antibioterapia adecuada.
  • Suspensión de tóxicos o medicamentos depresores del sistema nervioso central.

Pronóstico

La presencia de carfología suele ser un mal pronóstico, especialmente si aparece en el contexto de enfermedades avanzadas. No obstante, si la causa subyacente es reversible y se trata precozmente, puede haber mejoría en algunos casos. En situaciones terminales, la carfología es un signo de aproximación a la muerte.

Precauciones y cuidados

En pacientes con carfología, se deben extremar los cuidados de confort y seguridad. Estos movimientos pueden provocar lesiones por autotraumatismo o caídas, por lo que se recomienda:

  • Asegurar un entorno libre de objetos peligrosos.
  • Evitar restricciones físicas que puedan provocar angustia o lesiones.
  • Acompañamiento continuo si hay riesgo de autoagresión o desconexión de dispositivos.

Preguntas frecuentes sobre la carfología

¿La carfología siempre indica que el paciente está muriendo?

No en todos los casos, pero suele aparecer en fases muy avanzadas de enfermedad y deterioro neurológico profundo. Su presencia obliga a una evaluación urgente.

¿Puede confundirse con otros tipos de movimientos?

Sí. Por eso es fundamental que sea valorada por un profesional experto en neurología o medicina interna para diferenciarla de otros movimientos involuntarios.

¿Se puede prevenir la carfología?

No directamente, pero un diagnóstico precoz de enfermedades neurológicas o metabólicas graves puede evitar que se llegue a este nivel de deterioro.

¿La carfología requiere tratamiento farmacológico?

No hay medicación específica para detenerla. El objetivo es tratar la causa subyacente y mantener las medidas de soporte necesarias.

¿Qué hacer si un familiar presenta estos movimientos?

Es necesario contactar de inmediato con un equipo médico. La carfología es un síntoma que requiere valoración hospitalaria urgente.

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